El 20 de enero, día en que volvió a la Casa Blanca, Donald Trump envió un memorándum a la oficina del representante comercial de Estados Unidos (USTR), que en uno de sus puntos exige que: "El Representante Comercial de los Estados Unidos identifique a los países con los cuales Estados Unidos pueda negociar acuerdos bilaterales o sectoriales para obtener acceso a los mercados de exportación para los trabajadores, agricultores, ganaderos, proveedores de servicios y otras empresas estadounidenses y hará recomendaciones con respecto a dichos posibles acuerdos".
Esto, para Felipe Ribadeneira, presidente Ejecutivo de Fedexpor, significa una ventana de oportunidades. "Si uno analiza la mentalidad el presidente Trump de buscar estos aliados, el Ecuador es un país que ha contado con un soporte enorme para temas como seguridad y corrupción. Ahora es el momento de buscar un plan integral. No podemos quedarnos quietos. Tenemos cuatro meses cruciales para el comercio exterior."
Para este empresario estar en la lista de países que enviará la Oficina comercial al Ejecutivo sería un primer paso hacia una negociación comercial. Hay diferentes escenarios a tener en cuenta: "EE.UU. puede decidir adherirnos al acuerdo que mantiene con Centroamérica, o hacernos parte del grupo caribeño a través de la ley IDEA, o del acuerdo que tiene con Colombia y Perú o decidir hacer uno nuevo bajo estándares específicos. Todas estas vías son un ganar y ganar para nuestro país".
Según datos de Fedexpor, en el inicio de la segunda administración de Trump, la balanza comercial no petrolera es favorable para Ecuador en US$ 2.087 millones. Entre enero y noviembre de 2024 las exportaciones no petroleras fueron de US$ 4.558 millones, mientras que las importaciones se situaron en US$ 2.470 millones. "Estos resultados se han conseguido pese a que nuestros productos tienen un arancel promedio del 25%. A pesar de ser más caros en algunos productos, seguimos creciendo en el comercio no petrolero con Estados Unidos en un 15%".
Ecuador es el único país de la costa del Pacífico que no cuenta con un acuerdo comercial con los Estados Unidos. El presidente de Fedexpor destaca el optimismo de los empresarios para que nuestro país pueda acceder a preferencias arancelarias unilaterales que impulsen su competitividad. "Estamos trabajando fuertemente en un mecanismo puente que nos permita a través de la ley IDEA anexarnos a los beneficios que reciben los países del Caribe hasta que las condiciones en Washington nos permitan acceder a un acuerdo comercial. Si lo logramos tendremos preferencias arancelarias en más de 5.800 partidas por un tiempo ilimitado. Hace dos años conseguimos que tanto la cámara alta como el senado aprueben un proyecto de ley en ese sentido, pero nunca tuvimos el compromiso del poder ejecutivo. Tenemos que generar las condiciones para poner al Ecuador en la agenda de los Estados Unidos".
Ribadeneira asegura que es el momento de capitalizar las relaciones con Estados Unidos con un plan integral que abarque comercio, migración y seguridad. "Trump nos va tener en vértigo todas las semanas, ese es su estilo, pero no hay que olvidar que se trata del presidente de la primera potencia del mundo".
El vocero de los exportadores explica que un acuerdo comercial con Estados Unidos obligatoriamente debe contar con autorización del Congreso, o en su defecto que este lo emita, ya que el Ejecutivo no tiene la facultad para hacerlo unilaterlamente. " Estamos contra el tiempo para lograr incluir a Ecuador en la lista que la oficina del representante comercial de Estados Unidos entregará en abril al presidente Trump. Si lo conseguimos tendremos mayor prosperidad y un mejor Ecuador para el futuro".
Este dirigente gremial pisa el acelerador. En estos días mantuvo reuniones cruciales con la canciller, Gabriela Sommerfeld, y el ministro de Producción, Luis Alberto Jaramillo, para establecer una política común. " El gobierno no puede perder tiempo, tiene que contratar una empresa especializada en coordinar, facilitar y establecer agendas con las personas que toman las decisiones en estos casos. "En la segunda semana de febrero estaremos en Washington con una estrategia definida entre el sector público y privado. Sí o sí tenemos que remar juntos. Debemos posicionarnos como un socio estratégico para Estados Unidos en América Latina". (I)
