Lista para el New York Fashion Week 2024
Fernanda Salgado es otro de los perfiles que le apuesta a la industria de la moda en Ecuador. Luego de varios intentos y más de 10 años de recorrido para conseguir establecer su marca, esta diseñadora estará en el grupo de artistas que participarán en uno de los eventos top de la moda.

Fernanda Salgado tiene 42 años y formó parte de la primera promoción de diseñadores de modas del Instituto Metropolitano de Diseño, en Quito. De la mano de su abuela, que era modista, creció y aprendió de este mundo, a pesar de que en un comienzo no contempló como una posibilidad estudiar una carrera así.

Como a muchos nos ha pasado, esa insistencia de nuestros padres de que estudiemos Arquitectura, Derecho o alguna profesión afín que sea rentable, también fue el discurso que escuchó Salgado en su adolescencia. Pero ella siguió sus instintos. “Me decepcioné de la comunicación y cuando se abrió la carrera de diseño no dudé ni un segundo en inscribirme. Éramos cuatro alumnos y nos graduamos tres. Quería dedicarme al arte”, recuerda. 

Aunque para nada soy diseñadora de modas, cuando conversé con Fernanda y le pregunté cómo nació su gusto por crear prendas diferentes, me contó que usaba a sus muñecas para confeccionar su ropa. Entonces entendí la creatividad que había detrás para hacer algo distinto. “Transformaba todo, cortaba, cocía, les pegaba diferentes texturas, formas, todo”, comenta.

Cuando entró al mundo laboral, Salgado logró trabajar con tiendas de ropa en el área de diseño. También se desempeñó como directora del área de moda y docente, pero buscaba algo más, algo suyo. Comenzó a confeccionar, trabajó con tercerizadoras y puso en marcha sus ideas y así creaba piezas para sus amigas, familia y conocidos. “Yo daba el servicio de visita, les llevaba la ropa, medía y el boca a boca hizo que me tomaran en cuenta”, enfatiza.  Entre la prueba y error, sus prendas ya eran reconocidas en su círculo social.

Antes de ser Lulakirei, su empresa tuvo otros nombres: Aditiva, Fashion mood y algunos otros más. Intentó destacar de diferentes formas y la última tienda que tuvo estaba en Cumbayá, hasta que cerró. El mercado era complicado y las responsabilidades familiares se volvieron más fuertes. “Soy mamá de tres pequeños, mi hija menor cuando era bebé demandaba mucho tiempo y estuve a punto de tirar la toalla y dedicarme solo a ellos”. 

Fotos : Pavel Calahorrano Betancourt

Pero no fue así. Salgado agradece a su compañero de vida por haberla impulsado a no dejar lo que tanto le gustaba. En 2012, en honor a su última hija, Luciana, nace Lulakirei y con esta marca su primer taller. La inversión inicial fue de US$ 5.000. Tres años después, fue invitada a participar en el Designer Book de Guayaquil, uno de los eventos de moda más grandes del país. En esa época, grandes marcas extranjeras entraron a Ecuador para desafiar a los diseñadores locales, entonces Fernanda no se quedó quieta. 

Viajó hasta Cotacachi, en la provincia de Imbabura, en busca de una comunidad llamada El Cercado, en donde existen artesanos que trabajan con tejidos en telar. Esta es una técnica ancestral muy laboriosa, la misma que fue adaptando a sus diseños. Allí conoció a José, un artesano con quien ya trabaja diez años. 

El primer showroom de Lulakirei estuvo ubicado en La Tejedora, luego se trasladó a otro espacio con el mismo concepto en el centro de Cumbayá, en 2018. Allí, Fernanda invirtió US$ 5.000 y permaneció por más de dos años hasta que se topó de frente con la pandemia. Sostener un arriendo sin ingresos ya no era una opción, pero nuevamente su esposo se hizo presente; cerró las puertas del garaje de su casa, montó un taller para ella y todo comenzó de nuevo. “Puse un anuncio en Facebook en donde buscaba a dos personas que supieran de costura, llegaron mis chicas con quienes he trabajado hasta el día de hoy. Hicimos click y se quedaron conmigo”, cuenta.

Las prendas de Lulakirei se vendían a través de redes sociales y en The Designers Society, una plataforma física para los diseñadores independientes. En este lugar, Fernanda decidió entrar con la línea de jean reciclados. A través de este espacio, sus ventas superan los US$ 3.000 mensuales.

En 2021, esta emprendedora decidió sacar Onix, una colección que fue inspirada en la primera colección que creó en todo este trayecto y es una de sus favoritas. Sus prendas se diferencian por el estilo rockero con el que son creadas. “Soy amante del rock and roll. Es parte de mi día a día. Lo convencional no es mi estilo, lo clásico no va conmigo. La gente reconoce mi ropa porque me gusta diferenciarme”, asegura y añade que Lulakirei maneja de 2 a 3 colecciones anuales.

Hace nueves meses, llegó al Potrero de San Luis de Lumbisí. Este nuevo local tuvo una inversión de US$10.000 y allí Lulakirei brinda empleo a cuatro personas. Para esta artista, sus diseños marcan una identidad, son reconocidos por el trabajo de los artesanos y hacen sentir especial a quienes los usan. En 2023, esta marca cerrará su facturación sobre los US$100.000. 

Fernanda Salgado participó en el New York Fashion Week hace varios años y en 2024 volverá a estar presente. “Además de recibir una invitación para ser parte del evento, se debe invertir en los planes que brinda la organización. El próximo año serán US$ 17.000. Mis colecciones de identidad andina han llamado su atención”, resalta. “Siempre valoramos lo que viene de afuera y no nos damos cuenta que tenemos capacidad y mucho diseño en Ecuador”. (I)