Cabaret, el musical que se estrenó en Broadway en 1966, esta de vuelta en Quito luego de 13 años. Ambientado en Berlín de 1929, cuando el nazismo tomaba fuerza en Alemania, el argumento gira en torno a un club nocturno y la relación de su estrella principal con un escritor estadounidense en busca de inspiración.
La obra se reestrenará en Quito el próximo 10 de mayo y estará en escena hasta el 19 en el Teatro Sucre. Daniela Cabezas, representante de In Crescendo, la empresa productora de la obra, cuenta los retos económicos que implica el desarrollo de esta obra.
“En Cabaret invertimos US$ 150.000 y para llegar al punto de equilibrio necesitamos sumar US$ 25.000 dólares por función, lo que significa unas 400 personas por función. A veces eso es misión imposible. Es una inversión de alto riesgo porque se necesitan seis días para amortizar esa inversión”, cuenta Cabezas, quien tiene experiencia en el mundo de las finanzas, pero que vive una catarsis apoyando a las artes escénicas.
La vocera de In Crescendo explica que el trabajo para montar la obra es intenso. “Hemos pedido los derechos de Broadway y ellos autorizan el estreno para fechas determinadas”. Además, dice Cabezas, existen costos como el teatro, el vestuario, la póliza de seguro, los ensayos, etc. “Todos son costos o egresos. El reto es llegar al estreno y poner la obra en escena, etc. Cada función es un costo”.
¿Cómo se financia la obra? Cabezas dice que el 30 % es con auspicios de empresa privada y el resto se espera que llegue por la taquilla vendida. Añade que In Crescendo tendrá este año dos obras más y que como cualquier empresa se manejan temas como publicidad, recursos humanos, inversiones, entre otros.
Cabezas también comenta que el consumo de cultura flaquea en las artes escénicas vivas. “Quito tiene por lo menos 15 teatros y la venta de taquilla bordea el 30 %. El teatro musical puede ser un gran éxito o un teatro vacío”.
Nicole Rubira, actriz del elenco del musical Cabaret, también reconoce el reto que tienen las artes escénicas. “Soy actriz y cantante, sé lo importante que es entender esto como un producto, como una empresa. Es un negocio en el que uno apuesta sin saber lo que va a pasar. Es una responsabilidad que la asumo con alegría e intensidad. Vivir de esto me hace valorar más los momentos”. (I)
Cabezas y Rubira estuvieron en las oficinas de Forbes Ecuador y nos dejaron esta entretenida entrevista: