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Andrea Cheong
Lifestyle

"¿Por qué no tengo nada que ponerme?": cómo aprender a comprar ropa de manera más consciente

Martina P. Veneziani

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La inglesa Andrea Cheong, fundadora del Mindful Monday Method, enseña a comprar mejor, con foco en la salud mental, la calidad y el cuidado del planeta.

2 Abril de 2024 13.00

“El precio nunca es un factor cuando se trata de calidad”, dice Andrea Cheong. “Es increíblemente arbitrario. Obviamente hay estándares, pero el precio no debería dictar la calidad”.

Andrea Cheong, periodista inglesa de 32 años, es una voz destacada en el ámbito de la moda y la sostenibilidad, y desafía el paradigma del consumismo desenfrenado con su enfoque reflexivo y práctico hacia la vestimenta. Es autora del libro Why Don't I Have Anything To Wear? (¿Por qué no tengo nada que ponerme?), que aborda una pregunta común pero profundamente arraigada en la cultura contemporánea. Fundadora del Mindful Monday Method, enseña a comprar mejor, con foco en la salud mental y el cuidado del planeta. 

Cheong tiene TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) pero cuando era más joven no lo sabía. Compraba de manera impulsiva y compulsiva. “Era casi como estar poseído y tener que comprar algo porque estaba constantemente persiguiendo dopamina. Estaba constantemente persiguiendo energía, emoción, y a la vez tenía muy poco sentido de identidad.  Cuando estás lidiando con este tipo de estado mental, es muy fácil consumirse y perderse por completo en la industria de la moda”, dice en diálogo con Forbes Argentina, la primera mañana de primavera en Londres, que, como era de esperar, es más gris de lo que quisiera. 

Ella entendía lo que le gustaba en términos de estilo, pero se dejaba influenciar mucho por cualquier cosa, como si la estética fuera tendencia. “La moda para mí era como si yo estuviera luchando por encajar. Y también creo que, además de eso, al ser una minoría en una industria predominantemente blanca y muy privilegiada, sientes esa presión diez veces más”.

Andrea Cheong
 

Gastaba mucho más al mes de lo que podía permitirse en moda rápida, y cada vez que abría las puertas de su armario para vestirse, pensaba: “No tengo nada que ponerme. Pero veo tanta ropa y todavía no tengo nada que ponerme”. 

Más tarde una crisis de salud mental la hizo poner en la balanza varios aspectos de su vida, entre ellos ser más reflexiva a la hora de consumir. “Lo que todos sufrimos y lo que yo sufría era sacrificar mi conciencia por conveniencia”. 

Comenzó en 2019 a hablar sobre cómo encontrar prendas de calidad en las tiendas: mostrar en videos cortos e instructivos a la gente cómo se hace la ropa y cuáles son los estándares para detectar si una prenda es de buena o mala calidad, y si vale la pena pagar el precio al que se vende. Entra en tiendas de moda rápida y de diseño y lleva el ojo de su audiencia a los detalles: cómo están colocados los botones, cómo cae una tela, cómo se ve una costura, qué dice la etiqueta.

“Me di cuenta de que la calidad es intrínseca a comprar de manera más sustentable porque la obsolescencia programada, un producto diseñado para fallar y que volvamos a comprar, es lo que realmente está alimentando esta idea de consumo rápido, el consumo irreflexivo”, apunta Cheong. “Y creo que está realmente impactando, no solo en nuestras billeteras, sino también en nuestra salud mental, porque seguimos pensando que algo anda mal con nosotros. Seguimos pensando que tenemos que mantenernos al día con vernos bien o tener lo último. Y realmente empieza a pasarnos factura. Me di cuenta de que no se trataba sólo del dinero y del planeta, sino también de nuestra salud mental. Así es como comenzó el Mindful Monday Method”.

Básicamente, este método implica cinco pasos. El primer paso es llevar adelante “auditorías de tu guardarropas”. Se trata de analizar qué prendas no te quedan bien, para que puedas comenzar a construir un filtro en tu mente de lo que es personal, lo que funciona según tu identidad. Es importante no sólo para comprender qué tejidos te gustan, sino también para comprender qué tipo de calidad aceptás o no.

Andrea Cheong
Andrea Cheong

La segunda parte es el presupuesto que consideres que te sentís cómodo gastando en este momento. “¿Te hace feliz poner tanto dinero en tu guardarropa? Porque incluso para alguien como yo, que me encanta ir de compras, hay muchos otros lugares donde mi dinero podría ir en lugar de mi guardarropa”, reconoce Cheong. “También hay que preguntarse por qué uno gasta tanto. Esto es psicológico y tiene que ver con patrones que se forman durante nuestra infancia”.

