Hace poco más de un mes iniciaba un proceso que terminaría con Elon Musk comprando Twitter por US$ 44.000 millones. A principios de abril, era imposible saber que uno de los hombres más ricos del mundo se quedaría con la red social del pajarito. Pero pasó y, sin dudas, será recordado como uno de los grandes hitos en la historia de Internet y las plataformas.
El primer baile entre Elon Musk y Twitter
La historia comenzó el día 4 de abril cuando se anunció que Elon Musk había comprado casi el 10% de las acciones de Twitter. Según reveló la empresa en una presentación ante la SEC, el CEO de Tesla, Elon Musk, adquirió una participación del 9,2%. Lo hizo semanas después de acusar a la plataforma de redes sociales de no adherirse a los principios de libertad de expresión.
En su presentación regulatoria, Twitter dijo que Musk compró alrededor de 73,4 millones de acciones ordinarias en la plataforma de redes sociales. La divulgación de esta información llevó a un aumento del 25 % en el precio de las acciones de Twitter.
Esta adquisición convertiría a Musk en el mayor accionista de la compañía, casi cuatro veces el tamaño de la participación del 2,25% del fundador, Jack Dorsey. En total fueron US$ 2.89 mil millones los que pagó Musk por esa cantidad de acciones de Twitter.
No fue suficiente para Musk
Pocos días después de anunciarse que Elon Musk poseía casi el 10% de Twitter, el multimillonario realizó una encuesta para saber si los usuarios querían un botón que permitiera editar tweets. Esa herramienta generó discusiones en la compañía durante años y Musk parecía dispuesto a resolverla en pocos minutos.
Sin embargo, su idea no trascendió y, por algún motivo, Musk se disgustó con la junta de Twitter. Tanto, que decidió no participar de ella. El CEO de Twitter, Parag Agrawal, anunció el 10 de abril que Elon Musk decidió no unirse a la junta de Twitter. Algo que ocurrió tan solo una semana después de que el multimillonario revelara que había adquirido una participación del 9% en el gigante de las redes sociales.
Al hacer el anuncio en Twitter, Agrawal escribió que Musk había rechazado formalmente la oferta de la compañía para unirse a la junta el 9 de abril, aunque no aclaró el motivo por el cual el excéntrico multimillonario dijo que no. De todos modos, esbozó que su empresa “siempre estará abierta a los aportes de Musk, que es el mayor accionista de la empresa”.
Luego de la decisión de Musk, en el premercado del lunes, las acciones de Twitter cayeron un 3,75%.
La oferta que estremeció al mundo
A mediados de abril, más precisamente el día 14, el multimillonario y director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, se ofreció a comprar Twitter, convertir la empresa en privada y tornarla en una plataforma para la "libertad de expresión", según una presentación enviada a la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) en ese momento.
En la presentación ante la SEC, Musk dijo que estaba ofreciendo comprar el 100% de Twitter a US$ 54,20 por acción en una transacción en efectivo y luego hacerlo privado. Musk señaló que cree en el potencial de Twitter para convertirse en una plataforma de libertad de expresión y cumplir un "imperativo social" clave.
Además de realizar la oferta Musk aseguró que “era la mejor y única que iba a hacer”. “Si no la aceptan, tendré que analizar mi posición como accionista”, agregó en lo que muchos interpretaron como una “amenaza” o “extorsión” ya que si vendía sus acciones a poco tiempo de comprarlas podría hacer caer el precio de estos activos.
Al realizar la cuenta, se estimó que la oferta final de Musk por Twitter alcanzaba los US$ 44 mil millones de dólares.
La “píldora venenosa” de los accionarios de Twitter
El 15 de abril Twitter anunció la adopción de un plan de derechos de los accionistas de duración limitada, conocido como "píldora venenosa", en respuesta a la oferta de adquisición de US$ 43 mil millones del CEO de Tesla, Elon Musk, un día antes. De esta forma, la compañía se preparaba para resistir una posible adquisición hostil.
Según el plan, si algún accionista adquiría más de un 15% de participación en Twitter sin la aprobación de la junta, otros accionistas podrían agregar a sus participaciones a un precio con descuento. El plan, que es "similar a otros planes adoptados por empresas públicas en circunstancias comparables", expiraría el 14 de abril de 2023.
En medio de ese ida y vuelta, Musk contrató a Morgan Stanley para que lo asesore. Mientras que Twitter respondió contratando tanto a Goldman Sachs como a JP Morgan para asesorarlo. En paralelo Agrawal instó al personal a permanecer resistente, pero les advirtió que se preparen para un período de distracciones. La compañía recibiría una protección sustancial por la píldora venenosa, que permitirá a Twitter vender acciones con descuento, reduciendo la propiedad de Musk. Pero el millonario estaba decidido a comprar la empresa y era imposible saber qué ocurriría.
La compra por US$ 44.000 millones
Para el 25 de abril, la situación era otra. Varios acciones de Twitter se juntaron con Elon Musk y los rumores indicaban que estaban dispuestos a vender su parte de la empresa.
