Trump prepara el "Día de la Liberación", su mayor jugada comercial: qué pasará con los aranceles
Derek Saul Redactor
Derek Saul Redactor
En poco más de una semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pondrá en marcha lo que él mismo calificó como su medida comercial más importante hasta ahora: los aranceles recíprocos. Así, bautizó al próximo miércoles como el "Día de la Liberación" del comercio estadounidense.
Sin embargo, la falta de precisiones sobre los países y productos alcanzados generó confusión. Además, sus declaraciones más recientes dan a entender que el impacto podría ser menor al que anunció en un primer momento.
La semana pasada, a través de las redes, el presidente estadounidense comunicó: "El 2 de abril es el Día de la Liberación en Estados Unidos", en referencia a lo que antes describió como "La Gran Medida", vinculada a los aranceles recíprocos. En febrero, el mandatario adelantó su plan, aunque después postergó su aplicación hasta, por lo menos, el 1 de abril, fecha en la que ordenó a los Departamentos de Comercio y del Tesoro que terminaran los estudios sobre el impacto de la medida.
El viernes pasado, en diálogo con la prensa, Trump justificó su decisión de mover la fecha al 2 de abril para evitar que coincidiera con el Día de los Inocentes (April Fool's Day): "No quería que fuera el 1 de abril porque entonces nadie me tomaría en serio".
En esa misma conferencia, Trump mencionó que habrá "flexibilidad" en la implementación de los aranceles, lo que sumó incertidumbre sobre el alcance de la medida. Según The Wall Street Journal, el gobierno no anunciará regulaciones sobre sectores sensibles como los chips semiconductores y la industria automotriz, pese a que el mandatario sugirió lo contrario.
Aunque el presidente insistió en que su intención es alterar el status quo del comercio global y aplicar aranceles equivalentes a los que enfrenta Estados Unidos en cada país ("Nos estafaron todos los países del mundo, amigos y enemigos", dijo el viernes), su secretario del Tesoro, Scott Bessent, aclaró la semana pasada que el principal anuncio será informar a cada socio comercial cuál es el nivel de aranceles que impone a productos estadounidenses.
Ese mismo día vencen las exenciones al arancel del 25% sobre importaciones desde Canadá y México, los principales socios comerciales de Estados Unidos.
El retroceso parcial en la implementación de los aranceles podría responder a la necesidad de contar con una base legal más sólida antes de avanzar con medidas más duras. Según un informe del Financial Times, el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, respalda la idea de iniciar investigaciones formales sobre los socios comerciales, un proceso que podría demorar hasta seis meses antes de imponer nuevas tarifas. Fuentes citadas por el diario señalan que el 2 de abril podría anunciarse un arancel a la importación de autos.
El lunes por la tarde, en un acto en la Casa Blanca, Trump calificó al 2 de abril como un "gran día", aunque dio señales de que podría otorgar exenciones a varios países. "Son recíprocos, pero podríamos ser incluso más generosos que eso", declaró, lo que dejó entrever que la medida no sería tan estricta como se esperaba.
Número clave: 2,5 millones es la cantidad de tasas arancelarias individuales que harían falta si el plan de aranceles recíprocos se aplicara producto por producto y país por país, según un informe de UBS liderado por el economista Jonathan Pingle. Este dato refuerza la idea de que el gobierno todavía no estaría en condiciones de poner en marcha la política de forma inmediata.
Las bolsas subieron con fuerza el lunes, impulsadas por el optimismo de que los aranceles del 2 de abril no serán tan duros como se preveía. El S&P 500 avanzó casi un 2%, y alcanzó su nivel más alto desde el 7 de marzo. Entre las acciones que lideraron la suba estuvieron Tesla, de Elon Musk, y Nvidia, fabricante de chips para inteligencia artificial, dos de las compañías que se consideraban entre las más expuestas en el peor escenario.
A pesar del repunte del lunes, los mercados siguen golpeados por la incertidumbre comercial: el S&P 500 aún cotiza un 6% por debajo de su récord del 19 de febrero.
Tesla es una de las multinacionales estadounidenses que le advirtió al gobierno de Trump sobre el impacto negativo que podrían tener los aranceles en la competitividad de las empresas del país en el exterior. La postura de Musk en contra de las tarifas sorprendió, sobre todo por su peso político dentro de la Casa Blanca.
Si bien los aranceles recíprocos podrían convertirse en la medida más agresiva del gobierno de Trump en materia de comercio, ya aplicó tarifas sobre otras industrias, como un gravamen del 25% sobre el acero y el aluminio, y un arancel adicional del 20% a productos chinos.
Uno de los efectos más importantes de estas medidas fue el aumento de la inflación, ya que los economistas coinciden en que los costos adicionales serán trasladados a los consumidores a través de precios más altos, al menos en el corto plazo.
Nota publicada en Forbes US.