La Reserva Federal (Fed) sorprendió a algunos agentes del mercado con una ansiada baja de la tasa de interés en 50 puntos básicos (a 4,75% y 5%) en su reunión de septiembre y no de 25 puntos como se especuló previamente. Hacía más de cuatro años que el principal banco central del mundo no aplicaba un recorte de tasas, en su larga lucha por anclar las expectativas inflacionarias a su rango objetivo de 2%. Además, la Fed dejó abierta la puerta para nuevos recortes en lo que queda de este año y 2025.
Una reducción de la tasa de interés, en teoría, es un factor positivo para el arribo de capitales a economías emergentes, así como para el costo que deben pagar las empresas y los gobiernos para cubrir sus necesidades financieras.
Para el economista y portfolio manager de la familia de Fondos Centenario de Gletir, Gabriel Genta, la economía de EE.UU. continúa "mostrando fortaleza" a pesar de la política monetaria contractiva. Aunque el desempleo se ha deteriorado, ha sido de forma poco significativa hasta ahora. Por lo tanto, aún "no hay presión para una baja de tasas tan pronunciada, la cual pueda poner en riesgo una nueva aceleración de la inflación", explicó. Tanto la Fed como el mercado prevén una baja pronunciada para el próximo año, pero posiblemente se vea una reducción más paulatina, tal como sucedió hasta ahora.
Estos recortes de tasa de la Fed influyen en la economía uruguaya.
"Uno de los efectos se verá en el tipo de cambio, ya que una política monetaria menos contractiva en EE.UU. tiene como consecuencia un dólar global más débil (el cual ya se pudo ver incluso antes del recorte)", recordó Genta. Añadió que, si bien en Uruguay en los últimos meses sucedió lo contrario (apreciación del dólar frente al peso), esto fue causado mayoritariamente por la incertidumbre generada por el plebiscito de la seguridad social.
"Transcurrido el plebiscito, el tipo de cambio en Uruguay se verá influido por factores como lo que suceda con el dólar global y la oferta de dólares en el mercado local, que dependerá en parte de la inversión extranjera directa (IED)".
Otro efecto que tendrán los recortes de tasa de la Fed, y por ende la baja de la tasa libre de riesgo de referencia global, "es el flujo de financiamiento e inversión hacia los países emergentes, en búsqueda de mayores retornos", señaló el economista de Gletir Corredor de Bolsa.
En ese escenario, Uruguay estaría "muy bien posicionado, ya que ha logrado ser el país de menor riesgo crediticio de la región, y goza de una imagen de confianza en los mercados financieros internacionales, lo cual a su vez le permite un costo de financiamiento bajo". No obstante, precisó que esto será posible siempre y cuando no se apruebe el plebiscito de la seguridad social. "De aprobarse, el escenario para Uruguay cambiaría radicalmente", aseguró.
El Cisne Negro que Frenó a Uruguay
En su reunión semestral con periodistas económicos, las autoridades y técnicos del Banco Central del Uruguay (BCU) explicaron por qué se tomó la decisión de mantener la tasa de interés en 8,5%, pese a la decisión. Los técnicos indicaron que en condiciones normales y dado el anclaje de las expectativas de inflación al horizonte de política de 24 meses, el escenario más factible "pudo" haber sido una baja de la tasa de interés. Esto también sería en parte para desestimular un potencial riesgo de carry trade (ingreso de capitales especulativos) a Uruguay para tomar deuda en pesos, dado el aumento del diferencial de tasas con EE.UU.
Sin embargo, los jerarcas del BCU indicaron que no se tomó una decisión de bajar la tasa —como hoy lo están haciendo otros bancos centrales— por el "cisne negro" del plebiscito de la seguridad social. Este factor provocó un "shock cambiario" que llevó a un aumento nominal del dólar de 3% en septiembre (llegó a cotizar por arriba de $42) por la salida de fondos del exterior de bonos uruguayos en pesos.
Se estima que en las últimas semanas entre US$400 y 600 millones fue el monto que esos inversores del exterior vendieron en papeles de deuda local, que fueron comprados por las AFAP. También ese "cisne negro" provocó un cierto aumento en las expectativas de inflación de los agentes económicos para los próximos 24 meses, por arriba del objetivo de 4,5% (centro del rango) que tienen las autoridades.
En el BCU consideran que el riesgo del plebiscito "no se puede soslayar" en el mapa de riesgos, aunque consideran que existe una "probabilidad baja" de que pueda aprobarse. La próxima reunión del Copom está prevista para el 14 de noviembre. Allí, el escenario más probable (con un resultado negativo para el plebiscito) es que el BCU finalmente baje la tasa de interés desde su actual nivel de 8,5%. Una semana antes del Copom, volverá a reunirse la Fed.