“Iris y Ariel son mellizos de 17 años, hermano y hermana, que viven con su madre y su hermana mayor Lia en una vieja casa en medio de una isla rocosa, cubierta de moluscos y pájaros. Los adolescentes han crecido aislados del continente, en una relación de hermanos que supera los límites de la intimidad común y con una conexión única con la naturaleza. Pasan los días haciéndose cosquillas y dejando que el océano los lleve. El turismo rompe el aparente equilibrio de la isla y se despierta la curiosidad de los hermanos por ese mundo desconocido. La abrupta ausencia de la madre hiere profundamente a los tres hermanos, e Iris, movida por una fuerte necesidad de separarse de Ariel, decide irse sola a la ciudad. Calles ruidosas, centros comerciales, el rechazo de su padre, el duelo marcan el camino de Iris en la comprensión de su propio ser y del amor por sus raíces”.
Finalmente se estrenó en Ecuador “La piel pulpo”, el segundo largometraje de la guionista y directora Ana Cristina Barragán, realizado con el apoyo del fondo francés Cinema du Monde, el World Cinema Fund, Hubert Bals+, entre otros. Foormó parte del laboratorio Sundance Morelia y ganó cinco premios en Guadalajara Work in Progress. Además, se estrenó recientemente en el Festival de San Sebastián, fue seleccionada en el festival griego Thessaloniki y continúa ahora su ruta de festivales. Ha ganado ya un premio a Mejor Película en el Festival de Cine de Autor de las Islas Canarias, en España.
“La piel pulpo” es una exploración más arriesgada de la directora que lleva al cine ecuatoriano a otro nivel en términos de exploración visual y narrativa. En esta historia, los espectadores tendrán un encuentro con personajes cuya actuación y libertad es sobrecogedora. La directora, desde esa misma libertad, nos lleva por mares profundos. Las acciones y reacciones de esta familia parecen más propias del mundo animal, y nosotros “los civilizados”, podríamos sentir que en ese mundo hay algo que dejamos hace tiempo y ahora desconocemos. La casa, la playa, los primeros planos de formas marinas, una mancha en el cuerpo, son en realidad parte de un planeta no descubierto y se puede sentir la nostalgia de algo que irremediablemente hemos perdido.
Más allá de la historia, el público se sumergirá en una experiencia distinta; una película con un aroma y una sensorialidad que trascienden a la imagen. Nos traslada a la intimidad y belleza de su universo, en la cotidianidad de personajes que son como animales en peligro de extinción. Los personajes principales están protagonizados por Isadora Chavez Ron, Juan Francisco Vinueza y Hazel Powel, jóvenes actores que debutan en el cine. También es parte del elenco Cristina Marchán, actriz de teatro y cine con más de 15 años de trayectoria, miembro del grupo Malayerba y actriz en obras como Me.de.as y Lo Invisible.
Sobre su creación, Barragán dice que para ella es importante mostrar cómo, debajo del presente, hay un universo de heridas infantiles que no se ven, pero se intuyen. “Más allá de la historia de una película, busco un aroma, un sabor particular que trascienda la imagen y que se quede con la audiencia. Su sexualidad y su lenguaje, sin parámetros, en un universo tenso y bello. Busco fotografiar este universo con su singularidad, con intimidad. Hay algo en la relación de gemelos, la criptofasia -el lenguaje único de los hermanos- y la ruptura que implica crecer y separarse, que me hace temblar. Quiero hablar de esa mezcla de belleza y oscuridad dentro de una familia. En esta película, la ruptura del universo gemelo está ligada a la ruptura del ser humano con la naturaleza”. (I)
