Dos hombres fueron hallados sin vida en una de las habitaciones de Casa Casuarina, conocida popularmente como la que fuera la Mansión Versace y donde residía el diseñador Gianni Versace.
Según una de las empleadas del lugar, ante la no presentación de ninguno de los dos huespedes para el check out de las 11.00 am y al ver que ya pasaba el mediodía, concurrió con la llave maestra y al abrir la habitación se encontró con el cuerpo de una persona mayor, caucásico, tendido sobre la cama con un arma en su mano, inmediatamente avisó a sus superiores quienes luego encontraron al otro hombre mas jóven también sin vida.
El hecho está en investigación pero no se descarta que se trate de una discusión de pareja que terminó de la peor forma. Aun se desconoce la identidad de los fallecidos.
Curiosamente, este suceso ocurre a solo un día de que se cumplan 24 años del asesinato de Gianni Versace. Fue en la mañana del 15 de Julio de 1997 en la puerta de su mansión en Miami Beach, reseña el site semanario argentino.
El diseñador de 50 años habia salido por la mañana a desayunar a News Café que queda a sólo metros de su casa, y Andrew Cunanan, un trabajador sexual de 27 años le disparó en la nuca y el cuello provocando su muerte instantánea.
Esa mansión fue conocida en los años '80 por el nombre de Apartamentos Cristopher Colombus, en honor al explorador. Pero el paso del tiempo quiso que la mansión se fuese degradando más y más. Para alivio de todos, el diseñador Gianni Versace salió a su rescate en 1992.
La descubrió por casualidad, en una parada que hizo en la ciudad para visitar a su hermana Donatella Versace, antes de llegar a su destino final, Cuba.
Se enamoró de ella nada más verla, sobre todo cuando vio a la estatua de Afrodita arrodillada, que era muy del gusto del diseñador que adoraba la mitología griega y romana. Compró el edificio de estilo español por 10 millones de dólares y el Hotel Revere de estilo art déco que estaba pegado a él, a pesar de que la Liga de Preservación de Diseño de Miami estaba en contra, asegura la revista Vanity Fair.
Pero el diseñador tenía otros planes: convertir la Villa en una mansión exuberante de estilo neoclásico, en la que invirtió el triple de la suma que le había costado para remodelarla.
Ahora la Casa Casuarina se componía de 10 habitaciones decoradas con frescos, 11 baños, una piscina, un observatorio, varios jardines y esculturas de bronce. Las obras se alargaron hasta 1997, año en el que Andrew Cunanan le disparó a Versace.
Después del fatal incidente, la sobrina del diseñador Allegra Beck, heredó la propiedad cuando fue mayor de edad y su hermano, Daniel Beck, se quedó con la colección de arte que estaba dentro de la propiedad (las piezas se subastaron en Nueva York por 28 millones de dólares) .
La familia estaba dispuesta a deshacerse de todo. Pronto, el magnate de las telecomunicaciones, Peter Loftin, compró la mansión por 19 millones de dólares y la convirtió en un club de lujo solo para socios. Como no resultó, intentó rentabilizarla ofreciendo tours por la casa, y finalmente lo intentó con un hotel de lujo. Pero el proyecto fracasó en todas las ocasiones y, en el año 2009, la Casa Casuarina estaba de nuevo en venta.
El empresario Barton G. Weiss la reabrió como The Villa by Barton G. Pero en 2012, su empresa se fue a la quiebra, y Weiss intentó vender la construcción por 125 millones de dólares sin éxito.
Un año después, la mansión de estilo mediterráneo ya estaba en propiedad de la compañía Jordache Enterprises, que la había comprado por 41 millones y medio de dólares. Los nuevos propietarios querían que el nuevo hotel mantuviese la huella del diseñador: los mosaicos, las molduras de oro, las columnas, los pórticos...
Porque, a pesar de que Donatella Versace se empeñó en borrar el rastro de su hermano antes de venderla ?a excepción de la medusa gigante que decora una de las paredes del jardín?, la casa seguía recordando a su dueño más célebre.
Donald Trump, que ya entonces era propietario de la residencia Mar-A-Lago, en Florida, ofreció la segunda mejor oferta, pero en esta ocasión no resultó vencedor.
En 2014 corrió la noticia de que el matrimonio Beckham había comprado la Casa Casuarina por 60 millones de dólares, pero a pesar de que las informaciones parecían certeras, el trato acabó en nada.
En la actualidad, la edificación ejerce las funciones de un hotel, The Villa Casa Casuarina, que frecuentan de manera habitual celebridades como Paris Hilton, Tom Cruise y Matt Damon, entre otros. Allí es posible cenar langosta o caviar en el restaurante Gianni's y dormir en una de sus suites si se está dispuesto a desembolsar entre 700 y 1.000 euros por noche.