Sheryl Sandberg ha sido una de las mayores animadoras de Facebook durante más de una década. Desde que se unió a la plataforma de medios sociales como directora de operaciones en 2008, ha desempeñado un papel crucial en la transformación de Facebook (ahora llamada Meta Platforms) en la potencia tecnológica que es hoy.
Ayudó desde el principio con la estrategia de publicidad móvil y defendió a Facebook durante múltiples escándalos, convirtiéndose en una de sus ejecutivas más visibles -y una multimillonaria con un valor estimado de US$ 1.600 millones de dólares- en el camino.
Pero la ejecutiva de Meta, que anunció el miércoles que dejará su largo cargo este otoño, también ha estado descargando agresivamente su participación en la compañía desde que ésta salió a bolsa en 2012. Forbes calcula que Sandberg se ha desprendido del 92% de las acciones que poseía hasta marzo de 2013, poco después de la oferta pública inicial de Facebook de mayo de 2012.
En total son más de US$ 2.000 millones en acciones. Y vendió gran parte de ellas en los años inmediatamente posteriores a la salida a bolsa de Facebook.
Fue de las primeras ejecutivas de Facebook, reclutada por el fundador Mark Zuckerberg desde Google, donde era la vicepresidenta de ventas y operaciones globales en línea.
Sandberg poseía casi 17,9 millones de acciones en marzo de 2013. En el plazo de un año se había deshecho de cerca del 30% de su participación; en 2015, un 42% adicional de sus acciones fueron vendidas o regaladas.
Sus ventas de acciones comenzaron a ralentizarse en 2016 antes de detenerse a finales de 2019, a pesar de que el precio de las acciones de Meta alcanzó un máximo histórico a finales de 2021. En total, Sandberg ha vendido más de US$ 1.800 millones en acciones de Meta hasta la fecha, según FactSet, basado en archivos públicos. (Esa cantidad es antes de impuestos.) También ha donado aproximadamente US$ 350 millones en acciones de Meta Platforms (así como US$ 30 millones en acciones de SurveyMonkey) a fondos asesorados por donantes, principalmente el Sheryl Sandberg & Dave Goldberg Family Fund. Una vez que se hace una donación a un fondo asesorado por donantes, es difícil saber a dónde va el dinero.
Como informó Forbes a finales de 2019, parece que solo una pequeña parte de ese dinero del fondo asesorado por donantes se ha destinado a su vez a LeanIn.org y OptionB.org, dos grupos sin ánimo de lucro que Sandberg puso en marcha. Desde 2013 hasta 2019, LeanIn y OptionB recibieron US$ 32 millones de Sandberg a través de The Sheryl Sandberg and Dave Goldberg Family Foundation, según un análisis de Forbes de los archivos públicos. Tampoco hay indicios de que el dinero se destinara a ninguna otra organización sin ánimo de lucro en ese momento.
Un vocero de Sandberg no respondió inmediatamente a las preguntas de Forbes, pero dijo a la CNBC que recibió 48 millones de acciones, opciones y unidades de acciones restringidas mientras estaba en Meta y que vendió 42 millones de ellas. Unos 22 millones se vendieron a través de un programa de venta anticipada 10b5-1 y otros 20 millones se vendieron con fines fiscales. Sandberg regaló 4,9 millones de acciones, incluyendo 2,8 millones dirigidos a sus fondos asesorados por donantes y 2,1 millones que fueron transferencias irrevocables a fideicomisos para beneficiarios, dijo el portavoz.
Sandberg todavía tiene alrededor de 1,4 millones de acciones en Meta - o menos del 0,1% de la compañía. Las acciones valen algo menos de US$ 290 millones al precio de cierre de las acciones de Meta el jueves, y representan alrededor del 17% de su patrimonio neto, según estimaciones de Forbes.
Cerca de tres cuartas partes de la riqueza de Sandberg provienen de la venta de acciones de Facebook a lo largo de los años. También posee casi 8,9 millones de acciones de Momentive Global, empresa matriz de SurveyMonkey, donde su difunto marido, Dave Goldberg (fallecido en 2015), era el director general.
Sandberg mantiene su puesto en el consejo de administración de Meta, pero ha dicho que piensa centrarse en su familia y en su labor filantrópica. Ciertamente tiene el dinero para hacerlo. "Este no es un trabajo que deje mucho espacio para mucho más", dijo a Forbes en una entrevista sobre su salida. "Quiero tener más control sobre lo que hago con mi propio tiempo a diario".