La decisión de Trump, reportada inicialmente por Bloomberg, obedece a lo que funcionarios de la administración describen como un intento de revisar la asistencia militar y asegurarse de que esta contribuya a una solución pacífica. Un alto funcionario del Departamento de Defensa, citado en el informe, aseguró que la ayuda permanecerá congelada hasta que el liderazgo ucraniano "demuestre un compromiso genuino con la paz".
La pausa en la asistencia ocurre tras una reunión el pasado viernes en la Oficina Oval, en la que Trump y su vicepresidente, JD Vance, confrontaron a Zelensky, acusándolo de no mostrar suficiente gratitud por el apoyo de Estados Unidos. La discusión se tornó acalorada, y Zelensky abandonó la Casa Blanca sin firmar un acuerdo de cooperación minera con EE.UU., aunque luego afirmó estar dispuesto a hacerlo.
Desde la invasión rusa en 2022, la ayuda militar de EE.UU. a Ucrania ha superado los US$ 60.000 millones, lo que ha generado controversia entre sectores políticos estadounidenses. Trump ha sido un crítico abierto de la cantidad de recursos destinados a Kiev y ha insistido en la necesidad de que Ucrania y Rusia alcancen un acuerdo de paz.
El anuncio tomó por sorpresa a Kiev. Oleksandr Merezhko, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de Ucrania, calificó la medida como un "shock" y dijo que "parece que están tomando partido por Rusia". El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, aseguró que su país seguirá buscando cooperación con Washington a través de todos los canales diplomáticos posibles.
Por su parte, Dmitry Peskov, portavoz del gobierno ruso, afirmó que si la decisión de Trump se confirma, podría empujar a Kiev hacia un proceso de paz. Además, señaló que cualquier intento de normalización de relaciones con EE.UU. dependería de un levantamiento de sanciones.
En redes sociales, Trump justificó la decisión y criticó a Zelensky por "faltar el respeto a Estados Unidos en su apreciada Oficina Oval". También insistió en que su administración es la única que no ha cedido territorio ucraniano a Rusia y llamó a enfocarse más en problemas internos, como la inmigración ilegal.
El presidente también arremetió contra Zelensky por decir que el fin de la guerra estaba "muy, muy lejos", calificándolo como "el peor comentario posible" y advirtiendo que EE.UU. "no lo tolerará por mucho más tiempo".
Mientras Trump endurece su postura, el primer ministro británico, Keir Starmer, anunció la creación de una "coalición de dispuestos" entre el Reino Unido, Francia y otros países europeos para impulsar un acuerdo de paz en Ucrania. Starmer afirmó que Europa debe asumir un papel más protagónico, aunque reconoció que el respaldo de EE.UU. será crucial.
Una encuesta de CBS News/YouGov reveló que el 51% de los estadounidenses aún apoya el envío de armas y asistencia militar a Ucrania. Sin embargo, la decisión de Trump podría marcar un punto de inflexión en la política exterior de EE.UU. respecto a la guerra, con implicaciones para la seguridad europea y el equilibrio de poder en la región. (I)
Nota realizada con información de Forbes USA.
