Tout est question d'attitude. Todo es cuestión de actitud. Así comienza el estribillo de la primera canción que lanzó la ecuatoriana Daniela Espinosa, conocida en el mundo artístico como La Coya. Su estilo es una mezcla de culturas y tradiciones que no solo evocan a sus raíces quiteñas, sino también a aquellas adquiridas tras vivir nueve años en el Viejo Continente. Su composición encierra sonidos que van desde las flautas andinas, hasta instrumentos musicales característicos del pop latino. Todo esto, acompañado de un videoclip cargado con mucho color, mucho movimiento y sobre todo con la esencia que todo ecuatoriano lleva por el mundo (disfrutar de la danza del Diablo Huma en las faldas de la Torre Eiffel no se ve todos los días).
Como tampoco se ve (o conoce) sobre artistas ecuatorianas que decidan lanzar su música tan lejos de casa. ¡Y definitivamente todo tiene una razón! La Coya comenzó desde muy pequeña a cultivar su pasión por el canto. No tenía miedo de realizar presentaciones y el escenario le transmitía la energía que necesitaba en su día a día. Después de la escuela, no faltaba a su academia de formación artística, donde dio sus primeros pasos como cantante, actriz y bailarina. Estudió en el colegio franco-ecuatoriano La Condamine y a sus 18 años tuvo que decidir entre lanzar su carrera en Ecuador o continuar con sus estudios en Francia. Cuando estaba trabajando en mi primer proyecto me aceptaron en una universidad de Lyon (Francia). Recuerdo que la directora del colegio me llamó a preguntarme si estaba segura de no aceptar esta oportunidad. Siempre quise salir y conocer muchas culturas, pero -al mismo tiempo- mi sueño de ser cantante era mucho más grande. A la final decidí descubrir otro mundo y estudiar paralelamente dos carreras: economía y ciencias políticas.
La decisión de vivir en Francia estuvo acompañada de nuevas metas y retos. Por un lado, culminar con éxito sus estudios y -por otro- aprovechar el puesto central y la riqueza que tiene este país, cuna del arte. Esta experiencia me ayudó a reconectarme con mis raíces de una manera que nunca hubiera logrado si me quedaba en Ecuador. Llegué a este país a buscar quién era. Investigué nuestra música y pensé que no todos tienen la posibilidad de comenzar una carrera en Francia y llevar la bandera nacional por todo el mundo.
Un capítulo importante en su vida fueron los 12 meses que vivió en New Orleans (Estados Unidos), como parte de un intercambio universitario. En la ciudad del Jazz dio sus primeros conciertos y encontró su personalidad artística. Un amigo me preguntó si conocía algo sobre el rol de la mujer inca en la época del imperio. Me sentí súper ignorante porque no sabía nada. Las Coyas eran las emperatrices incas y cumplían un papel económico, social, político y religioso trascendental. Cuando el emperador tenía que visitar otros pueblos, ellas se quedaban a cargo del reino. No me sorprende que pocas personas conozcan sobre esto, ya que la historia siempre ha sido contada por hombres. ¡Por eso me llamo La Coya! Quise dar luz, a través de mi nombre, a todas las mujeres que tienen un rol importante, pero están en la sombra.
Regresó a Lyon para terminar su licenciatura y después se mudó a París, donde vive actualmente. Hizo un máster en Behavioral Economics y comenzó a trabajar. Siempre me daba tiempo para hacer música, para cantar donde sea, buscar conciertos y poco a poco construir mi carrera. Sin embargo, no tenía la visa para quedarme como artista y tuve que buscar un trabajo vinculado con mis estudios. A pesar de que no podía (aún) dedicarse 100 % a su sueño, La Coya decidió buscar un lugar para hacer networking y postuló, en 2017, como pasante en la discográfica Universal Music France. Después de seis meses, le ofrecieron la coordinación de la estrategia digital y trabajó durante tres años hasta que le dieron su nacionalidad francesa. En el momento que tuve el papel lo único que quise es dedicarme a mi pasión número uno. Salí de Universal a finales de mayo de 2022 y saqué mi primera canción Actitud en septiembre.
Su proyecto es completamente internacional. Canta en español, francés y un poco de inglés. Quiero que la gente latina pueda entenderme, pero también las personas que viven aquí. La recepción de su primer sencillo ha sido muy llamativa para los medios de comunicación y ha tenido varias entrevistas en Francia y España. Lo que me hizo más feliz fue trabajar con un montón de migrantes ecuatorianos y latinos, que están luchando durísimo. No ha sido fácil, pero lo estoy logrando. Uno tiene que poner alma, corazón y cuerpo para que salga a la luz un proyecto musical.
A sus 28 años, La Coya trabaja con la incubadora de artistas Groover Obsessions. Además, cuenta con el apoyo del productor y guitarrista franco-argentino, Mathias Di Giusto, con quien elabora la música y la letra de sus canciones. Entre sus planes a futuro está la realización de un remix, con el productor Frankie Biggz, de su próxima canción La Perla. También, ganó el concurso de producción musical de la SAE en París, siendo la única mujer finalista y compitiendo con canciones de distintos géneros. Gracias a esto, trabaja con el productor Sergio George en su próxima canción (ganador de 16 premios Grammy con artistas como: Marc Anthony, Jennifer López y Maluma). Esta quiteña, que representa a Ecuador, está encaminada a crear un ecléctico cóctel cultural y musical que rompe fronteras, fusionando ritmos tradicionales de toda América Latina. (I)
*Foto de apertura web: Victoria Valdivia Trigo
*Foto interior en la noticia: Claudia Rivera