La filigrana es una técnica que consiste en hilar un metal precioso para crear joyas. No se conoce con certeza su origen en Ecuador; algunos aseguran que llegó con el colonialismo, pero en el Austro del país defienden que es una técnica conocida por nuestros antepasados. Es antigua, delicada y difícil. Se debe fundir la materia prima y tejerla en finos hilos. Se hace a mano y, dependiendo de la complejidad del diseño, puede tomar varios días elaborar una joya. Es similar a los bordados ancestrales y refleja la identidad, la historia y el valor simbólico de las piezas artesanales.
Esta técnica orfebre es el diferenciador de la cuencana Andrea Tello, quien no solo se propuso rescatarla, sino que hizo que los reflectores de la industria se posicionen sobre nuestro territorio. La reina Letizia de España, la reina Rania de Jordania o Tatiana Santo Domingo (nuera de la princesa Carolina de Mónaco) están entre las personalidades que han usado sus creaciones. Sin dejar de lado el sinnúmero de primeras damas, esposas de altos funcionarios, embajadoras… que han hecho que su marca sea reconocida a nivel internacional.
El continente asiático es su mayor mercado, cuenta con un punto de venta en Hong Kong (China) y está por abrir uno en Bali (Indonesia). Sus joyas se exhibieron por muchos años en Dallas (Estados Unidos), París (Francia) y Múnich (Alemania). Con 44 años, asegura haber recorrido casi todas las ferias de lujo del mundo. Su pasaporte tiene sellos de Asia, Europa, América Latina y África; es una trotamundos que lleva en sus hombros el trabajo de artesanos ecuatorianos, quienes plasman en cada pieza la historia andina y la creatividad de su mentora.
Ella es la encargada del diseño y de las ventas. Es una representante de la joyería nacional y, desde 2011, ha realizado más de 50 exposiciones a nivel mundial. En 2014 participó en la Bienal Internacional de Artesanía Contemporánea en Nantong, China. Tres años más tarde representó a Ecuador en la Semana de la Artesanía Latinoamericana en Kuwait. También fue parte del primer fashion showcase que se realizó en Corea del Sur para mostrar el arte y diseño ecuatoriano.
En 2018, participó en el HKTDC Hong Kong International Jewellery Show, donde mostró sus piezas junto con los fabricantes más importantes del mundo: Cartier, Dior, Van Cleef, entre otros. De exhibición en exhibición, de país en país, esta cuencana creó un nombre y una marca que no deja de crecer. Es artista y marketera de profesión. Estudió arte en Saint Ambrose University, Estados Unidos. Cuenta con otra licenciatura en marketing en la Universidad Cristiana Latinoamericana en Quito y tiene dos maestrías, la primera en docencia universitaria y la segunda en craft design.
“Uno de mis sueños fue estudiar en EE.UU. y todo lo que hice me trajo hasta acá. Pasaba mis tardes en museos, galerías de arte y aprendiendo francés. Siempre estuve relacionada con el tema artístico y a los 16 años encontré una escuela en el centro de Cuenca sobre cosmología, música y medicina andina. Esto cambió mi visión de las cosas”. Cuando regresó con su título del extranjero, presenció una ceremonia especial en Los Paredones del Parque Nacional Cajas. Un punto estratégico donde se reunían los incas y hoy se puede admirar, por un lado el Chimborazo, y por otro el mar.
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