Katia se levanta muy temprano, y alimenta a “huitlacoche”, el perro de la finca donde se está quedando, también, riega las plantas y sale por las compras para prepararse su desayuno.
Al salir de la casa que recientemente conoce, camina por las calles que tienen vista al mar, llega al mercado y compra una pieza de maracuyá, porque es una fruta que difícilmente se vende en el lugar del que proviene.
Regresa a casa, prepara su desayuno, y se alista para salir a conocer más de la localidad. Claro, cuidando de cerrar bien la casa, porque es una residencia que está a su cargo bajo un acuerdo con los dueños, quienes buscaron un voluntario para el cuidado de su casa y mascota mientras también salieron a viajar por el mundo.
Como Katia, muchas personas, principalmente jóvenes, recurren al voluntariado como una forma de conocer lugares y el estilo de vida de localidades distintas a su lugar de origen.
Son diversas las páginas disponibles en la red para aventurarse a este tipo de turismo y voluntariado, ya sea cuidando casas, lugares, mascotas o negocios.
En Facebook, hay hasta comunidades para quienes buscan ayuda y quienes ofrecen su tiempo. Todos tienen claro que es trabajo en jornadas cortas, a cambio de hospedaje y tiempo libre para conocer los alrededores.
Martín Fielder, administrador del grupo de Facebook llamado “Trabajo voluntario por hospedaje_Mochileros”, asegura que dicho espacio es la oportunidad para viajar con bajo presupuesto.
En el grupo administrado por Fielder se buscan viajeros con habilidades en carpintería y construcción, o interesados en hacer labores en granjas, reservas o fincas.
Asimismo, otros viajeros ofrecen sus servicios como cuidadores, cocineros, veladores, recepcionistas. La disponibilidad sobra.
“A cambio de unas horas de trabajo puedes conocer lugares y hospedarte en hostales u hoteles que quizás regularmente no podrías pagar”, dice Fielder.
Turistas cuidadores en verano
Es en las vacaciones de verano cuando los viajeros voluntarios tienen mayor movilidad, según Fielder, quien durante un tiempo operó un hostal con ayuda de “mochileros”.
“En la epoca de verano es cuando se mueven más los 'mochileros'. Son estudiantes que terminaron de cursar la universidad y aprovechan para viajar, una práctica común en Europa”, explica.
El tiempo de estadía se acuerda entre el “mochilero” y el lugar, son de 4 a 6 horas de trabajo máximo, y el resto del tiempo libre es para recorrer, concluye en una charla con Forbes México.
Así, si hay alguien dispuesto a la aventura… y a barrer senderos, recoger leña o alimentar gallinas a cambio de su hospedaje, todo empieza con un clic.
*Publicada en Forbes México