“Todos los hijos son para siempre, inclusive cuando se han alejado o tienen problemas, por más gigantes que sean, son hijos”. Como un hijo es la forma en la que define Jaime Mantilla Anderson al desaparecido Diario Hoy, del cual fue su director por 32 años. En esta ocasión, revive aquellas épocas de informar con responsabilidad, a pesar de los conflictos con los poderes de turno, en su más reciente libro “Hoy: Un Diario que enfrentó al poder”.
Pasa revista a los problemas que enfrentó este icónico medio de comunicación en toda su vida. “Yo si creí que el periodismo, por un lado, y los gobiernos por otro, siempre habían respetado al Diario Hoy y a todos los diarios”.
Mantilla recuerda lo que considera hazañas de Diario Hoy en el ámbito periodístico del país. Una de ellas fue poner énfasis en el sector de la educación, desde las escuelas y colegios. “Fue el primer periódico que se enfocó en este sector. Creamos la Fundación Hoy en la educación para convertirle al diario en el primer texto de lectura para los niños”.
A la par, 'El Gringo', como se lo conoce, menciona otras de las innovaciones de la época que consolidaron a este medio de comunicación como uno de los más destacados en el sector de la prensa escrita, como ser el primer diario nacional impreso en offset, el primer diario en contar con ediciones en simultáneo para Quito y Guayaquil por vía satélite, el primero de América Latina que dio el salto al mundo digital con su página web, en noviembre de 1992, entre otras.
A lo largo de las tres décadas que Diario Hoy estuvo al aire, Mantilla manifiesta que hay muchas anécdotas, tanto positivas como negativas que existieron. “32 años es muy difícil resumirlos. Once de los principales colaboradores del Diario Hoy hicieron ensayos con sus principales vivencias de cómo lo vieron. Algo que no voy a olvidar es la guerra formidable que puso el señor Correa contra la prensa independiente. Como el Diario Hoy era el más débil, se ensañó para matarnos”. Por el lado positivo, recuerda la ayuda social que realizaba el diario. “Cuando hubo el terremoto de Haití, fuimos el primer periódico y el único de América Latina que logró mandar nueve vuelos de asistencia económica y alimenticia hasta esa nación”.
Para Mantilla, este libro debe ser leído por todos los estudiantes de periodismo y los periodistas honestos. ¿Cómo debería ser leído? Con un buen gin, una buena música clásica o, incluso, con el agradable silencio cuando se lee en la noche. (I)
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