Algunos gestos a simple vista insignificantes, como echar un vistazo a los catálogos del supermercado que llegan a casa, pueden suponer un alivio para nuestro bolsillo. A veces gastamos más de lo que querríamos por simple dejadez o despiste.
Si comienzas a sumar las comisiones que se lleva el banco cada vez que haces una transferencia, el dinero que podrías haber ahorrado comprando ese vuelo dos días antes o esos megas extra de tu tarifa de móvil que nunca gastas, quizás podrías darte incluso un capricho.
A continuación, algunas cosas como esas que pueden estar haciéndote perder dinero sin que te des cuenta.
Dejar que la comida caduque
A veces compramos tantas cosas en el supermercado que al final acaban estropeándose en el fondo de nuestra heladera o caducándose en un rincón de la despensa. Para frenar esto, puedes hacer dos cosas simples: hacer la lista de las compras coherentemente y pensar en recetas con las que puedas aprovechar todo lo que compras.
No comparar precios
Algunos establecimientos inflan los precios para que sus descuentos parezcan mucho mayores de lo que son y caemos en la trampa comprándoles sin darnos cuenta de que quizás a 500 metros hay una tienda donde el mismo producto sale más barato. Simplemente con mirar los precios en un par de sitios podemos ahorrar dinero en nuestras compras tanto diarias como puntuales.
Pagar intereses por nuestras compras con la tarjeta de crédito
¿Para qué? Es mejor que ahorres para comprar algo en efectivo o con tarjeta de débito a que lo compres y pagues intereses por haberlo adquirido con la tarjeta de crédito: cuando no se puede, no se puede y es mejor no comprar por encima de las posibilidades.
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Pagar comisiones innecesarias a los bancos
Antes de abrir una cuenta en el banco, comprueba qué tipo de servicios incluye y por cuáles tendrás que pagar. De poco te sirve, por ejemplo, tener una tarjeta con la que puedas sacar dinero en un cajero sólo de toda la ciudad sin pagar comisión. Revisa las condiciones o pagarás de más por cualquier cosa como con las transferencias.
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Comprar solo marcas o solo marcas blancas
Marca blanca no es sinónimo de mala calidad y eso a veces se olvida. Hay productos que siempre será mejor comprar de marca porque nos gusten más o porque simplemente no tienen sustituto, pero en otros podemos ahorrar sólo con comprar una marca blanca.
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Pagar por cosas que no usas
¿Para qué pagar un servicio de televisión por cable cuando sólo ves dos canales y resultan ser públicos? Aunque la oferta fuese muy buena, si no lo vas a utilizar, es mejor contratar sólo lo básico, porque a la larga estás perdiendo dinero pagando algo que no te hace falta ni utilizas.
Procrastinar
Por ejemplo, esperar a última hora para comprar un pasaje de avión para Nochebuena cuando se sabe que se la va a pasar con la familia puede hacer gastar más de lo necesario. Si se lo compra dos meses antes porque ya se tiene las vacaciones aseguradas, puedes ahorrar mucho dinero.
Comprar todo nuevo
Hay cosas que podemos comprar con la etiqueta puesta a otras personas gracias a aplicaciones como Mercado Libre, OLX o Market Place. A veces podemos cubrir ciertos caprichos por menos dinero con sólo un vistazo a un par de aplicaciones.
