Trotar a lo largo del Sena, alrededor del Coliseo Romano, o en uno de los alucinantes ambientes del Gran Cañón se puede convertir en algo habitual y divertido. Si a esto le suma el monitoreo permanente de sus signos vitales, con una rutina personalizada y revisando el cumplimiento de objetivos, es realmente sorprendente, divertido y motivador. Todo esto es posible en Phisique Wellness Club gracias al uso de realidad virtual y de inteligencia artificial.
Esta cadena acaba de inaugurar un nuevo gimnasio en el norte de Quito con una inversión de US$ 1 millón. Allí el suave sonido del pedaleo o de las cintas de correr crean una sinfonía de esfuerzo y superación. Gracias a la tecnología e innovación, los usuarios pueden disfrutar de un entrenamiento personalizado, adaptado a sus necesidades y objetivos específicos, según Diego Black, Gerente de Operaciones de Wellness Group, propietarios de Phisique. “Estamos enfocados en el bienestar de las personas. No somos una empresa que tienen sólo gimnasios, sino estamos enfocados en ofrecer soluciones para el bienestar del cuerpo, la mente y el alma”, puntualiza.
El nuevo local está ubicado en el Quicentro Shopping del norte, con cerca de 120 máquinas distribuidas en tres niveles que ocupan más de 1.200 metros cuadrados. La capacidad del nuevo local en horas pico es de hasta 300 personas. Esta sede es la más grande que tiene la cadena Phisique.
Los inversionistas eligieron el centro comercial porque es un lugar estratégico. El diseño del local es vanguardista, los espacios son amplios y con una combinación de modernidad y naturaleza.
En el primer piso se encuentra una sala de entrenamiento con máquinas de última generación, equipadas con sensores inteligentes que monitorean el rendimiento; los usuarios pueden personalizar sus rutinas de entrenamiento a través de una aplicación móvil. En el segundo nivel se despliegan las áreas de entrenamiento funcional y de alta intensidad. Y en el tercer nivel está el área de relajación, bienestar, recuperación y descanso.
Black explica que los colores y los espacios son los adecuados para cada tipo de actividad. Mientras recorremos las instalaciones del nuevo Phisique, Black relata cómo nació esta idea que después se convirtió en una gran empresa. Wellness Group nació hace 20 años con la línea de gimnasios Phisique; incorporaba clases de yoga, pilates y TRX, técnicas y herramientas que, en ese tiempo, eran conocidas por muy pocos y algo costosas.
Los propietarios de la marca trajeron al país, en 2018, la franquicia de una cadena brasileña de gimnasios. Las dos marcas tienen el mismo propósito: democratizar el mundo fitness de alta calidad. “Lo importante es que todos tienen la disponibilidad para hacer ejercicio y conectar con la mente y el alma”, dice Black.
Phisique tiene seis locales y en cada uno trabajan 20 personas. Black señala que “los dos Phisique con piscina tienen a disposición clases de natación; por su gran cobertura hay deportistas que se preparan para competencias de alto rendimiento. Hemos tenido maratonistas y triatletas que entrenan en nuestros gimnasios. Hoy podemos decir que nuestros socios tienen a su alcance los mismos equipos que puede tener un atleta olímpico”.
La marca suma hoy 5.000 socios y los planes de inscripción pueden ser semestrales o anuales. Para este año, en su nueva sede, la cadena estima la inscripción de 1.500 nuevos socios. Los planes de inscripción pueden ser semestrales o anuales; si es anual tiene un costo de US$ 1.450.
En el nuevo local del Quicentro, Phisique también está trabajando con Well Lab, un laboratorio donde cada persona puede medir cómo se encuentra físicamente, para eso, se entrega una guía nutricional y otra de entrenamiento. También, cada trimestre, tienen un plan dirigido por una nutricionista. El ejercicio se complementa con la alimentación.
Para premiar a sus 'alumnos' la marca tiene un club de descuentos que entrega beneficios de las empresas que comparten la filosofía de marca, como restaurantes, fisioterapia, kinestesia, entre otras. “El resumen de estos 20 años es la perseverancia, porque las empresas tienen altos y bajos. La perseverancia para seguir en ese objetivo, porque al final del día ya no ves sólo como un negocio, sino como un propósito; en este caso transformar la vida de las personas”, cierra Black. (I)