Punto Mona es el nuevo proyecto de la bartender argentina Mona Gallosi, quien, tras 25 años en el mundo de la coctelería, decidió abrir su propio lugar, “en el que pudiera conjugar mi pasión por la coctelería y la gastronomía”, sostiene la empresaria en una charla con Forbes. Antes, este espacio funcionó como Puente G y como sede de eventos de cultura, arte y gastronomía, pero, hoy en día, se transformó en un exclusivo restobar para disfrutar de cócteles con el sello Gallosi.
“Comencé con el emprendedurismo hace ya 18 años atrás cuando arranqué con los eventos corporativos y una idea que presenté a Telecom, dando clases lúdicas corporativas para empresas, lo cual me hizo viajar por toda la Argentina hablando de coctelería. Ahí comencé a setear mi empresa de experiencias y a sumar algunos módulos de barras para hacer pequeños eventos en hogares o fiestas pequeñas de 50 a 60 personas y eso fue creciendo. Hace ya 15 años armé mi SRL, Scotch & Soda -en honor al whisky y a Frank Sinatra- y ahí comenzó toda una gran aventura. La empresa se convirtió en una compañía de servicios de barras y de consultorías para restaurantes más toda la pata de imagen y comunicación que yo hacía”, cuenta.
Pero hace 6 años, Gallosi decidió “cambiar un poco el foco, dejar de ser tan nómade y que todos los eventos se desarrollaran a lo largo y a lo ancho del país y tener mi espacio propio que fue donde nació Puente G, en Chacarita”. Así, en 2017 la bartender adquirió un galpón de grandes dimensiones, con la vista puesta en crear un formato novedoso. “Puente G funcionó como un espacio cultural, gastronómico y académico donde yo desarrollaba mis clases corporativas, alquilaba el lugar para eventos sociales y corporativos, etc. En pandemia me vi imposibilitada de hacerlo presencial, entonces armé un e-commerce que es Mona en Casa, que sigue funcionando con experiencias online. Y en el 2021 transformé todo con esta facilidad de convertirme en una empresaria versátil y le cambié el nombre al lugar y lo transformé en Punto Mona, que hoy se convierte en un bar bastante cosmopolita con un toque neoyorquino y glamoroso y donde también hacemos eventos”, relata Gallosi.
¿A qué se debe la elección del estilo industrial, neoyorquino y glam de Punto Mona?
Se debe a que primero Punto Mona era Puente G y el cual era un galpón. Allí hice una obra más de 8 meses para salón de eventos y cuando decidí remodelarlo y cambiarle el nombre, la verdad que los cimientos ya estaban, entonces tenía que llevarlo para un lado que tenga sentido y coherencia. Entonces, en Nueva York hay muchos galpones que son bares, es como muy típico. Fuimos por ese lado, algo que sea glamoroso, que sea confortable, cálido, que tenga ese espíritu que yo llevo, simple y elegante, pero sin dejar de mencionar algunas estructuras industriales que se ven claramente. Así que fue una elección un poco pensada y también transformadora.
La propuesta gastronómica está a cargo de un grupo creativo, comandado por los chefs Felipe Bunchicoff, Carolina Coppola y Tom Urban, quienes, con ingredientes de pequeños productores locales y regionales, crearon platos de sabores complejos pero adaptables a todo tipo de paladares. El formato de la carta es bien amigable: presenta platitos para comer con la mano, así como algunas opciones “entre panes”.
En lo que respecta a la sección de “platitos”, sobresalen alternativas como el tataki de atún rojo, maíz, palta, salsa ponzu y brotes; coliflor con castañas y queso parmesano; y las croquetas de osobuco, bechamel, romesco, pickles de cebolla menta y cilantro. Por el lado de los entre panes, se puede optar entre un sándwich de pollo en pan de papa con alioli de ajo y pickles; la ciabatta con lomo y alioli con salsa inglesa; o el pan de campo con burrata, tapenade y mix de verdes.
Más de veinte cócteles creados por la empresaria conforman la moderna sección de coctelería, que se apoya en espirituosas y diversas técnicas de elaboración, tales como el fat wash, la maceración, los ahumados y la clarificación, para lograr una oferta versátil. “Entre los cócteles más pedidos, sin duda, está el gin tonic o el tonic real, que es nuestro gin tonic de la casa. Salen muchos spritz y, por supuesto, cócteles de la carta como Muy Chill, Gaucho y Khorasan, creo que esos tres son de mis clásicos de autor que más salen. Después, obviamente, genéricos como los spritz y los gin tonics que la gente los pide por default”, manifiesta.
Además, Gallosi que está trabajando en una nueva carta de coctelería: “Será más conceptual. Hoy tenemos cócteles que fueron naciendo en base a circunstancias, a sabores, a necesidades, a ideas y es una carta muy variada. Pero ahora que estamos trabajando en la nueva carta te puedo decir que ya llevamos un mes y medio y seguro nos va a tomar tres meses en total tener una carta impecable, impoluta e interesante para el consumidor”.
Tampoco pasa inadvertida la propuesta de vinos, curada por las sommeliers María Mendizábal y Florencia Rampoldi, quienes sumaron etiquetas comprometidas con el medioambiente y el consumidor actual, siempre con el foco puesto en vinos orgánicos, naturales y de poca intervención. Bajo esta premisa, es posible encontrar tintos, blancos, rosados y espumantes en formato de botella o por copa.
El valor del ticket promedio en Punto Mona es de 6.500 pesos por persona, con 350 / 400 tickets semanales variables y capacidad para 78 cubiertos: 35 en el patio y unos 20 más en el deck.
Para finalizar, la carta ofrece una sección acotada de postres, compuesta por tres opciones: una tartaleta de chocolate, caramelo y nueces pecan; un sabayón, con banana y sabayón de dulce de leche, y un affogato, con helado y café.
Por último, y sobre el valor agregado de bar, la ejecutiva resalta que “el diferencial es que es el bar más grande de Chacarita, muy cuidado y pensado para el consumidor y creando momentos amenos para la gente que elige disfrutar una noche diferente”.