Twitter reexaminó la oferta de Elon Musk para comprar la compañía y los medios informaban que “estaban más dispuesto a negociar con el multimillonario”. Esto lo contó el Wall Street Journal, días después de que el CEO de Tesla anunciara que había obtenido US$ 46.500 millones en financiamiento para la compra.
La postura de resistir del comienzo comenzó a caerse de a poco y varios accionistas empezaron a presionar para vender Twitter. Finalmente, el directorio de Twitter dijo que aceptaría la oferta de Musk de 44.000 millones de dólares por la compañía, poniendo fin a una saga de semanas sobre si la compañía aceptaría su oferta no solicitada.
“La Junta de Twitter llevó a cabo un proceso reflexivo e integral para evaluar la propuesta de Elon con un enfoque deliberado en el valor, la certeza y la financiación”, dijo el presidente de Twitter, Bret Taylor, en un comunicado. “La transacción propuesta generará una prima en efectivo sustancial y creemos que es el mejor camino a seguir para los accionistas de Twitter”.
Problemas para Musk
Apenas trascendió la noticia de que Elon Musk había cerrado la compra de Twitter, Tesla sintió el impacto negativo de la adquisición.
Y luego de eso, grupos de derechos humanos plantearon su preocupación por la incitación al odio en Twitter y el poder que su adquisición por parte de Elon Musk daría al multimillonario, después de que el autodenominado "absolutista de la libertad de expresión" llegó a un acuerdo para comprar la red social.
Musk, que también es presidente ejecutivo del fabricante de autos eléctricos Tesla Inc., se ha descrito a sí mismo como un "absolutista de la libertad de expresión" y ha criticado las políticas de moderación de contenidos de Twitter.
"Independientemente de quién sea el propietario de Twitter, la empresa tiene responsabilidades en materia de derechos humanos para respetar los derechos de las personas de todo el mundo que dependen de la plataforma", dijo a Reuters en un correo electrónico Deborah Brown, investigadora y defensora de los derechos digitales en Human Rights Watch.
"Lo último que necesitamos es un Twitter que voluntariamente haga la vista gorda ante los discursos violentos y abusivos contra los usuarios, en particular los más desproporcionadamente afectados, como las mujeres, las personas no binarias y otros", dijo el lunes Michael Kleinman, director de tecnología y derechos humanos de Amnistía Internacional en Estados Unidos.
Los ataques de Jeff Bezos y Bill Gates
Al día siguiente de la compra de Twitter, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, se preguntó si la flamante adquisición por parte de Elon Musk podría suponer una mayor influencia de China en la redes sociales, teniendo en cuenta que el gigante asiático es el segundo mayor mercado para Tesla.
Este planteo, por parte de la segunda persona más rica del mundo, llegó después de un tweet publicado por Mike Forsythe, periodista de The New York Times, en el que subrayó que China es el principal proveedor de baterías de Tesla.
De todos modos, a lo pocos minutos de largar ese interrogante inesperado se autocontestó: “Mi propia respuesta a esta pregunta es que, probablemente, no. De hecho, el resultado más probable es la complejidad en China para Tesla", dijo y cerró: “Pero ya veremos. Musk es extremadamente bueno navegando en este tipo de complejidad".
Un par de días después, más precisamente el 5 de mayo, fue Bill Gates quien apuntó contra Musk. “Podría empeorar la desinformación en Twitter, pero también podría mejorar la plataforma”, le Bill Gates a la BBC el jueves, respondiendo a las críticas públicas del CEO de Tesla sobre él, donde destacó su propia experiencia personal siendo protagonista de numerosas teorías de conspiración sobre las vacunas, alimentadas por información errónea en las redes sociales.
Los planes de Musk para Twitter
Desde el 30 de abril que circula información sobre los planes de Musk para Twitter. En conversaciones con banqueros antes de privatizar Twitter, Elon Musk sugirió despedir trabajadores, invitar a personas influyentes a crear contenido e introducir servicios de suscripción para mejorar los resultados de Twitter.
Musk también sugirió monetizar los tuits y recortar los salarios de los ejecutivos y de la junta, según informes de Bloomberg , el Washington Post y Reuters , todos citando fuentes no identificadas que conocían sus esfuerzos de recaudación de fondos.
Por otro lao, Elon Musk afirma que puede aumentar los ingresos anuales de Twitter a 26.400 millones de dólares en 2028, desde los 5.000 millones del año pasado, informó el viernes el New York Times, que citó un informe presentado por el hombre más rico del mundo a inversores.
La publicidad se reducirá al 45% de los ingresos totales bajo el mandato de Musk, frente a un 90% en 2020, pero generará 12.000 millones de dólares en ingresos en 2028, mientras que las suscripciones aportarían 10.000 millones de dólares, según el documento. Musk también espera 69 millones de dólares en ingresos por suscripciones a Twitter Blue, informó el NYT.