Quien  lleva un sombrero, como parte de su outfit, derrocha personalidad y elegancia. Aún cuando existen miles de modelos en todas partes del mundo, los sombreros ecuatorianos son de otra galaxia. Eso lo entendió Bryan Bartolomé al crear su emprendimiento, basándose en lo importante que es reconocer lo nuestro.

Originario de Quevedo, este joven emprendedor creció entre telas e hilos. Su madre, quien es su inyección de inspiración, es costurera. Ella confeccionaba modelos que Bartolomé vendía y entregaba. Así surgió su pasión por el diseño de modas. Para empezar a cumplir su sueño este joven creativo se mudó al puerto principal, Guayaquil luego de graduarse del colegio y allí comenzó a elaborar vestidos de novia y trajes para hombres. Estas mismas prendas fueron el pie para sentar las bases de su futuro.

Este diseñador ecuatoriano de 30 años, además de ser fotógrafo, se ha dado a conocer por el toque de personalidad que lleva cada una de sus piezas. Es la esencia de Bartolomé Hats. El afán de producir algo suyo, lo llevó a diseñar un sombrero para un viaje a Cuba. Allí, amigos cercanos se vieron interesados en ese modelo en especial. “Me preguntaban en dónde lo había comprado y de quién era el diseño, y yo orgulloso respondía: pues fui yo, yo lo hice”, cuenta al recordar cómo empezó todo.

En 2020, a raíz de la pandemia y con el cierre de fronteras, Bartolomé recibió en su casa amigo español. “Tenía ya varios sombreros que había enviado a hacer y que eran para mi uso personal. Mi amigo quedó encantado al ver su calidad y me preguntó si podía vendérselos para llevarlos a España”, relata Bartolomé. 

En teoría, esa fue su primera venta. Sus diseños llegaron al viejo continente y gracias a la magia de las redes sociales se hicieron conocidos. “Tengo que hacer algo con lo que está pasando”, fue lo que se cruzó por su mente para tomar la decisión de diseñar más, luego de que algunas personas lo contactaran para hacer pedidos. Después, diseñó seis modelos y en una semana se quedó sin stock, así que duplicó la producción. 

Hoy en día Bartolomé Hats es una marca que brinda empleo a ocho personas a escala nacional. Entre ellas, están los artesanos, de Cuenca y Otavalo, que producen los sombreros de tejido de lana y paja toquilla. 

En Ecuador, los sombreros tienen un costo que oscila entre USD 75 y 90. En Estados Unidos, están entre USD 150 y 200. Su modelo de negocio es online. Así ha logrado crear alianzas con empresarios en Estados Unidos que solicitan sus productos mensualmente para despacharlos en Miami. En Guayaquil, cuenta con un showroom y cada año la marca lanza una colección, entre junio y julio. La última fue acerca de Barbie.

Para este diseñador que vive por temporadas en Estados Unidos y en Ecuador sus sombreros son hechos para dejar en alto el nombre del país. Para Bartolomé, “los ecuatorianos debemos creérnosla, y admirar y entender lo afortunados que somos de lo que tenemos para obtener artículos maravillosos”. 

Cada sombrero tiene su identidad y está elaborado con muchos detalles, incluso con material de oro, que le dan su plus. Quienes los usan están siempre a la vanguardia y son personajes reconocidos en el medio local y regional. (I)