El S&P 500 ya se recuperó casi un 20% desde el mínimo de octubre de 2022 hasta la actualidad, pero la tendencia alcista podría detenerse abruptamente, según Michael Hartnett, estratega en Bank of America.
El especialista explicó que las acciones están descontando una disminución de las ganancias corporativas de sólo el 4%, por lo que el índice tarde o temprano caerá para acomodarse a la realidad aún más pesimista.
Seguimos siendo bajistas ya que la ambigüedad económica de 2023 terminará con una grieta en el mercado laboral y una recesión de EPS, sostuvo el especialista, haciendo referencia también a la baja de empleos.
A su vez, añadió que los riesgos de un aterrizaje forzosos para los beneficios de las corporaciones y un no aterrizaje para las tasas de interés siguen siendo altos.
Por este motivo, Hartnett aconsejó vender el S&P 500 una vez que sobrepase los 4.200 puntos, lo que representa un nivel apenas un 1% por encima de la cotización actual.
En tanto, el ejecutivo mencionó que la renta variable es vulnerable a caer hasta nuevos mínimos por falta de posicionamiento bajista extremo, pesimismo económico extremo y pánico político.