Desde un pasillo se observan las salas experimentales, donde se mide la salinidad, la temperatura, hasta el color y el nivel de la luminosidad en el crecimiento del camarón. Son salas con pequeños tanques, ubicados en cuatro filas, donde se cuentan unas 60 unidades. En una de ellas hay luces de diferentes colores, como un azul que se va degradando hasta gris y blanco. Se estudia al camarón desde la fase de los reproductores, nauplios, zoe, larvas, postlarvas, juveniles y adultos. En otra zona están los laboratorios donde hacen análisis para la fábrica y para el sector acuícola. El Skretting Aquaculture Innovation Guayas Research es una estación de investigación y desarrollo de las más avanzadas a escala global, completamente dedicada a estudiar al camarón.
Alex Obach, director de Innovación de Skretting Global, se atrevió a decir que se trata de un momento “histórico para la industria camaronera”, la inauguración de esta planta instalada en el cantón Durán (Guayas). La inversión asciende a US$ 6,1 millones y se levantó en los últimos dos años. Trabajarán 30 técnicos ecuatorianos, altamente capacitados, y el centro estará integrado a la red de innovación internacional que tiene la multinacional, con más de 170 expertos en acuicultura, donde se incluyen 50 científicos.
“Todas las actividades del centro van a estar destinadas a mejorar la productividad y la sostenibilidad de la industria camaronera”, señaló Obach. Los objetivos van desde la calidad nutricional de los alimentos en los diferentes estadíos, aumentar la gama de insumos, desarrollar alimentos funcionales, mejorar el bienestar animal, dar asesoría técnica a la industria y buscar nuevas tecnologías que permitan tecnificar el cultivo del crustáceo.
Therese Log Bergjord, CEO de Skretting Global, y de origen noruego, mencionó que la innovación es un compromiso de la industria, que en los últimos años ha invertido más de US$ 20 millones en innovación y soluciones en cultivos de camarón.
Ecuador es el líder en producción del crustáceo en el mundo en los últimos dos años, pero si no sigue innovando puede ser desplazado por competidores, como India, que le pisa los talones. Eso lo tiene claro José Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA). “Una cosa es apuntar a la sostenibilidad del cultivo, que es lo que deseamos, pero no podemos olvidar que estamos en entornos altamente competitivos, si Ecuador ya tiene credenciales en la sostenibilidad de sus cultivos y no sigue invirtiendo en la eficiencia de las fincas camaroneras, el procesamiento y la tecnificación de sus procesos, rápidamente puede ser desplazado por otros países que tienen estructuras de costos más bajos. La única forma es con innovación”, dijo.
El país ya es un hub en tecnología e innovación y un referente para otros países productores del continente y del mundo. Tanto que una delegación “numerosa” de India asiste a la Aqua Expo 2022, el Congreso Mundial de Acuacultura, entre el 17 y el 20 de octubre de 2022, en Guayaquil. Son más de 200 pabellones, más de 3.000 visitantes. El programa técnico será en dos salas, de forma simultánea, con temas de salud animal, nutrición y manejo de la alimentación, calidad e inocuidad, procesos eficientes de producción, uso de nuevas tecnologías, sostenibilidad, certificaciones y proyecciones del mercado del camarón. Más de 60 conferencistas nacionales y extranjeros participarán en exposiciones y paneles.
Uno de los pilares para “el gran salto” en las exportaciones del sector ha sido la innovación. El año pasado ya rompió varios récords cuando exportó sobre los US$ 5.100 millones y es el principal sector no petrolero que genera mayores divisas. Camposano confirmó otro récord para este 2022. Calcula que cerrarán el año con una cifra cercana a los US$ 7.000 millones. Entre enero y agosto pasado, según los datos del Banco Central del Ecuador, el camarón realizó ventas por US$ 5.085 millones. Eso significa un crecimiento de 60 % en valor y 33 % en volumen, en relación a un periodo similar de 2021. El principal mercado sigue siendo China, seguido de Estados Unidos y la Unión Europea.
El sector bananero, que es el segundo producto de exportación no petrolero, hasta agosto, exportó US$ 2.175 millones, que significan una caída de 7 %, tanto en valor como en volumen de fruta, según el análisis de Fedexpor.
Camposano destacó que todas las plantas de alimento balanceado, las multinacionales y las de capitales locales, están invirtiendo en ampliar su capacidad de producción. “Si hay más camarón, se va a demandar más alimento balanceado”. Confirmó que la inversión para los próximos dos a tres años ascenderá a US$ 1.000 millones en toda la industria camaronera, desde tecnificación de fincas de producción, ampliación de capacidad de empacadoras y procesamientos, así como en innovación y tecnología.
El ministro de Producción, Julio José Prado, había mencionado la cifra minutos antes. “Entre un 40 a 45 % de los contratos individuales de inversión de las empresas, fueron firmados por alguna empresa de la industria camaronera para tecnología, innovación, producción y exportación”. Además, mencionó que se trataba de un sector “resiliente”, tras su recuperación de épocas de crisis como la mancha blanca.
Una de las grandes inversiones del sector es la de empresa Nicovita, por US$ 80 millones, para ampliar su capacidad de producción en la planta de alimento balanceado, que comenzó en meses pasados. Fabricio Vargas, gerente General de Vitapro Ecuador, mencionó que la inversión significaba un compromiso para acompañar el crecimiento exponencial del sector camaronero para los próximos años. Con eso podrán ampliar en aproximadamente un 45 % el predio destinado a la producción y almacenamiento, consolidando una nueva planta con la tecnología digital más avanzada, con sistemas de producción más eficientes y procesos con altos estándares de calidad.
“Una vez que la planta empiece a funcionar, calculamos un incremento entre el 40 y 50% de trabajadores”, explicó Vargas. En 2021 la industria ya había hecho otra inversión de US$ 35 millones para ampliar capacidad de producción y almacenamiento, que se consolidó en el primer semestre de este año.
Camposano cree que “el espíritu innovador” de esta actividad que comenzó en los años sesenta y se ha mantenido vivo, con inversiones como la que hace Skretting, una multinacional y su socio local. Pero también “es el espíritu innovador de los camaroneros, exportadores, laboratoristas y biólogos, porque mucha de la tecnología que hoy le ha permitido al Ecuador tener la eficiencia, se ha creado acá en el país. Esa inversión extranjera nos permite acelerarla y llevar a escala todas esas inversiones, porque son capitales que muchas veces no se tienen, pero se requiere de ese socio internacional. Sin embargo, parte del conocimiento, la tecnología e innovación se ha creado acá. Tenemos la fortuna que científicos internacionales se complementan a los ecuatorianos para desarrollar innovación”. (I)
