En el mundo artístico es conocido como 'Skiper', dio sus primeras pinceladas a la edad de 13 años, ahora tiene 32. De cuadros pequeños pasó a grandes murales en calles, parques, edificios y viviendas. Es Xavier Calderón, un grafitero cuya obra está cargada de elementos y colores fuertes, con texturas y formas. Su objetivo es ser reconocido mundialmente como uno de los grandes artistas del neobarroco, en honor a la escuela quiteña.
Sus murales se encuentran expuestos en más de 20 países entre los cuales están Hong-Kong, Brasil, Chile, Argentina, Venezuela y Perú. Fue parte de la Galería de Arte Urbano en 2013 y del Jardín de Quindes en 2012 por lo que recibió dos condecoraciones “Guayasamín”.
“No sé cuántos murales he pintado. En 2011 me puse una meta de pintar 52 al año teniendo en cuenta que todavía estudiaba y trabajaba; solo pintaba los fines de semana. Superé la meta y llegué a pintar 80”.
Un cuadro de Calderón puede costar entre US$ 2.000 y US$ 5.000. Sus murales, depende del tamaño y la complejidad. Por uno de dos metros, simple, cobra alrededor de US$ 400. Pero si es en un edificio o en la pared de una vivienda, por su proceso creativo, puede superar los US$ 3.000.
Con su nuevo proyecto, “Art of Design”, quiere romper esquemas. Arrancó en febrero de este año, consiste en la realización de 56 cuadros únicos, obras de arte con elementos utilizados en la construcción como concreto, bondex, pedazos de cerámica, tornillos, clavos, papel tapiz. El costo de esta propuesta artística bordea los US$ 12.000, que fueron financiados a través de auspiciantes y promotores.
“En dos semanas hice todas las obras, ninguna es igual a otra, son únicas, para mí no tienen precio porque no las voy a repetir”. La idea de Calderón es obsequiar estos cuadros a 56 arquitectos reconocidos en el país para que las expongan, ya sea en sus oficinas o en algún espacio de sus casas.
“La intención es que los arquitectos se vuelvan coautores de mi obra, el arte debe ser participativo, para que en un futuro podamos crear juntos, demostrar el aporte de un artista al diseño arquitectónico”. En las próximas semanas se definirá a quiénes serán entregados estos cuadros.
Calderón ahora pinta entre tres y cuatro murales a la semana, afirma que no tiene el talento y creatividad de muchos artistas, pero que tiene la disciplina que a otros les falta. “Mis proyectos siempre cuentan con un presupuesto, costeo, estrategia, tiempos, cronogramas, frente a otros que solo tienen la propuesta pictórica y nada más”.
Para este artista es muy importante la preparación académica. Es ingeniero comercial, maneja una agencia de marketing digital, un estudio de diseño de interiores y en un futuro no muy lejano, aspira ser representante de grandes artistas ecuatorianos. (I)