El gran actor y humorista Robin Williams vivió en esta mansión palaciega de San Francisco. Williams y su esposa, Marsha Garces Williams, productora, coleccionista de arte y filántropa, compraron la casa en 1991, y aunque se separaron en 2010, la pareja se embarcó en una extensa renovación para transformar esta casa de estilo renacentista italiano de 1926 en lo que es hoy.

No sólo es donde se criaron sus tres hijos, sino que Marsha vivió acá mucho después de que ella y su difunto marido se divorciaran. Ahora, la casa se cotiza por 25 millones de dólares después de tres décadas de administración.

Esta mansión de 3340 metros cuadrados cuenta con la increíble cantidad de más de 20 habitaciones, incluidos seis dormitorios y ocho baños. Es uno de los terrenos amurallados más grandes y privados de San Francisco, situado en una parcela de 5227 metros cuadrados.

Una imponente mansión

Construida originalmente en 1926, es de un opulento estilo renacentista italiano, con ornamentación en piedra, columnas de mármol y elaboradas molduras. La propiedad está rodeada de muros de piedra para garantizar la máxima privacidad y se accede a ella a través de una puerta privada. Árboles maduros, setos, jardines y arbustos rodean cada centímetro de la casa para que realmente se sienta transportado a Italia.

Tras atravesar una intrincada puerta arqueada flanqueada por columnas de mármol, se encuentra con el espectacular vestíbulo de entrada. En el interior, los suelos son de roble, y la carpintería es de hierro forjado, cobre y bronce. Los Williams restauraron minuciosamente la carpintería, el hierro, los azulejos y la madera originales de la casa, y ayudaron a conservar los materiales originales utilizados en la construcción, que no están disponibles hoy en día.

Hay puertas con paneles tallados, azulejos artesanales y techos con vigas a cada paso, que honran la historia del edificio. La casa, de tres plantas, ofrece unas vistas excepcionales del océano Pacífico, la bahía de San Francisco y, sobre todo, el puente Golden Gate. Tal vez la habitación más luminosa sea el salón, con una gran chimenea de piedra y acceso directo al balcón para que nunca esté demasiado lejos del aire libre. También hay una logia al aire libre que muestra las vistas del océano a través de grandes arcos.

Muchos ambientes para muchas personas

La casa también cuenta con un despacho, un comedor formal, una zona ajardinada exterior y una sala de billar con paneles de madera que oculta un bar de la época de la Ley Seca. La cocina-comedor está diseñada para chefs apasionados y cuenta con electrodomésticos de La Cornue, Sub-Zero y Miele, así como armarios a medida con intrincadas incrustaciones de madera.

Hay una majestuosa suite principal con techos abovedados de doble altura, un balcón privado con vistas al agua, un cuarto de baño principal de temática japonesa, un vestidor/armario, tocadores y muebles empotrados hechos a medida, una bañera de inmersión y una ducha a ras de suelo con paneles de cristal. 

En la planta superior hay otros cuatro dormitorios y dos cuartos de baño completos. Además, encontrará (o no) varias habitaciones del pánico, o seguras, por toda la casa, incluida una gran cámara acorazada con ventilación. Uno de ellos se encuentra detrás de una pared con paneles ocultos fuera de la habitación principal, pero también puede ser utilizado como una oficina o sala de meditación.

Entre los servicios adicionales se incluyen una casa de invitados de un dormitorio con entrada independiente, un gimnasio, una sauna finlandesa Helo, una bodega y un nivel de jardín con un amplio espacio al aire libre. La casa está listada por Steven Mavromihalis de Compass.

*Con información de Forbes US