Desde Lima llegó a nuestras oficinas Javier Pomiano Revatta, un peruano que se desempeña como Gerente de Estrategia de la marca de ropa, Camila Viali, para Ecuador y Perú. Tiene 30 años, estudió economía y se especializó en management en Estados Unidos. Toda su vida ha estado involucrado con el mundo de la moda y el 'luxury'.
Inició su carrera en L'Oréal París, pasó por el sector financiero en un banco de inversión y -hace cuatro años- llegó al área de planeamiento estratégico y financiero de Camila Viali. Un sector donde se siente muy cómodo, con un cargo transversal a toda la organización. Pomiano comenzó a liderar proyectos comerciales, de marketing, de logística y de producción, centrado en un plan de inversión y desarrollo a corto y largo plazo. En otras palabras, es el encargado de crear la oferta de valor de la compañía.
¿Cómo nació esta marca?
Ya tenemos casi 15 años en el mercado peruano y ecuatoriano. De hecho, los cuatro inversionistas en ese entonces (ahora son 6 shareholders) decidieron fundar la marca al mismo tiempo en los dos mercados. En Ecuador, comenzó en el centro comercial City Mall, en Guayaquil. En 2018 teníamos seis tiendas en Perú y abrimos la segunda en Guayaquil en el Mall del Sol. La pandemia ocasionó que cerremos algunas tiendas, pero el plan de expansión no se detuvo ni en Perú ni aquí.
¿Qué pasó después del Covid-19?
Estábamos centrados en Guayaquil, pero en 2021 -cuando pasó el remezón del Covid- decidimos apostar por una inversión más acelerada y fuerte en Ecuador. Realizamos un estudio de mercado, hicimos un plan y Quito iba mucho con nuestra oferta, es un mercado muy atractivo a nivel de indicadores económicos. La primera boutique que abrimos en la capital fue en el Centro Comercial Iñaquito (CCI), con una mayor inversión, incluso que las de Lima, porque es mucho más moderna. Este año también abrimos otra tienda en el Centro Comercial El Bosque.
¿Cuántas tiendas tienen en total?
Ya contamos con tres tiendas en Ecuador y siete en Lima. Nuestro plan, obviamente, es equiparar el número de tiendas porque aún hay centros comerciales que podemos atacar.
¿Cuál es su target principal? ¿Solo mujeres?
Sí, estamos enfocados en un público de entre 25 y 45 años. Hacemos match con mujeres versátiles que se destacan en el mundo corporativo, son emprendedoras y sobre todo son mujeres que tienen un core clásico y buscan transmitir feminidad. Nuestra misión es hacer que las mujeres resalten y puedan usar nuestras prendas para ir a la oficina, para tener presentaciones, para asistir a eventos o cócteles. Buscamos el empoderamiento femenino.
¿Existe alguna diferencia entre la ropa peruana y ecuatoriana? ¿Nos vestimos igual?
Sí, culturalmente. Nosotros tenemos una línea base que es la identidad de la marca y se replica en ambos países, pero sí hay modelos y diseños exclusivos para cada mercado. Por ejemplo, a pesar de que nuestras clientas son latinas, los cuerpos son diferentes y debemos adaptar las tallas. Lo mismo pasa con el clima: en Perú tenemos muy marcadas las estaciones, en cambio en Guayaquil todo el año es verano, hace mucho calor. Por esta razón, destinamos productos enfocados a climas cálidos. En Quito, en cambio, el tiempo es muy particular y enviamos prendas de invierno como abrigos o sacos, que son exclusivos para este público. Lo que nos caracteriza es que nos adaptamos al mercado, tenemos un portafolio de productos bastante flexible y nos permite reaccionar con prontitud a cualquier cambio inesperado.
¿En qué país producen sus prendas?
Hasta el momento el hub de producción está en Perú y exportamos las prendas, según la colección, a Quito y Guayaquil. Todavía no tenemos muchas tiendas en Ecuador y podemos manejar todo a nivel de exportación. En el futuro veremos cómo cambia la producción, pero estamos conscientes de que hacerlo aquí es más caro, es algo que debemos analizar.
¿Cómo es el proceso creativo para crear las prendas?
Nuestro distintivo son las colecciones exclusivas porque no producimos en masa y tenemos un estilo boutique. Buscamos crear experiencias completas y todos los años innovamos. Es muy poco probable que en un evento te encuentres a otra persona con la misma prenda. También, esto nos ayuda a adaptarnos mejor. Contamos con diseñadores ecuatorianos, peruanos y europeos que forman parte del corte y la confección de cada prototipo. Las colecciones son transversales y la tendencia es bien marcada. Tomamos mucho en cuenta las propuestas de Europa, sobre todo desde Italia. Al final se llega a una identidad, con variaciones según los climas y los clientes.
¿Usan solo canales de venta tradicionales?
Tenemos dos canales de venta, tanto las boutiques como el canal online. Pueden adquirir todas las prendas en la página web de Camila Viali, pero nos encanta que visiten las tiendas para que puedan vivir toda la experiencia de probarse la ropa, tocar las telas y todo. Considero que el mercado es un poco más conservador en Ecuador y aún prefieren comprar en las tiendas físicas.
La marca no se detiene…
Creo que lo que más nos ha caracterizado, en los últimos años, ha sido la innovación en nuestro portafolio. Cada vez es más variado y —por ejemplo— ingresamos en 2021 a la línea denim y también apostamos por la cuerina. En un principio sí fuimos más tradicionales y un poco estáticos. Ahora, somos más agresivos en temas de innovación porque la moda internacional es muy exigente. Los mercados son más competitivos y tuvimos que transformarnos y ofrecer prendas más versátiles para públicos más jóvenes. Nuevas líneas y nuevos materiales.
¿Sus planes a futuro?
En 2021 lanzamos una nueva marca que forma parte del grupo, con la idea de captar a un público más joven, entre 18 y 25 años. Hicimos un prototipo en 2022 para evaluar su desempeño y ya tiene su primera tienda (flagship boutique). Es otro estilo, para otras mujeres. También, queremos ampliar nuestra presencia en Ecuador y estamos en constantes negociaciones con los centros comerciales. Esperamos al menos abrir una o dos tiendas al año, hasta 2025 nos gustaría tener seis espacios de Camila Viali. Todo esto sustenta nuestro crecimiento del 25 % anual, en los últimos tres años. En cifras, Ecuador produce US$ 1,5 millones en ventas anuales y Perú alcanza los US$ 2,5 millones. (I)