El multimillonario británico y propietario del Tottenham Hotspur, Joe Lewis, fue acusado el martes de uso de información privilegiada. El Departamento de Justicia alega que utilizó sus posiciones de poder para proporcionar "repetidamente" información privilegiada de la empresa a asociados -incluidas "parejas sentimentales"- que supuestamente ganaron millones de dólares con operaciones bursátiles.
Damian Williams, fiscal federal del distrito sur de Nueva York, dijo el martes en un comunicado grabado en vídeo que Lewis fue acusado "por orquestar una descarada trama de uso de información privilegiada", alegando que el multimillonario dio información privilegiada a "sus parejas sentimentales, sus asistentes personales, sus pilotos privados y sus amigos."
Lewis se enfrenta a más de una docena de cargos, entre ellos fraude de valores, tras su imputación en Nueva York, que también alega que realizó operaciones con información privilegiada durante ocho años.
Según Bloomberg, Lewis habría transmitido información sobre empresas en las que su sociedad de inversión, Tavistock Group, tenía intereses, entre ellas Solid Biosciences, Australian Agricultural Co. y Mirati Therapeutics.
Tavistock Group no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Lewis es el inversor de mayor perfil en ser procesado por uso de información privilegiada este año por la oficina, según Bloomberg. El Grupo Tavistock, propiedad del multimillonario, cuenta con más de 200 activos en 13 países y es la forma que tiene Lewis de poseer el histórico club londinense Tottenham Hotspur, valorado este año por Forbes en unos 2.800 millones de dólares.
Lewis también invierte en hoteles, clubes de lujo y restaurantes. También posee una colección de arte que incluye obras de artistas de la talla de Picasso, Matisse y Freud.
Estimamos el patrimonio neto de Lewis en 6.100 millones de dólares, una cifra que ha crecido en casi 2.000 millones desde 2020.
Por ejemplo, el británico es señalado por decirle a una novia que invirtiera en una empresa de biotecnología en julio de 2019, antes de que se hicieran públicos los resultados de un ensayo clínico.
Tras hablar con ella, supuestamente entró él mismo en su cuenta bancaria y utilizó casi todos sus fondos disponibles para invertir en la empresa, por valor de 700.000 dólares y a continuación vendió las acciones con un beneficio de 849.000 dólares, consignó la cadena BBC.
"Nada de esto era necesario. Joe Lewis es un hombre rico, pero como alegamos, usó información privilegiada como una forma de compensar a sus empleados o para colmar de regalos a sus amigos y amantes. Esa es la corrupción corporativa clásica. Es hacer trampa y va en contra de las leyes, que se aplican a todos, sin importar quién seas", añadió el fiscal.
La acusación de 29 páginas enumera los 19 cargos contra el empresario, incluidos varios por "fraude bursátil". Enfrenta hasta 25 años de prisión por el cargo más grave, precisó la agencia de noticias AFP.
El empresario se declaró "no culpable" en su primera comparecencia ante el tribunal y quedó libre bajo una fianza de 300 millones de dólares, para la que puso como garantías su yate Aviva de 98 metros de largo y su avión privado, en un acuerdo aprobado por la juez de instrucción estadounidense Valerie Figueredo.
Según ese acuerdo, deberá permanecer en los estados de Nueva York, Georgia o Florida y entregar sus pasaportes.
Más temprano, su abogado, David Zornow, calificó de "error flagrante" la acusación vertida contra su defendido, según declaraciones reproducidas por el canal británico Sky News.
"Es un hombre de 86 años de integridad impecable y logros prodigiosos", manifestó y añadió que el empresario acudió a los tribunales de Nueva York voluntariamente para responder a los cargos "mal concebidos" que serían "defendidos enérgicamente en los tribunales".
En la causa están acusados Patrick O'Connor y Bryan Waugh, dos pilotos empleados por el empresario para sus jets privados, que también se declararon como "no culpables".
Lewis es uno de los hombres más ricos de Reino Unido, con un patrimonio superior a los 6.000 millones de dólares, según la revista Forbes: es propietario del club de fútbol Tottenham Hotspur y posee una participación en la cadena británica de bares Mitchells & Butlers, entre otros negocios.
En la Argentina, este magnate amigo del expresidente Mauricio Macri es acusado de apropiarse de 12.000 hectáreas en la Patagonia, incluyendo una residencia que impide el acceso libre a Lago Escondido, a 50 kilómetros de El Bolsón, en la provincia de Río Negro.
Sus empleados de Hidden Lake, la firma con la que opera sus negocios en el país, impiden el acceso público a este espejo de agua situado en una zona estratégica zona de frontera.
La Inspección General de Justicia (IGJ) requirió el año pasado la intervención judicial de esa Sociedad Anónima por considerarla una "pantalla jurídica" para "frenar la aspiración" de cualquier persona a llegar al Lago Escondido, pese a que hay fallos judiciales desde 2005 que garantizan ese derecho.
Otra causa vinculada a esa estancia es la que investiga el viaje que realizaron allí en la misma fecha jueces, funcionarios porteños y empresarios del Grupo Clarín.
El expediente por el viaje a Lago Escondido tiene como imputados al juez en lo Criminal y Correccional Julián Ercolini; al fiscal general de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques; al exministro de Seguridad y Justicia de CABA Marcelo D'Alessandro; al juez de la Cámara Federal de Casación Penal, Carlos Alberto Mahiques; al titular del Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nro. 2, Pablo Yadarola; y a Pablo Gabriel Cayssials, titular del Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal nro. 9.
También están imputados Leonardo Bergroth, exintegrante del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE); Tomás Reinke, empresario especializado en medios y redes sociales y presidente de la firma Mediabit; y los directivos del grupo Clarín Pablo César Casey y Jorge Rendo.
*Con información de Forbes US, AFP y Télam