Hace (varios) años atrás solía deslumbrarme por historias de éxito de personas que desconocía, cuyo ascenso, desarrollo y personalidad las llevaba a ocupar posiciones corporativas de autoridad. La medida del destello no era otra que imaginar el impacto de 'ceros' que podría haber tenido ese acontecimiento en su wallet.
Años después, mi objetivo fue identificar algún set de comportamientos que definiera un patrón común de mindset entre ellos… Lo hice. Y valoro esas primeras revelaciones, que hasta hoy me acompañan.
Mirando en retrospectiva – y sabiendo que ya han pasado muchas historias por mi scanner mental - puedo sacar una conclusión, de cara al futuro:
• Alguien puede ser 'millonario', pero no tener 'riqueza'.
• Se puede tener 'riquezas', pero no tomar conciencia alguna de ello.
Porque la riqueza no se mide por los ceros en la billetera, como dije, sino en la capacidad personal para tomar perspectiva, verse con mirada de 'dron' y valorarse con el corazón, no con la cabeza. Tiene que ver con la libertad incondicional, la satisfacción con la vida, la profundidad de las relaciones, la claridad de propósito, talentos y conocimientos que disponemos y la salud mental para poder percibir todo esto. ¿Estás de acuerdo? Porque ser 'millonario' es otra cosa. Es un juego de variables contables donde la diferencia entre activos y pasivos debe superar el millón de dólares. [O sea que la riqueza trasciende a disponer de millones – aunque tener millones puede que sea, para algunos, la manera de sentirse 'rico'…]
“Todo muy lindo pero nada se compara a los lujos y tranquilidad que me da el dinero, a mí mismo y a mi familia”. ¿Escuchaste alguna vez esa frase o similar? Algo así como que transitar un mundo en modo 'black' 'platinum' o 'premium' y una capacidad inmensa de compra constituye el atajo hacia la felicidad suprema… Bueno, no lo es tanto. Considera esto: un estudio de la "Social Psychological and Personality Science" en 2015, demostró que después de cierto nivel de ingreso el efecto del dinero en la 'felicidad' se reducía significativamente. Ya lo decía Martin Seligman también, desde la Psicología Positiva.
¿Entonces? Recuerda el primer mensaje fuerza: “aunque tener más dinero puede proporcionar cierta felicidad, el disponer de él no te garantizará la felicidad a largo plazo”. La felicidad de largo plazo está compuesta por otro tipo de riqueza.
¿Y qué debería valorar entonces cuando me veo en perspectiva, en busca de esa felicidad duradera? Te propongo que encares otra búsqueda: la de la Pasión Inteligente.
No es un término que haya escuchado de gurúes del management contemporáneo, sino que es una creación que concebimos un grupo de consultores al que pertenezco, donde la pasión se siente y la inteligencia se manifiesta abiertamente. Y es una búsqueda continua. Pero sobre todo es un estado: un estado emocional que emerge naturalmente cuando establecemos una profunda conexión con una actividad o proyecto, integrando emoción y razón, motivación y lógica. Determinación más estrategia.
Si has leído a Mihály Csíkszentmihályi lo que te escribo tiene mucho que ver con lo que él expresa como 'estado de Flow'. Pero le quiero agregar algo.
Porque la riqueza de la que te hablo es la que está en juego, esa que tiene que ver con tu bienestar subjetivo…
Entonces, en el camino hacia tu nuevo nivel de RIQUEZA, considera cuidar estos 4 detalles:
1. Maneja las Polaridades: podría decirte aquí que te muestres enfocado, comprometido y motivado, pero no. No te lo diré. Porque sería contarte la mitad de la película. Porque si llevas esas cualidades al máximo, en algún momento, más antes que después, se convertirán en debilidades. ¿O no conoces a alguien que por estar tan enfocado, perdió perspectiva? ¿O no conoces a alguien que por estar tan comprometido, descuidó otras variables importantes en su vida? ¿O no conoces a alguien que por estar tan motivado, desestimó las señales de su cuerpo, que le pedían que pare un poco? A veces esa persona solo está del otro lado del espejo. Y debes escuchar su mensaje. Si no la oyes, tu pasión no está siendo inteligente. Tu riqueza no crece.
