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Las claves detrás del movimiento vitivinícola sustentable en Argentina

Rachel King

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Con un aumento en bodegas certificadas y prácticas responsables, los productores enfrentan desafíos ambientales mientras mejoran la calidad de sus productos.

23 Septiembre de 2024 08.55

A medida que la sostenibilidad pasa de ser un tema de conversación a convertirse en un enfoque central para cada industria, los productores de vino enfrentan un momento crucial donde la tradición se encuentra con la innovación. En Argentina, uno de los principales productores de vino de la región, se vio un aumento en el número de sus bodegas certificadas en sostenibilidad con el apoyo de Wines of Argentina (WofA) en el último año.

El país experimentó un crecimiento significativo en su mercado vitivinícola en los últimos años, según reporta Statista. En 2024, se espera que el sector genere 2.830 millones de dólares en ingresos internos y 2.170 millones de dólares en ventas fuera del hogar. Se proyecta que crecerá un 7,88% entre 2024 y 2029, alcanzando un volumen de 4.130 millones de dólares para ese año.

Grupo Avinea, un destacado productor en el país, avanzó considerablemente en sostenibilidad. Ante los desafíos del cambio climático y la gestión de recursos, la dirección de la empresa resalta su profundo compromiso con la viticultura orgánica y la responsabilidad ambiental.

Uno de los pilares de los esfuerzos de sostenibilidad de Grupo Avinea es la producción orgánica.

"Para nosotros, la producción orgánica se alinea con nuestra filosofía vitivinícola, que se centra en elaborar vinos que reflejen la pureza de la fruta y el terroir único de cada ubicación. Si bien las condiciones climáticas favorables, como la escasa lluvia y la intensa luz solar, contribuyen a la salud de las plantas, por sí solas no son suficientes para garantizar una viticultura orgánica exitosa", afirma Andrés Valero, jefe de sostenibilidad, en una entrevista con Forbes.

"Es esencial explorar y mapear el perfil del suelo, así como seleccionar cuidadosamente el marco de plantación adecuado, incluidos los portainjertos y las vides, para lograr una viticultura de precisión. Este conocimiento, combinado con prácticas agroecológicas y estudios de biodiversidad, nos permite producir vinos en armonía con el medio ambiente", agrega.

Juan Pablo Murgia, enólogo jefe de Grupo Avinea, destaca la importancia crítica de comprender el perfil del suelo y seleccionar marcos de plantación adecuados para lograr una viticultura orgánica exitosa. Este enfoque, combinado con prácticas agroecológicas y estudios de biodiversidad, permite que los viñedos prosperen en armonía con el medio ambiente.

Grupo Avinea pioneros en sumarse a la iniciativa 4 per 1000
Juan Pablo Murgia, enólogo jefe de Grupo Avinea, destaca la importancia crítica de comprender el perfil del suelo y seleccionar marcos de plantación adecuados para lograr una viticultura orgánica exitosa.

"Cuando la filosofía orgánica se fusiona con la ciencia y la viticultura de precisión detallada aplicada a cada viñedo bajo el concepto de parcialización y micro-terroir—respetando la identidad de cada pedazo de suelo, su heterogeneidad, diversidad e impacto en cada pequeña área del viñedo—se enriquece el perfil de los vinos a través de las fortalezas naturales del terroir", subraya Murgia.

La gestión del agua es otra área en la que se implementaron prácticas rigurosas para garantizar la sostenibilidad. En Mendoza, donde la región recibe mínimas precipitaciones y depende en gran medida del agua de los Andes, se introdujeron innovaciones como sistemas de riego por goteo y estaciones meteorológicas para optimizar el uso del agua.

"El agua es crucial para el desarrollo de cualquier proyecto agrícola e industrial", señala Valero, enfatizando la importancia de planes de riego personalizados y la reutilización del agua en la bodega para conservar recursos. "Dentro de la bodega, la mayor parte del consumo de agua se destinó a la sanidad. Monitoreamos el consumo diario de agua y reutilizamos soluciones de limpieza hasta cinco veces. Después de su uso, todas las aguas residuales se acondicionaron en nuestra planta de tratamiento y se utilizaron para regar cinco hectáreas de cultivos", profundiza.

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Uno de los objetivos más ambiciosos de Bodega Argento es convertirse en una bodega cero residuos.

La eficiencia energética también fue fundamental en las operaciones de la empresa. Se fue proactivo en medir el consumo de electricidad en tiempo real e implementar planes de eficiencia en toda la operación. Estas iniciativas no solo redujeron la huella ambiental, sino que también mejoraron la eficiencia general de la producción.

Además, la empresa es miembro fundador de la Sustainable Wine Roundtable (SWR), una colaboración global destinada a promover la sostenibilidad en el sector del vino. Valero enfatiza la importancia de la cooperación para lograr el desarrollo sostenible.

"Fue esencial crear una plataforma para compartir las mejores prácticas y establecer políticas y estándares que pudieran ser adoptados universalmente por productores, distribuidores, importadores y vendedores de vino", dice Valero. "En poco tiempo, SWR ayudó a abordar problemas como el peso de las botellas al trazar una hoja de ruta clara y establecer parámetros de sostenibilidad para la industria. Notablemente, el trabajo realizado en este sentido influyó en la mejora del protocolo de sostenibilidad para el desarrollo de la industria vitivinícola argentina", resalta.

Uno de los objetivos más ambiciosos de Bodega Argento, el mayor productor de vino orgánico en Argentina y una de las marcas bajo el paraguas de Grupo Avinea, es convertirse en una bodega cero residuos. Actualmente, la bodega reutiliza o recicla el 97% de sus desechos, con el objetivo de aumentar este porcentaje al 99% en cinco años. La empresa también explora materiales alternativos que tengan impactos sociales positivos y colabora con organizaciones para mejorar sus flujos de reciclaje.

"Adoptar prácticas de vinificación sostenibles es tanto una elección responsable como una ventaja estratégica", declara Valero. "Para los productores de vino en Argentina y a nivel global que buscan mejorar sus esfuerzos de sostenibilidad, la transición no ocurre de la noche a la mañana. Muchos probablemente ya incorporaron algunas prácticas sostenibles sin reconocerlas como tales", completa.

A través de estas iniciativas, la empresa no solo se posiciona como líder en viticultura sostenible, sino que también busca establecer un referente para la industria vitivinícola global.

"Es crucial mapear o evaluar cuáles son los problemas de sostenibilidad esenciales para la región e identificar las fortalezas existentes", dice Valero. "Referirse a protocolos establecidos para el área puede ayudar a identificar cuáles son las prácticas más accesibles. En otras palabras, se puede comenzar de a poco, pero con un objetivo claro en mente", concluye.

 

*Con información de Forbes US.

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