Hace cinco años, una tendencia turística ya venía cocinándose: el glamping, que básicamente es acampar, pero con todas las comodidades de un hotel cinco estrellas. De hecho, su nombre deriva de las palabras glamour y camping, una opción ideal para quienes quieren evitar a toda costa las “incomodidades” de explorar y dormir en la naturaleza de forma tradicional.
Estructuras de lo más imaginativas e innovadoras se han montado en todo el mundo, pero a los hermanos riobambeños Albán, Andrea y Esteban, se les ocurrió la idea de que el glamping vaya donde sea, que no sea una estructura fija. Así nació Nomads, un proyecto concebido por Andrea en su Master en Emprendimiento Global. Juntó fuerzas con su hermano, Esteban, que es arquitecto, y construyeron un remolque con todas las comodidades y con casi nulo impacto ambiental: paneles solares, agua caliente, luz, calefacción, baño con sistema de acumulación de desperdicios, leña para fogata, camas súper cómodas, frazadas, toallas, sábanas, utensilios de cocina, comida de restaurante a la carta (si se desea). “Nuestro eslogan es Be free and move everywhere. Esa es nuestra idea, moverse, recorrer el país, que sientas que, si quieres, puedes alejarte de todo y de todos. Que los turistas puedan alquilar los remolques y llevárselos”.
Pero ese es el plan a un futuro cercano. Por ahora, Nomads cuenta con dos remolques (Inti, para cuatro personas, y Wayra, para dos personas, con internet) que se ubican al pie del volcán Chimborazo, en una hondonada, tipo valle, rodeada de colinas, que protege un poco del viento a los turistas y que permite una vista conmovedora del coloso y privacidad, intimidad y seguridad. “Nuestra idea no es llenar de cabañas el lugar, sino que estén muy separadas y que los visitantes disfruten de su estadía, sin preocupaciones o sin tener que cerrar las cortinas”.
Al estar en medio del pajonal, aunque no tan alejado de la ciudad (a unos 30 minutos de Riobamba, se recomienda un vehículo SUV o todoterreno) los propietarios de Nomads se aseguran de dar todas las indicaciones para que los turistas lleguen sin complicaciones. Debido al romanticismo que envuelve al lugar, la demanda de los dos remolques es alta. De hecho, para los sábados ya no hay disponibilidad hasta después de mayo. El precio por noche es de US$ 112, incluidos impuestos y desayuno. El costo puede aumentar, dependiendo de los otros servicios que se requiera (alimentación, caminatas, cabalgatas).
“Hay gente que dice que ni fregando quiere cocinar, así que pide todo incluido. Par ello tenemos alianzas con restaurantes y la comida les llega caliente. También les proveemos un manual específico de cómo usar las cosas en la cabaña. El lugar es súper seguro, parece que no hay nadie, pero en realidad la gente de la comuna está pendiente. Trabajamos con ellos. Y estamos en Airbnb. Queremos que la experiencia sea muy íntima, sofisticada, con vistas increíbles y que los visitantes puedan sentir esa conexión con la naturaleza”. (I)