En tercer lugar están los objetivos de moda, y si planeás comprar de manera más sustentable: “¿Compro cuero o cuero vegano? ¿Deberíamos usar lana? La lana de vicuña no tiene la producción más ética. ¿Cuál es mi posición al respecto? Cuando sabés cuál es tu objetivo en la moda, cosas así, por supuesto, te afectarán, te harán reflexionar y pensar”.

Por último, los pasos cuatro y cinco tienen que ver con los materiales y la calidad. “Mucha gente piensa que si tenés una fibra sintética, ésta no puede ser de alta calidad. Y obviamente eso es falso. Y es por eso que los fundamentos del método tienen que ver con entender cómo funciona la industria, cómo se fabrican las prendas, cómo los diseñadores eligen lo que se crea, lo que no se crea y por qué usan estas telas. La moda es una industria tan opaca; es necesario un nivel de información y conocimiento sobre cómo las personas y la moda toman decisiones. Cuando la gente sabe lo que está comprando va a tomar mejores decisiones por sí misma”.

En las redes sociales, muchos usuarios critican a las personas que promueven un consumo más ético de la moda que implica comprar menos, de mejor calidad y que las prendas no sean realizadas a base de explotación, como sí ocurre con la fast-fashion. Dicen que no pueden costear los 100 dólares de una pieza que pueden conseguir por 20 o menos en lugares como Shein. Cheong dice que es una decisión personal, pero que hay que tener en cuenta la diferencia entre necesidad y deseo.

“No creo que a nadie le corresponda decir que nunca podés comprar en una tienda o en otra porque no estás en la posición de esa persona. Y creo que es contraproducente, incluso si tenés las mejores intenciones de seguir ese camino, porque en última instancia las personas necesitan tomar decisiones por sí mismas. Creo que si esa es la conclusión, entonces solo espero que estén abiertos a aprender más sobre la ropa”.

Andrea Cheong
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-¿Y cómo pueden las personas dejar de depender de las marcas de moda rápida, especialmente considerando su accesibilidad y asequibilidad?

-Creo que depende de cuál sea la motivación. La motivación de tal vez la Generación Z es muy parecida a retratar su identidad. La moda es en gran medida una expresión externa de sus valores. Vemos que están tan interesados en la cultura del ahorro y les gustan las compras de segunda mano, pero también vemos que son muy susceptibles a comprar moda rápida. Entonces, ¿cómo se equilibran esas cosas? En mi libro le pregunto a la gente: ¿cuáles son las tres cosas que más valorás de vos mismo? ¿Qué es central para vos? Hay marcas que tienen comunidades muy unidas que retribuyen a la sociedad, hacen mucho trabajo de justicia social, o incluso pequeñas marcas independientes que contratan poca gente y se especializan en moda muy lenta. Esa es otra forma en que podés comprar de acuerdo con tus valores porque estas no son marcas frías, anónimas y sin rostro.Si tenés una mentalidad diferente en la que compras moda rápida porque realmente no sabes a dónde más ir, no sabes por dónde empezar, yo diría que entonces el enfoque sería aprender qué es la calidad. La forma más fácil de hacer esto es darle la vuelta a tu ropa. Y si la ropa es tan bonita al revés como se ve sin darla vuelta, es un buen indicio de que se trata de una prenda de buena calidad.

La industria de la moda suele hacernos sentir inseguros. Según Cheong, en la mayoría de los casos no es porque sea nuestro problema: “Mucha ropa en realidad no nos queda bien. No utilizan moldes aptos, no ofrecen tallas grandes, ni ropa que nos entre adecuadamente. Esto coloca a las mujeres en particular en una situación muy desafiante en la que estamos casi convencidas de que es nuestro problema. Somos demasiado bajas, demasiado altas, demasiado grandes, demasiado pequeñas”.

Al abrazar la autenticidad y la compasión propia, Andrea Cheong, que ha sido nombrada una de las críticas de moda a seguir por Vogue Business, propone desafiar los estándares convencionales de la moda, y conectarse con nuestro estilo personal de una manera consciente.

“Creo que la otra posibilidad de por qué a la gente le encanta comprar moda rápida es simplemente porque no saben cómo comprar”, sintetiza Cheong. “Es como cuando no sabes cocinar: vas a comprar mucho take away o comerás mucha comida chatarra”. 


 

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