Parte de la comunidad financiera piensa que la Reserva Federal (Fed) intentará aliviar las presiones financieras sobre bancos como el SVB, suavizando su postura política antiinflacionista.
Justo después de que la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) y la Fed acudieran al rescate de SVB, el rastreador de probabilidades de mercado de la Fed de Atlanta, mostró un drástico ajuste a la baja en las expectativas de la gente sobre subidas de los tipos de interés. Sin embargo, ese tipo de ablandamiento de la Fed es muy poco probable.
Powell y la Fed en general han dejado claro que la inflación no está disminuyendo lo suficiente como para detener su postura antiinflacionista. Lamentablemente, seguirá dominando en el futuro. ¿Qué significa esto? Que los tipos de interés seguirán subiendo.
En cierto sentido, la Fed podría incluso considerar las quiebras bancarias como una ayuda en su lucha contra la inflación. Ciertamente, el susto del SVB infundirá en los banqueros una nueva cautela en sus prácticas de préstamo y eso, a su vez, frenará el flujo de crédito hacia la economía. Lo esencial en el esfuerzo de la Reserva Federal por contener la inflación es, después de todo, una ralentización de los flujos de crédito. Elevar los tipos de interés es simplemente un medio para alcanzar ese fin.
De hecho, esta tendencia se estaba desarrollando incluso antes de la noticia de la quiebra del SVB. La encuesta de febrero de la Reserva Federal sobre las prácticas bancarias, comúnmente denominada "libro beige" y recopilada antes de las noticias sobre el SVB, mostraba un endurecimiento de las normas de préstamo y una ralentización de los préstamos y empréstitos.
Los responsables políticos podrían haber considerado fácilmente esta imagen como una razón para ralentizar el ritmo de las subidas de los tipos de interés, en lugar de como un esfuerzo para ayudar al sistema a hacer frente a las consecuencias del SVB y Signature. En cualquier caso, esas consecuencias no harán sino exagerar esta pauta y reforzar así los esfuerzos antiinflacionistas de la Reserva Federal.
Sean cuales sean las tendencias seguidas por el libro beige y las probables consecuencias de las recientes quiebras bancarias, la Reserva Federal seguirá centrándose principalmente en las tendencias de la inflación, o al menos debería hacerlo. A este propósito, un indicador clave es la herramienta de previsión de la Fed, que combina varias medidas clave de la inflación, como el índice de precios al consumo del Departamento de Trabajo y el deflactor de precios al consumo del Departamento de Comercio, para determinar la probabilidad de que la inflación de los próximos doce meses supere el objetivo informal de la Reserva Federal del 2,0-2,5% anual.
Esta medida empezó a subir a principios de 2021, un buen pronóstico de la inflación que surgió con fuerza en 2022. El índice alcanzó su máximo en la primavera del año pasado, mostrando una probabilidad del 97% de inflación excesiva. La medida ha bajado un poco desde entonces, pero sigue siendo elevada, mostrando más de un 80% de probabilidad de que la inflación siga siendo inaceptablemente alta, razón suficiente para que la Reserva Federal mantenga su política antiinflacionista y, de hecho, la intensifique.