Intuitive Machines, con sede en Houston, espera convertirse este mes en la primera empresa privada en aterrizar en la superficie lunar. Se trata de una de las varias compañías multimillonarias a las que la NASA está recurriendo para desbloquear la Luna, reducir los costos de la agencia y hacer crecer la incipiente economía espacial mientras planea misiones a la Luna, Marte y más allá.
Datos claves
La NASA está trabajando con 14 empresas estadounidenses para ayudar a llevar instrumentos científicos y tecnología a la superficie lunar como parte de su programa Artemis para enviar personas a la Luna.
Las primeras nueve empresas se unieron al esquema de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS) de la NASA en 2018, incluida Astrobotic Technology, con sede en Pittsburgh, cuya misión Peregrine marcó tanto el primer lanzamiento como el primer error del programa después de que una fuga de combustible echara por tierra las esperanzas de que aterrizara en la Luna y lo enviara de regreso a la Tierra.
El próximo lanzamiento del programa, el 15 de febrero, correrá a cargo de Intuitive Machines, de Houston, empresa cofundada por Kamal "Kam" Ghaffarian, que preside su consejo de administración y tiene un patrimonio estimado de 2.300 millones de dólares generados por empresas relacionadas con el espacio.
La pareja de multimillonarios Eren y Fatih Ozmen, con un valor de 3.400 y 3.300 millones de dólares respectivamente, fundaron y ahora dirigen Sierra Nevada Corporation, una de las cinco empresas añadidas al esquema en 2019, aunque Sierra aún no obtuvo un contrato CLPS.
SpaceX, de Elon Musk, también se unió en 2019 y aún no se le adjudicó un contrato bajo CLPS, aunque la compañía ya firmó valiosos acuerdos con la NASA y su tecnología de cohetes reutilizables se está utilizando para lanzar otras misiones CLPS como la IM-1 de Intuitive.
El fundador de Amazon, Jeff Bezos, a través de su compañía espacial Blue Origin, también se unió al programa en 2019 y la compañía aún está subiendo el nivel de SpaceX y, de forma similar a la firma de Musk, Blue Origin aún no obtuvo un contrato CLPS, pero tiene contratos lucrativos con la NASA para otros trabajos.
¿Qué empresas ganaron contratos CLPS?
Todas las empresas que participan en CLPS pueden optar a contratos de la NASA y hasta ahora la agencia adjudicó 10 para que empresas lleven material a la Luna. Dos fueron adjudicados a Astrobotic y tres a Intuitive, cuyas misiones están previstas para 2024. Firefly Aerospace, con sede en Texas, se adjudicó dos contratos de entrega y tiene previsto lanzar la primera de sus dos misiones lunares en 2024, donde espera posar su módulo de aterrizaje Blue Ghost en la cuenca lunar Mare Crisium. La misión Blue Ghost 2, prevista para 2026, transportará cargas útiles de la NASA a la cara oculta de la Luna y pondrá en órbita lunar un satélite de comunicaciones.
Draper, con base en Massachusetts, también volará a la cara oculta de la Luna y está previsto que aterrice en la Cuenca de Schrödinger en 2025. Las dos misiones CLPS restantes se cancelaron después de que la NASA adjudicara los contratos. Una de las misiones se canceló después de que la empresa, Masten Space Systems, tuviera problemas para ajustarse al presupuesto del proyecto y acabara declarándose en quiebra.
A Orbit Beyond, con sede en Nueva Jersey, también se le adjudicó un contrato CLPS, pero la NASA rescindió el acuerdo después de que la empresa dijera que no podría cumplir los plazos de la misión. La empresa aún puede presentar ofertas para futuros trabajos en el marco del programa, en el que también participan el titán de la industria Lockheed Martin Space, Ceres Robotics, Deep Space Systems y Tyvak Nano-Satellite Systems.
Moon Express, con sede en Florida y cofundada por Naveen Jain, también estuvo entre la primera oleada de empresas que pujaron por contratos de la NASA y en 2016 se convirtió en la primera compañía en obtener el permiso del gobierno estadounidense para aterrizar en la Luna, donde planea explotar el satélite -que describe como el "octavo continente de la Tierra"- en busca de agua y minerales.
Antecedentes
Salir del planeta Tierra es una empresa cara y arriesgada. Históricamente, los aterrizajes en la Luna y en otros lugares fueron competencia casi exclusiva de los gobiernos nacionales. Los programas espaciales de sólo cinco países -Estados Unidos, la Unión Soviética, China, India y Japón-lograron la hazaña y, de ellos, sólo tres lo hicieron recientemente (China aterrizó por primera vez en 2013, India lo hizo el año pasado y Japón hizo lo propio con su sonda "Francotirador Lunar" este enero).
Al aumentar su dependencia de la empresa privada mediante planes como el CLPS, la NASA espera fomentar la incipiente economía espacial, impulsar la competencia y reducir sus gastos. La agencia dijo que las empresas privadas constituirán una parte clave de sus planes futuros para la Luna -donde espera alunizar astronautas esta década y, en última instancia, establecer una base lunar como trampolín para posteriores exploraciones-, Marte y el espacio más profundo.
La competencia entre multimillonarios por colonizar el espacio resultó útil para los objetivos de la agencia. Además de los implicados en el programa CLPS, otras figuras acaudaladas como Richard Branson, de Virgin Galactic (con una fortuna de 2.900 millones de dólares), el empresario aeroespacial Robert Bigelow y el pionero de las criptomonedas Jed McCaleb (con una fortuna de 2.700 millones de dólares y cuya empresa Vast planea lanzar la primera estación espacial privada) trabajan para amasar fortunas y expandir sus imperios empresariales fuera del planeta.
¿A qué prestar atención?
La misión IM-1 de Intuitive Machines se lanzará el jueves y, si tiene éxito, se convertirá en la primera empresa privada que aterriza en la superficie lunar. Anteriormente, tres lo intentaron y fracasaron: Astrobotic, cuyo módulo de aterrizaje Peregrine se quemó en la atmósfera terrestre; la japonesa Ispace, cuyo módulo de aterrizaje se estrelló contra la superficie lunar el año pasado; y la israelí SpaceIL, que intentó alunizar en el Mar de la Serenidad en 2019.
- 2.600 millones de dólares. Ese es el valor máximo de los contratos CLPS de la NASA hasta 2028. La NASA dijo que alienta a las empresas a "volar cargas útiles comerciales" además de lo que contrataron. Además del equipo de la NASA, Astrobotic transportó restos humanos y ADN en su misión y el módulo de aterrizaje Odysseus de Intuitive está listo para transportar una serie de esculturas del artista Jeff Koons, parte de un proyecto criptográfico NFT.