2. Califica las Oportunidades: podría decirte aquí que salgas a buscar oportunidades, constantemente, que no te detengas hasta que dispongas de la mayor cantidad de oportunidades posibles, pero no. No te lo diré. Porque sería contarte la mitad de la película. Porque hacerlo sería pedirte que te enfrentes a tu máximo punto de incompetencia. Haz algo mejor: genera oportunidades de adentro hacia afuera y aprovecha las que llegan desde afuera hacia ti, pero haz un scoring de ellas. No te dará el cuerpo para atenderlas, con el nivel de calidad que quieres, a todas. Privilegia las que estén full aligned con tus objetivos y visión personal y… pospone, delega, descarta o comparte las otras. Todo vuelve. Si no haces esto, tu pasión no estará siendo inteligente. Tu riqueza no crece.
3. Calibra tu Intervención en la Solución de Problemas: podría decirte aquí que salgas a resolver la mayor cantidad de problemas posibles, porque en las organizaciones – propias y de clientes – es una buena práctica (claro, a todo el mundo le gusta rodearse de gente que resuelve problemas!). Pero no. No te lo diré. Porque sería contarte la mitad de la película. Porque hacerlo te consumirá mucha energía, esa que necesitarás para generar valor genuino y ser proactivo, para evitar que los problemas sucedan. Busca maneras y predisponte a buscar soluciones creativas y efectivas, pero no conviertas eso en tu día a día, porque estarás perdiendo el foco. Aún si tu función tuviera que ver con servir al cliente, define y aléjate de la zona de 'no control', esa donde no hay mucho que puedas hacer. Y sé que nadie te lo dirá, por lo que te comentaba antes. Pero yo lo estoy haciendo. Si lo haces, si te conviertes en un 'serial problem solver', tu pasión no estará siendo inteligente. Tu riqueza no crece.
4. Eleva tu Mirada: podría decirte aquí que si quieres ser 'éxitos@' le dediques tiempo a tu proyecto (esas 10.000 horas para alcanzar la maestría!), encuentres tiempo para cuidar tu físico, mantengas relaciones sociales con gente positiva, que quieres y te quiere, que encuentres momentos para meditar, pensar y soñar y que descanses, te alimentes bien y viajes, cada vez que puedas. Y sí, esta vez te diré que sí lo hagas. Porque esa sensación de riqueza que buscamos no llegará por casualidad ni porque la 'desees mucho': tienes que trabajar para lograrla. Pero te digo algo: está bien todo lo anterior, pero recuerda que llegaste a donde llegaste no solo por ti, sino por otras personas que te ayudaron a estar donde estás ahora. Alguien confió en ti. Así que una exclusiva mirada umbilical no te será funcional. Si insistes en hacerlo, tu pasión no estará siendo inteligente. Y como te imaginarás, tu riqueza podría dejar de crecer.
En resumen, la riqueza que buscas, que buscamos, la podemos ir encontrando en el camino. No es un destino. Es la sumatoria de sensaciones que nos hacen sentir emocionalmente capaces para dedicarnos un Tiempo de Calidad para hacer - Con Quien Queramos Hacer - algo que nos Apasione.
Parece simple por cómo se lee, pero ¿es así de fácil?
Liderar tu propia vida y tomar decisiones importantes nunca es sencillo. Y menos cuando se te presentan dilemas, que compiten por aquello que quieres. Porque tendrás que hacerte tiempo, cosa que a veces no te permites por cumplir agendas llenas de compromisos inamovibles. Deberás darte cuenta que tienes que elegir a alguien con quien te gustaría pasar momentos de calidad – y a veces el rostro de esa persona no emerge tan rápido (tip: podrías ser tu mism@).
O deberías sentirte bien con tu libertad, contigo mism@, lo cual es algo que requiere aceptación – y nuestra vara suele estar bien alta. En otras palabras, tu Riqueza será directamente proporcional a tu voluntad para manejar tus tiempos en forma inteligente, hacer lo que te ponga en ese estado de flow (mientras sepas que estará en línea con tus valores) y rodearte de gente que vibre como tú. O en otras sintonías, pero que complementen la tuya. Y esto es, no casualmente, lo que las nuevas generaciones están requiriendo de sus empleadores.
Los GEN X debemos entenderlo. Pero para eso, mejor empezar por casa. Quizás esta sea la manera: Pasión, pero con inteligencia.
* Por Alejandro Delobelle, Director de NEO –The Zensitive Group / www.aledelobelle.com