En abril, la inflación estadounidense interanual fue del 8,3%, lo que se traduce en un nivel de precios de la economía real no visto en más de cuatro décadas. Para tratar de hacerle frente a este fenómeno causado, principalmente, por la alta emisión monetaria, la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) comenzó a subir las tasas de interés.
En marzo, el aumento fue de un 0,25%; en mayo, del 0,50%. Para las próximas reuniones de la entidad, estimadas en junio y julio, se prevé que haya otros dos incrementos también de 0,50%. El objetivo de la política monetaria es absorber el exceso de liquidez que circula por la economía.
No obstante, a diferencia de lo que se puede llegar a creer, los resultados no necesariamente deberían comenzar a verse en el corto plazo. De hecho, la historia demuestra todo lo contrario.
Recientemente, Vadim Iaralov y Howard Du, estrategas en Bank of America, señalaron que en el periodo que va desde 1974 hasta 1988, existió una elevada inflación de dos dígitos muy comparable a la actual por su gravedad.
En 1980, la Fed decidió subir las tasas de interés de forma muy agresiva hasta superar cómodamente el 10%. Sin embargo, los precios no volvieron a su media histórica de menos de 3% hasta después de 36 meses.
Algo similar sucedió en 1973, cuando la inflación rondaba el 6% anual y se encaminaba a seguir creciendo. En respuesta, el banco central estadounidense elevó las tasas por encima del 10% hasta mediados de 1974, pero no fue hasta 1976 que el índice de precios al consumidor cayó por debajo de su promedio histórico.
En este contexto, Mace McCain, director de inversiones en Frost Investment Advisors, recalcó: “Hay aspectos del patrón histórico que son muy relevantes: a saber, que la inflación tardó varios años en desarrollarse, siguió creciendo, retrocedió, luego regresó y fue difícil deshacerse de ella”.
De acuerdo al especialista, la inflación anual caería hasta oscilar entre el 4% y el 5% para fin de año, una cifra que seguiría siendo perjudicial para los ahorristas, pero mucho menos que los máximos alcanzados recientemente.