La filantropía entre las personas con más dinero en el mundo está cambiando. Este proceso es liderado por personas como Melinda Gates y MacKenzie Scott, ex esposas de Bill Gates y Jeff Bezos, al optar por un modelo distinto en el cual se le da más libertad de acción a las organizaciones beneficiadas. El año pasado, Elon Musk también eligió ese camino al donar una gran cantidad de dinero de su patrimonio.
Según se reveló, el CEO multimillonario de Tesla, Elon Musk, donó más de US$ 5 mil millones en acciones de su compañía a una organización benéfica no especificada. El hecho ocurrió en noviembre, aunque fue dado a conocer este lunes, y se trata de una transacción que se produjo semanas después de que él prometió vender el 10% de sus participaciones en la empresa.
En los papeles oficiales quedó asentado que Elon Musk transfirió 5.044.000 acciones de Tesla, que valían más de 5.400 millones de dólares en ese momento, en el transcurso de diez días en noviembre, según un documento de la Comisión de Bolsa y Valores. La presentación calificó la transferencia como un "regalo de buena fe" a la caridad, pero no dijo qué caridad recibió las acciones.
Por el momento no está claro a quién Musk donó sus acciones, pero un mes antes, Musk respondió a un artículo sobre el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas tuiteando que donaría US$ 6 mil millones a través de acciones vendidas de Tesla a la organización si puede explicar cómo resolvería con su dinero el hambre mundial.
Lejos de Gates y Bezos: Melinda French y MacKenzie Scott se distancian del modelo filantrópico de sus exmaridos
El director ejecutivo del PMA, David Beasley, describió un plan en Twitter y etiquetó a Musk días antes de que donara las acciones a una organización benéfica no especificada. Musk y Tesla no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios de Forbes.
Una filantropía diferente
Con este acto, Elon Musk se unió a una forma de filantropía “basada en la confianza” en la que son las organizaciones benéficas las que eligen cómo gastar el dinero. A diferencia de algunas décadas atrás, donde los multimillonarios querían tener poder de decisión sobre las actividades de la organización, en ese caso hay más libertad en cuanto a los caminos a seguir.
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Algo similar realizan Melinda Gates y MacKenzie Bezos, ex esposas de Bill Gates y Jeff Bezos respectivamente. Ambas donaron miles de millones el año pasado a distintas organizaciones y evitaron que haya un desequilibrio de poder entre el donante y el beneficiario.
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French Gates y Scott ciertamente no inventaron la idea de permitir que los beneficiarios tomen sus propias decisiones con un enfoque menos intervencionista, pero pueden abrir la puerta para dar más en ese mismo espíritu'', dice Elizabeth Dale, profesora asociada de liderazgo Seattle Universidad.
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“Estamos en un momento en el que algo de esto se une en respuesta a activistas de base y líderes sin fines de lucro. Se ha cuestionado la idea de que los filántropos adinerados saben lo que es mejor, y esa crítica ha existido durante mucho tiempo”, añade la profesora.
La decisión de Elon Musk
En noviembre, Musk tuiteó una encuesta preguntando a sus seguidores si debería vender el 10 % de sus acciones en Tesla en un intento de contrarrestar las acusaciones de evasión fiscal, a lo que casi el 58 % de los 3,5 millones de votantes respondieron que sí. Forbes estimó que Musk necesitaría vender unos 17 millones de acciones, con un valor de casi US$ 15 mil millones al cierre del lunes, para alcanzar este objetivo, y vendió más de 9 millones de acciones en noviembre.
La venta podría ser necesaria para cubrir una factura de impuestos multimillonaria en la que Musk incurriría después de ejercer millones de opciones sobre acciones de Tesla. El patrimonio neto de Musk es de US$ 242.4 mil millones, según las estimaciones de Forbes. Eso lo convierte en la persona más rica del mundo, con un valor de casi US$ 60 mil millones más que la familia de la segunda persona más rica del mundo, el director ejecutivo de LVMH, Bernard Arnault.
