La mayoría de los pensamientos que tenemos cada día son inconscientes. Cuando nuestros pensamientos no son administrados, tienden a ser negativos y nuestro diálogo interno queda profundamente arraigado y apegado a sentimientos y experiencias pasadas.
Cuando nos volvemos reacios, nuestro diálogo interior se torna naturalmente negativo y autorecriminatorio. Estos pensamientos pueden ser difíciles de abordar porque no siempre parecen obvios cuando estamos pensando en ellos, sino naturales y veraces. Por esta razón, el desarrollo de la autoconciencia y la voluntad de trabajar duro son las claves del éxito. Todas tus creencias autolimitantes pueden desmantelarse a través del trabajo duro.
1. No es el momento adecuado
¿No es el momento adecuado para qué? El trabajo duro y la pasión se tienen que invertir cuando así se siente. Si esperas, probablemente vas a esperar para siempre. El éxito no va a caminar hasta tu puerta, abrazarte y hacerte rico sin tu participación y esfuerzo.
Si estableces metas, no hay tiempo mejor que el presente. Comenzar ahora, y ser consecuente con tu compromiso, incluso si se trata de un pequeño paso, es el punto de partida realmente adecuado. Esperar el momento perfecto para comenzar no es más que miedo.
2. No tengo tiempo suficiente
Puedes tener todo lo que quieras, si lo quieres lo suficiente. Cada uno tenemos las mismas 24 horas en un día, pero solo tú decides cómo vas a aprovecharlas. Cuando amas algo, lo que sea, si es lo suficientemente importante, no vas a tener ningún problema en dedicarle el tiempo necesario.
Los pensamientos son poderosos, pero cuando pones trabajo duro para conseguir lo que quieres, ese arduo trabajo disipa las falsas creencias que sostienes por no tener suficiente tiempo.
3. Soy demasiado viejo o demasiado joven
La edad es sólo un número, y no refleja tu nivel de habilidad, tu disposición a aprender, a trabajar duro, a ser apasionado o tu nivel de talento. La edad no te define. Hay empresarios exitosos que abarcan casi todos los grupos de edad para los que la percepción de la misma es puramente psicológica; por lo tanto, no permitas que ninguna idea enlatada sobre la edad te impida perseguir tus metas.
4. No soy lo suficientemente inteligente
El trabajo duro reporta más resultados que los que consigue un genio ocioso. En algún momento, el trabajo duro, la educación, el entrenamiento? te ponen en el mismo nivel de habilidad que cualquier genio.
La información puede haber sido más fácil de asimilar por el que es muy inteligente, pero cuando el fracaso aparezca, el genio sentirá que hay un defecto inherente en su capacidad; mientras que vos, basándote en el trabajador duro, vas a creer que simplemente no trabajaste lo suficiente, y trabajarás más duro.
5. No tengo el dinero
Todos tenemos facturas, deudas, gastos y algunos carecen de ahorros; sin embargo, esto no debe impedir que vivas tus sueños. En lugar de mirar el dinero como un recurso insuficiente, sé creativo a la hora de maximizar el dinero que tengas.
O, ¿estás dispuesto a hacer lo que sea necesario para obtener la financiación que necesitas, incluso si eso significa sacar un préstamo o conseguir un segundo empleo? Hay demasiadas personas que han hecho algo de la nada, trabajan duro y hacen lo que sea necesario para lograr sus objetivos.
6. La gente me juzgará
La gente te juzgará, ¿de acuerdo, y qué? La gente está siempre juzgando, y cuanto más se destaca, más se puede juzgar. ¿Es difícil ser diferente? Sí, posiblemente, pero no puedes tener miedo de actuar en beneficio de lo que quieres lograr en tu vida. Si sigues a la multitud, es probable que te pierdas en ella; abraza el ser diferente e inconfundible. Si la gente te juzga, es probable que estés haciendo algo bien.
7. No estoy en el sitio adecuado
No puedes planificar tus esfuerzos para iniciar algo o continuar con algo en torno a estar en un buen lugar o no. La única cosa segura sobre las tormentas es que pasan, y lo más importante es no permitir que detengan tu progreso.
Si llega una mala racha, hay que hacer todo lo que puedas para aprender de ella y extraer la lección. Reconoce tu circunstancia presente para afrontarla con energía, pero ten en cuenta que el futuro es completamente moldeable a tus gustos y preferencias.
*Nota publicada en Forbes España