En un solo día, vendió más de 2 millones de entradas para su nueva gira por EE.UU. Cuando anunció sus fechas en América Latina, los argentinos no se quedaron atrás y en menos de 12 horas agotaron tres River Plate -casi 250.000 personas-. Taylor Swift es la cantante más exitosa de la última década y sus números y récords así lo confirman: con una fortuna de US$ 740 millones, gracias a su tour podría terminar el año convertida en multimillonaria.
Es la tercera artista más escuchada en Spotify y vendió más de 50 millones de discos en su carrera (muchos en formato físico, una rareza de esta época). Ícono de las nuevas generaciones, no permitió que los desafíos que afectaron a muchos otros artistas frenaran su carrera.
Hacedora de hits, es también compositora. De hecho, el control que ejerce sobre su marca personal es conocido (y admirado). Su último período de productividad incluyó cinco discos nuevos en poco más de dos años y la expansión de su merchandising. Midnights, su décimo álbum, vendió el equivalente a más de 1,5 millones de copias solo en EE.UU., el mayor número alcanzado por un disco en siete años.
Y sus canciones ocuparon completo el Top 10 de Billboard. Durante la pandemia, lanzó dos discos sorpresa, Folklore y Evermore, y dos regrabaciones de álbumes viejos, un proyecto al que se empezó a dedicar para retomar el control de sus grabaciones luego de que su exsello discográfico fuera vendido sin su participación.
La culminación de este período se dio con el anuncio de que este año se embarcaría en su primera gira en cinco años, The Eras Tour. Lo que ella denominó como un recorrido a través de todas las eras musicales de mi carrera resultó en una demanda tan grande que Ticketmaster, la empresa encargada de vender las entradas en EE.UU., terminó en la justicia por incumplimiento del servicio (según la compañía, fue imposible con esos niveles de demanda). Es la artista femenina más rica del mundo cuya única fuente de ingresos es la música. Fue nombrada además la música más ganadora cuatro veces y es la artista femenina mejor paga durante la década de 2010.
El tour que llegará a la Argentina
Su última gira había sido en 2018, Reputation Stadium Tour, en la que recaudó más de US$ 345,7 millones a nivel mundial y agotó 2 millones de entradas. En octubre, Swift anunció The Eras Tour, su mayor gira hasta el momento, con 52 shows en EE.UU. Agotó más de 2 millones de tickets en un día en no viembre y, desde entonces, vendió más de 3 millones. La demanda generó que los tickets, que en su precio oficial cotizan hasta casi US$ 900 por paquetes VIP, se revendieran hasta por US$ 90.000.
El mes pasado anunció la llegada del tour a América Latina, por ahora, con fechas en México (4), Brasil (5) y Argentina (3) -aunque los fans especulan con que podrían sumarse más días-. Aunque el valor de las entradas sea menor en dólares, igual significará una nueva ola de ingresos para la cantante, tanto por los tickets como por el merchandising y el arrastre que genera además en los números de streaming y venta de discos.
Los valores de las entradas en la Argentina van desde los $ 16.000 por ubicaciones con vista parcial hasta $ 175.000 por un paquete VIP (que incluye entrada, merchandising y acceso temprano al estadio). Por la diferencia del tipo de cambio y lo alto de los precios en EE.UU., muchos fans especulaban con que era más barato pagar un pasaje y venir a Buenos Aires.
¿Cuánto ganará con el tour?
Según expertos, solo por las fechas en EE.UU. facturaría US$ 620 millones, de los cuales podría quedarse con hasta US$ 500 millones. Esa estimación toma el precio promedio de entrada a US$ 215 pero, como los valores siguen subiendo, se estima que será aún más. Según Billboard y otros expertos de la industria, la cantante recibe entre 100% y 110% de la venta de los tickets. A eso se le suma el merchandising, que agregaría otros US$ 87 millones. Con estas estimaciones, es difícil pensar que Swift no termine 2023 siendo multimillonaria.
El impacto de los recitales va más allá del bolsillo de la cantante. De hecho, según Fortune, un informe de la compañía QuestionPro sugiere que The Eras Tour tiene el potencial de generar US$ 4.600 millones en gastos de consumidores solo en EE.UU. Es que los fans que van a los conciertos no reparan en gastos: además de las entradas, compran outfits para la ocasión, se quedan en hoteles cerca de los estadios, comen y viajan. En Chicago, la tasa de ocupación de los hoteles llegó al 96,8% durante los días de sus conciertos.
Vida y obra
Swift nació en 1989 en Pennsylvania, hija de un padre corredor de bolsa para Merrill Lynch y una exejecutiva de marketing de un fondo. Su abuela materna era cantante de ópera y fue de sus grandes inspiraciones. Decidida a perseguir una carrera musical, cuando tenía 13 años se mudó con su familia a Tennessee, para estar más cerca de Nashville, la cuna de la música country en EE.UU. Al año siguiente firmó su primer contrato como compositora con Sony/ATV y en una presentación capturó la atención del productor Scott Borchetta, que le ofreció un contrato con su sello, Big Machine.
Su primer éxito fue la canción Tim McGraw (inspirada en su artista country preferido), en 2006. A partir de allí, comenzó el ascenso. Sacó su primer disco, fue telonera de otros artistas y en 2008 llegó Fearless, el segundo álbum, ya con mayor influencia pop y un concepto mainstream, que la coronaron como la niña bonita del mundo musical digital. En 2009, después de su primer tour, tuvo uno de los primeros tragos amargos de su fama, cuando subió a recibir un premio de MTV y el cantante Kanye West la interrumpió para decir que Beyoncé era quien merecía en realidad el galardón.
Sus siguientes discos fueron éxitos indiscutidos, con canciones que sus fans (y los medios) diseccionaban frase por frase para adivinar en qué exnovio se había inspirado. En 2018 dejó Big Machine y firmó con Republic Records y Universal Music Group. Al año siguiente, su exsello, que era dueño de las grabaciones máster de sus seis discos, fue vendido a Scooter Braun, manager que tenía entre sus clientes a Kanye West. Swift habló públicamente en contra del negocio, asegurando que Borchetta había rechazado sus intentos por adquirir los masters y que Braun le había hecho bullying durante años. Trató de negociar con Braun, quien le vendió el catálogo a un fondo de inversión privado en 2020. Entonces, Swift decidió regrabar su material para retomar el control, con el objetivo de que quienes la escuchen lo hagan a través de estas nuevas versiones y no de las originales.
Antes, en 2014, ya le había puesto un freno a otra situación de la industria que consideraba abusiva, cuando sacó su catálogo completo de Spotify, argumentando que el servicio de la compañía de streaming socavaba el modo premium que paga más regalías. Por el mismo motivo criticó a Apple Music, que tuvo que dar marcha atrás con su política de no pagar royalties durante el período de prueba gratuito. En 2017, su catálogo completo volvió.
Como se puede ver en el documental que estrenó Netflix en 2020, Miss Americana, los últimos años fueron transformadores para Swift, que no solo se enfocó en retomar el control de su carrera, sino que hizo declaraciones públicas sobre política y temas sociales, que antes había esquivado por temor a las represalias. Además, es la cara de numerosas marcas, pero puso un freno cuando el exchange de cripto FTX quiso ser su sponsor por US$ 100 millones. Este año, con su disco Midnights y su Eras Tour, se consagró definitivamente como la artista pop más importante de su generación.