Todo empezó como, a veces, empiezan los emprendimientos: como una vía de escape a la rutina. Hace ya casi cuatro años, los publicistas Daniel Zárate y Sebastián Vaca se sentían un poco solos y tristes, pero recordaban que también eran feos y pobres. Así que empezaron a reír y a buscar una idea que les quitara el sufrimiento de que mañana es lunes. Fue como se les ocurrió crear una Fan Page para memes, que recogiera todas esas frases que sus compañeras de trabajo, sus hermanas, sus novias, lo decían “bajito”, pero que, encerraban verdades demoledoras. Y de esta forma ponerle una pizca de alegría a sus días. Nació La Longa Dice.
El nombre de la marca -patentada- era una jugada riesgosa. Bien es sabido que cuando a un quiteño le insultan, diciéndole “Longo, hijue...”, este reacciona violentamente preguntando “¿Cuál longofff?”. A pesar de que la traducción al español de esta palabra quechua es joven, no dejaba de ser una apuesta que les pudo enterrar para siempre. Sin embargo, el primer posteo “Yo de chiquita era rubia”, se viralizó rápidamente y la gente lo tomó con humor. “Creamos un producto intangible y la gente lo digirió bien, en general, porque todos nos sentimos orgullosos de nuestras raíces, todos somos longos, así que sintámonos bien por ello”, explica Zárate.
Lo que nunca sospecharon es que poco a poco ya no iban a brillar, sino a deslumbrar. La comunidad que se iba conformando alrededor crecía por miles. Al mes ya tenían 1.000 seguidores en Facebook, hoy, ya llegan a 100.000 y en su cuenta de Instagram suman 6.000. ¿Poco? Para nada, han durado más que el Yunda y La Posta. Y lo que es más impresionante: con cero dólares de pauta en redes. Todo, absolutamente todo ha sido orgánico, sostenido por la viralización de los memes a través del compartir y los 'likes' de miles de mujeres, que son sus principales voceras. Tal es el fenómeno, que un buen posteo puede darles tranquilamente 100.000 vistas, 8.000 'likes', 1.500 comentarios, sin un centavo.
El hecho, según cuenta Zárate, llamó la atención en Argentina, donde una empresa de monitoreo les contactó hace poco para informarles que La Longa Dice se ubica en el tercer lugar en América Latina en alcance sin pagar a Facebook. “Mientras menos plata le metes, el algoritmo te hace desaparecer. Pero los seguidores nos siguen sosteniendo. A veces más, a veces menos”, añade Zárate.
La fidelidad de la comunidad es incondicional, al punto que, cuando existen comentarios ofendidos con los memes, donde no se comprende el sentido de la Fan Page, son los propios usuarios, más bien, las propias usuarias, las que se encargan de defender la propuesta. Al fin y al cabo, como dice la Longa, “Y yo que culpa tengo que mis memes coincidan con sus miserables vidas”.
El sueño de Vaca y Zárate ahora es participar en algún festival y abrir un restaurante temático donde todas las longas puedan encontrarse. “Hacer las cosas sinceramente y de corazón, nos hace sentir muy felices, primero. Luego, de a poquito, se han ido dando las cosas. Sí hemos tenido réditos económicos también. A veces nos han llamado marcas que quieren salir en la página bajo el mismo esquema, beneficiándose de la pauta cero”, puntualizan, mientras ya piensan en el próximo meme porque no quieren ser la Sinovac de alguien que quería Pfizer. (I)