China limitó el uso de chips y servidores de Intel y AMD en las computadoras del gobierno, lo que podría generar un golpe de millones de dólares en ambas compañías estadounidenses.
Según la información provista por Financial Times, la nación asiática también quiere abandonar gradualmente Windows, de Microsoft, para darles lugar a alternativas nacionales.
En los últimos tiempos, Beijing estuvo buscando disminuir su dependencia de empresas extranjeras a través del desarrollo de su industria local de semiconductores, al mismo tiempo que enfrenta las restricciones impuestas por Estados Unidos a las exportaciones de tecnología, incluyendo los chips más avanzados.
A finales de diciembre, el Ministerio de Industria de China emitió una declaración que incluía tres listas distintas de unidades centrales de procesamiento, sistemas operativos y bases de datos centralizadas consideradas "seguras y confiables" durante los siguientes tres años a partir de la fecha de publicación.
Todas las empresas mencionadas en estas listas eran de origen chino, según revelaron los controles llevados a cabo por Reuters.
La última medida podría tener un impacto significativo en las ganancias de las empresas de chips, dado que China representó el 27% de los ingresos de Intel en 2023, convirtiéndose en su mercado más grande, mientras que aproximadamente el 15% de las ventas de AMD provinieron de ese país.
"Un cese total de las compras gubernamentales chinas de CPUs Intel y AMD podría afectar los ingresos en un dígito bajo", dijo Stacy Rasgon, analista en Bernstein, quien predijo un impacto de hasta US$ 1.500 millones para Intel y unos pocos cientos de millones de dólares para AMD.
La ejecutiva agregó que Intel podría sufrir más las consecuencias por su “mayor exposición y los caprichos de una peor estructura de costos”.
Tras los anuncios, las acciones de Intel cayeron hasta un 4,7% en la rueda de este lunes, mientras que las de AMD retrocedieron un 4,3%. No obstante, luego se recuperaron ligeramente.