El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que el crecimiento del producto bruto interno (PBI) mundial se desacelerará del 6% de 2021 al 3,2% en 2022 y al 2,7% en 2023. Pero algunos expertos del mercado consideran que el escenario podría ser incluso más negativo, como Daniel Lacalle.
En detalle, el reconocido autor y economista jefe en Tressis Gestión afirmó que el potencial de una reapertura total de la economía china es “lo más positivo” que los mercados pueden esperar de cara al 2023.
“Hemos estado viendo un panorama muy sombrío para la economía china, que es esencial no solo para el crecimiento del resto del mundo, sino particularmente para América Latina y también para África”, comentó el especialista.
“La reapertura de la economía china sin duda dará un impulso significativo al crecimiento en todo el mundo, pero también, y creo que es un factor muy importante, los exportadores alemanes, los exportadores franceses han sentido los efectos del confinamiento y el debilitamiento del entorno de ganancias en China, y esto sin duda va a ayudar mucho”, añadió.
No obstante, aclaró que el impulso no estará ni cerca del crecimiento de años anteriores a la pandemia durante un largo periodo.
“Creo que probablemente vamos a pasar a una década de crecimiento muy, muy pobre en la que las economías desarrolladas tendrán suerte con un crecimiento del 1% anual, si son capaces de lograrlo, y lo que es más desafortunado que todo lo demás es con niveles elevados de inflación”, proyectó.
A su vez, dijo que cree que el mundo está viviendo la reacción violenta de los paquetes de estímulo masivo implementados en 2020 y 2021 para hacerle frente a los cierres económicos por el coronavirus, lo que generó el tipo de crecimiento potencial que muchos economistas esperaban.
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Sin embargo, a pesar del sombrío escenario macroeconómico, enfatizó en que no visualiza una feroz crisis financiera.
“Creo que los mercados están comenzando a valorar ese entorno en el que la situación a nivel mundial no es de un nivel boyante de crecimiento y desarrollo económico, pero es uno que evita una crisis financiera, y si eso sucede, ciertamente es positivo”, concluyó.
