Si bien las tasas de interés en el nivel del 5% ya comenzaron a bajar la inflación, lo cierto es que los aumentos podrían continuar, según BlackRock, la gestora de fondos más grande del mundo, con activos bajo administración por más de USD 9 billones.
De acuerdo a Rick Rieder, director de renta fija global, existe una “posibilidad razonable” de que la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) tenga que llevar las tasas al 6% y luego “mantenerlas allí durante un periodo prolongado para desacelerar la economía y reducir la inflación a cerca del 2%”.
Para el ejecutivo, la economía es más resistente de lo esperado, tal como se muestra en los informes de desempleo y en la lectura del índice de precios al consumidor.
“Esto se debe en parte al hecho de que la economía actual ya no es tan sensible a las tasas de interés como la de décadas pasadas, y su resiliencia, aunque es una virtud, complica las cosas para la Fed”, agregó.
Para ejemplificar su postura, Rieder trazó un curioso paralelismo: “Recientemente comparamos la economía estadounidense con el poliuretano, que es un material notable que muestra flexibilidad y adaptabilidad, pero también durabilidad y resistencia”.
“La capacidad del material para estirarse, doblarse, tensarse y flexionarse sin romperse y, de hecho, volver a su condición original, es lo que lo hace químicamente único”, comentó.
Si las tasas de interés suben al 6% o incluso por encima, los mercados financieros podrían verse afectados, siempre y cuando los inversores no se hayan anticipado y hayan descontado el escenario en los precios.