Amuzi Cirque es un circo sin carpa dedicado a grandes puestas en escena y artes mixtas desde hace más de cuatro años. Su equipo está conformado por alrededor de 30 profesionales del arte entre bailarines, acróbatas, músicos, magos, actores y productores.
Una de sus más recientes obras es Merlina, que se presenta acompañada de una campaña de salud mental dirigida a niños y adolescentes. Luego de presentarse en Quito, Amuzi Cirque llevó la obra a Cuenca, y la meta es presentarla también en Guayaquil y Loja.
Alejandra Castillo es la mente detrás de este proyecto que combina arte y salud mental. Ella cuenta que Amuzi Cirque es un emprendimiento artístico que se maneja por proyectos específicos. “Tenemos dos estrenos por año y contratos con empresas privadas”. Con estas últimas Amuzi Cirque empezó a trabajar desde agosto.
Esta iniciativa tiene ingresos promedio de US$ 3.000 al mes y el montaje de una obra puede llegar a los US$ 15.000. (I)