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Panorama de Punta Pacífico
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Tres días recorriendo las calles antiguas y los grandes rascacielos en Ciudad de Panamá permitió a Forbes Ecuador conocer un poco más de su historia y su cultura. Este país es dueño de las selvas tropicales más biodiversas del mundo, de los cafés más caros del mundo y de una infraestructura que conecta al comercio mundial. Eso es lo que encontramos en este destino, un mundo por descubrir.

17 Julio de 2024 11.12

Son pocas las personas que consideran a Panamá como un destino turístico. La mayoría piensa en este país como un lugar de paso o una conexión necesaria. Sin embargo, el sector privado panameño trabaja para aumentar el interés por su cultura, su diversidad, su arquitectura y sobre todo su historia. 

Su economía está dolarizada desde hace 120 años, pero aún mantiene su moneda oficial, el balboa. Limita al norte con el mar Caribe, al sur con el Pacífico, al este con Colombia y al oeste con Costa Rica. Este país es conocido por estar en el centro del continente americano, sobre el istmo que une el norte con el sur y por el Canal que permite un intercambio comercial intenso con barcos de todo el planeta. 

Su territorio es tropical, tiene algunas zonas de carácter selvático y 1.520 islas. Cuenta con una pequeña cadena montañosa, que la encabeza su único volcán, el Barú a 3.475 msnm, donde se cosecha una de las especialidades de café más costosas del mundo. Son 75.517 kilómetros cuadrados de color, fauna y flora. Forbes Ecuador viajó a este país, con apenas 4,5 millones de habitantes, para conocer un poco más de su creciente economía. 

Panorámica de la costa panameña y sus edificios.
Panorámica de la costa panameña y sus edificios.

Día 1

Esta aventura comenzó en el Panamá Viejo, el asentamiento europeo más antiguo de la costa del Pacífico de América. Es un espacio a las orillas del mar, donde se pueden observar los restos de casas e iglesias. Está en medio de construcciones modernas y rascacielos. Es un remanente de lo que fue la ciudad antes de ser destruida por el pirata inglés Henry Morgan. Un museo a la entrada nos transporta a la época de 1671 para conocer cómo era Panamá antes de mudarse a lo que se conoce hoy como el Casco Antiguo. 

Estuvimos acompañados por representantes de una empresa turística, quienes se encargaron de contarnos los pormenores de su historia. Al salir de esta zona, en menos de 15 minutos, llegamos al Biomuseo, una estructura diseñada por el arquitecto Frank Gehry. Un espacio para recorrer las selvas tropicales más biodiversas del mundo. Tiene una década de funcionamiento y te enseña cómo este país ha afectado el panorama ecológico de la región. Fueron y son el puente para la migración de especies entre los dos continentes. La lava de volcanes submarinos y los restos de organismos microscópicos construyeron lentamente sus cimientos. 

Monumento de próceres panameños en el Casco Antiguo.
Monumento de próceres panameños en el Casco Antiguo.

Compartimos la visita con decenas de niños que gritaban asombrados al ver desde hormigas, monos, mariposas, insectos, hasta aves, zorros, dientes de sables y perezosos gigantes. Su vegetación no se queda atrás y sus flores dejan atónitos a más de uno. Este espacio recolecta un pedacito de lo que se puede encontrar en este país que, en 2023, cerró su PIB per cápita en US$ 18.661 de acuerdo con cifras del Banco Mundial, en comparación con el indicador ecuatoriano que ese mismo año llegó a US$ 6.533.

También visitamos el Museo Interoceánico del Canal de Panamá y el Museo de la Mola; este último encierra la riqueza de la población indígena. Las molas son tejidos hechos a mano que usan las mujeres del pueblo Kuna. Las figuras geométricas y los colores son los principales protagonistas. En menos de seis horas nos sumergimos en los atractivos más históricos y culturales de los panameños, sin dejar de lado las vistas panorámicas desde varios puntos como la Calzada de Amador. 

La comida fue uno de los placeres de este viaje. En los tres restaurantes del JW Marriott Panamá disfrutamos de comida típica y de platillos internacionales. El primero es Masi y presenta una gastronomía que fusiona el amorío entre el mar y el fuego. Su salmón con salsa de alcachofas fue mi favorito. Azul es su segundo restaurante, donde la cena se sirvió acompañada con la mejor vista del skyline de Panamá. El postre fueron sus dos piscinas sin fin. Y, por último, en Cava 15 tomé un cóctel, con música en vivo, en un ambiente íntimo y acogedor.  

Piscina del JW Marriott Panamá
Piscina sin fin del JW Marriott Panamá.

