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Las lecciones que aprendió Amancio Ortega, el hombre más rico de España

Lorena Sacristán

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Creó un imperio textil con la incorporación de buenas prácticas empresariales a lo largo de los años. Pero, ¿cuál es el secreto del éxito del empresario?

13 Enero de 2022 06.07

La carrera empresarial de Amancio Ortega ha ido creciendo desde sus inicios, al igual que su patrimonio, lo que lo ha llevado a posicionarse en alguna ocasión como el hombre más rico del planeta, según la lista Forbes. Y todo gracias al esfuerzo que hay detrás de lo que nació como una pequeña empresa textil que ha crecido hasta convertirse en una de las mayores compañías de distribución de moda en el mundo: Inditex.

Corría el año 1963 cuando Amancio Ortega y su mujer comenzaban su actividad en A Coruña. Confecciones GOA iniciaba su andadura en un modesto taller, en el que se confeccionaban vestidos y batas de mujer para su distribución. En diez años, la plantilla pasó a estar formada por 500 personas.

Amancio Ortega, fundador de Inditex

En 1975, tras doce años dedicados a la fabricación textil, el empresario abrió su primera tienda Zara en A Coruña. Dos años después estableció la sede de la compañía en el coruñés municipio de Arteixo y construyó las fábricas GOA y Samlor en esta localidad.

El éxito de Zara se palpó desde los primeros años de su lanzamiento. La marca comenzó a crecer a nivel nacional y en 1983 ya disponía de nueve tiendas en algunas de las zonas comerciales más prestigiosas de las principales ciudades españolas. Dos años después se fundó Inditex como la empresa holding del grupo.

Zara

El cliente como eje central

El modelo de negocio de Zara sitúa al consumidor en el centro de las decisiones, le acerca a sus preferencias y le ofrece moda a precios asequibles. El cliente es el punto central en el día a día, llegando incluso a ser el creador de tendencias en vez de ser el diseñador quien impone una forma de vestir.

El objetivo de Inditex es el de dar al consumidor lo que quiere satisfaciendo sus deseos y demandas, escuchando sus gustos, opiniones y necesidades. Y así lo ha demostrado en sus más de 50 años de historia. 

La velocidad ante todo

Una vez que la compañía ha identificado lo que el cliente busca, impera dárselo más rápido que sus competidores, por lo que la velocidad se convierte en una importante ventaja competitiva para el negocio.

Esta política empresarial ha hecho que Inditex se convierta en un imperio textil que opera en más de 200 mercados. Y es que la compañía ha llevado a cabo una estrategia de internacionalización definida y conservadora, lo que le ha permitido experimentar una importante expansión desde sus inicios.

Marta Ortega Pérez, hija de Amancio, al frente de Zara.

Apuesta por la digitalización

Zara Home se convirtió en la primera marca de la compañía en vender a través de internet en 2007 y en 2010 llegó el turno de Zara. La firma empezó a operar online en septiembre y al finalizar el año ya se vendía a través de este canal en 16 mercados europeos.

En 2011, con el nombramiento de Pablo Isla como presidente, todas las marcas operaban a través de internet y Zara comenzó a vender online en Estados Unidos y Japón. Desde entonces, Inditex ha continuado con la expansión de su modelo de tienda integrado (online y física), el acceso a nuevos mercados, las tiendas flagship y la reforma de los establecimientos ya existentes.

Diversificación

Durante la década de los 90 y principios del siglo XXI, Inditex incluyó en su portfolio nuevas marcas que se sumaron a Zara: Pull&Bear y Massimo Dutti (1991), Bershka (1998), Stradivarius (1999), Oysho (2001), Zara Home (2003) y Uterqüe (2008).

La creación de estas firmas son el reflejo, una vez más, del relevante papel que para Inditex juega el cliente. A través de ellas consigue llegar a diferentes públicos, lo que le permite estar presente en importantes nichos de mercado.

Innovación

Pero esta rápida capacidad de reacción de Inditex para detectar los gustos de sus clientes y los cambios en las tendencias de moda, crear diseños acordes a ellas y colocarlas en sus tiendas no sería posible sin una cadena de producción eficaz y un brillante suministro 'limitado' de prendas.

Para Ortega, la innovación es una obligación. Renovar y perfeccionar todos los procesos de fabricación, las instalaciones o las imágenes de las marcas ha sido fundamental en el exitoso modelo de negocio del empresario. 

En la actualidad, que su hija menor Marta Ortega Pérez se hará cargo de la compañía, todos estos principios deben ser mantenidos y potenciados para que el éxito continúe.

*Nota publicada en Forbes España

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