Día 2

Abrí la puerta del balcón para que la brisa ingrese en la habitación. Desde el piso 32 la vista es increíble. JW Marriott Panamá se ubica en el edificio más alto de Centroamérica, con 72 pisos. Sus habitaciones están equipadas con todos los amenities necesarios para vivir una experiencia llena de lujo y confort. El desayuno es un buffet donde se encuentran desde platillos mexicanos hasta asiáticos. Frutas frescas y un buen café panameño marcaron el inicio del segundo día. 

Exploramos el Casco Antiguo, donde las calles empedradas y la arquitectura colonial nos llevaron al siglo XVII. Las fachadas son una mezcla entre el pasado y la modernidad. Hicimos una parada en Sisu Café, quienes venden uno de los cafés más caros del mundo: una libra llegó a costar US$ 6.500. La especialidad Geisha es la más cotizada, pero también cultivan otras variedades como la Arábica o Robusta. De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, entre 2020 y 2021 se sembraron 17.548 hectáreas, obteniendo una producción de 222.971 quintales.

Casco Antiguo de Ciudad de Panamá
Casco Antiguo de Ciudad de Panamá.

Entre las actividades que preparó el hotel JW Marriott Panamá estuvo una visita al Mercado de Mariscos, en compañía de su chef ejecutivo. Nos enseñaron a reconocer una pesca fresca y sobre todo a escoger el mejor pescado para realizar un ceviche peruano. Recorrimos los pasillos mojados, impregnados del olor característicos de los mariscos, y nos detuvimos en un puesto que tenía pargos y corvinas. Escogimos dos y nos encaminamos a las instalaciones del hotel, ubicado en la exclusiva zona de Punta Pacífico. Al puro estilo de MasterChef tuvimos una clase y nos dieron la posibilidad de elaborar nuestro propio ceviche. 

En la tarde visitamos el centro comercial Albrook Mall. Los precios son muy similares a los que tenemos en Ecuador. Comprar ropa, zapatos o algunos accesorios, al por menor, puede salir más económico en nuestro país, ya que en Ciudad de Panamá se paga más impuestos: los panameños y la salida de divisas (si se paga con tarjeta). Sin embargo, hay marcas que no encontramos en el país como: Chanel, Bcbgmaxazria, Cartier, Dolce & Gabbana, Gucci, Hermes o Jimmy Choo.

¿Dónde está su pilar comercial? En la Zona Libre de Colón, una zona franca localizada en la provincia de Colón, que se erige como la más grande en América y la segunda del mundo después de Hong Kong. Aquí funcionan centros de importación, almacenaje, embalaje y reexportación de productos provenientes de distintos países.  El comercio es una de las actividades que más aporta a la riqueza de este país, con cerca del 18 % del PIB.

Día 3

El último día nos despedimos de las lujosas habitaciones del JW Marriott Panamá para navegar las aguas del emblemático Canal de Panamá y el Lago Gatún, rodeado de la exuberante selva tropical. Esta expedición ofrece vistas impresionantes para observar monos capuchinos, cocodrilos y aulladores en su hábitat natural. Vimos cómo llegan y cruzan los grandes barcos cargueros. Visitamos el histórico Edificio de la Administración del Canal y el Centro de Visitantes de Miraflores para aprender sobre la historia y el impacto global de esta maravilla de la ingeniería. 

Edificio de la Administración del Canal
Edificio de la Administración del Canal.

Fue construida por Estados Unidos y se inauguró en 1914. Se demoraron una década en crear un sistema de bloques que levantan a las embarcaciones 26 metros por encima del nivel del mar, durante su viaje de 80 kilómetros a través del canal. Más de un millón de barcos han atravesado este espacio desde su apertura y, aproximadamente, 14.000 embarcaciones cruzan cada año. Es decir, transita el 3 % de todo el comercio marítimo global. Se conectan 180 rutas de 170 países a través de 1.920 puertos a nivel mundial. 

2023 fue uno de los años más difíciles de la historia del canal por una sequía sin precedentes. Sin embargo, esta infraestructura aportó US$ 2.500 millones al Estado panameño y US$ 3.630 millones a la economía nacional, según datos de la Autoridad del Canal. Estas cifras explican el buen desempeño de esta economía, cuyo PIB ha estado entre los más dinámicos de América Latina durante décadas. Según la Cepal, el año pasado lideró la región con un crecimiento del PIB del 6,1 %.

Pero Panamá es mucho más que su canal, tiene una economía de servicios. El sector terciario es el de mayor peso porque aporta con casi un 68 % del total del PIB panameño. Sus tres pilares son el comercio, el sector logístico y el bancario y financiero. Sin embargo, hoy empresas como el JW Marriott Panamá, están impulsado el turismo como un medio eficiente y sostenible para crecer aún más.(I)

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