De Oasis a Taylor Swift: qué hay detrás de la inflación de las entradas para recitales
En 2024, la industria de los conciertos enfrenta una creciente controversia por el aumento de los precios de las entradas, alimentado por prácticas como la fijación dinámica de precios y el monopolio de plataformas.

En 2024, los conciertos en vivo, un fenómeno cultural que ha unido a millones de personas alrededor del mundo, enfrentan una crisis de accesibilidad fogoneada por el aumento exponencial de los precios de las entradas. 

El regreso de Oasis a Argentina en noviembre de 2025 con dos shows en el Estadio River Plate fue recibido con tanta emoción que las entradas se agotaron en tiempo récord, con más de 130.000 entradas vendidas en una hora. La gira de reunión de los hermanos Noel y Liam Gallagher incluye una parada en Buenos Aires después de 16 años desde su última visita al país, un evento que ha generado una gran expectativa entre los fanáticos de la banda. Sin embargo, los precios de las entradas han generado controversia: para campo el precio era de 200 mil pesos, o unos 180 dólares según el tipo de cambio MEP.

Se trata de un costo considerablemente más alto que en otros países de la región, como Chile o Brasil, en los que las entradas para campo estaban en precios que rondaban los 100 y 140 dólares respectivamente. Pero el sobreprecio argentino no es nada si se tiene en cuenta lo que ocurrió en el Reino Unido. 

Los fanáticos británicos fueron víctimas de un incremento repentino de los precios de las entradas. Según informes, los precios iniciales para tickets de pie rondaban los £148 (US$ 194), mientras que las localidades estándar oscilaban entre los £73 (US$ 96) y £205 (US$ 269). Por su parte, los paquetes premium alcanzaron cifras de hasta £506 (US$ 664), incluyendo accesos exclusivos y mercancía oficial.

 

No obstante, los precios se dispararon rápidamente bajo el modelo de precios dinámicos, donde los costos aumentan en función de la demanda. Algunos tickets de pie denominados "In Demand Standing" llegaron a costar más de £400 (US$ 525), y en sitios de reventa alcanzaron los US$ 6.000. Fans molestos denunciaron la situación en redes sociales, mientras que artistas como Aidan Moffat, de la banda Arab Strap, calificaron el modelo como una "práctica absolutamente despreciable".

La Autoridad de la Competencia y los Mercados (CMA, por sus siglas en inglés) investigará el manejo de las ventas por parte de Ticketmaster para la gira de Oasis en el Reino Unido, incluyendo cómo se pudo haber utilizado el "precio dinámico" para ajustar el costo de las entradas. La CMA informó que estaba "revisando urgentemente" el uso de los precios dinámicos tras las críticas por la "escandalosa" inflación de precios. 

"Es importante que los fans reciban un trato justo cuando compran entradas, por eso hemos iniciado esta investigación", dijo Sarah Cardell, directora ejecutiva del organismo de control. "Está claro que muchas personas sintieron que habían tenido una mala experiencia y se sorprendieron con el precio de sus entradas al momento de pagarlas".

Los hermanos Gallagher, por su parte, declararon que no tuvieron ningún tipo de influencia sobre cómo se fijaron los precios de las entradas: "El interés por esta gira es inevitablemente tan abrumador que es imposible programar suficientes espectáculos para satisfacer la demanda del público. En cuanto a las quejas bien documentadas que muchos compradores tuvieron sobre el funcionamiento del sistema de venta de entradas dinámicas de Ticketmaster: es necesario dejar claro que Oasis deja las decisiones sobre la venta de entradas y los precios en manos de sus promotores y representantes, y en ningún momento tuvo conocimiento de que se iba a utilizar el sistema de precios dinámicos".

 

Desde la esperada reunión de Oasis después de 15 años hasta el éxito mundial de The Eras Tour de Taylor Swift, los fans han denunciado prácticas empresariales que consideran abusivas, como el dynamic pricing y el monopolio ejercido por plataformas como Ticketmaster. 

El dynamic pricing es un modelo que ajusta los precios de las entradas en tiempo real según la demanda del mercado. Si bien no es exclusivo de la industria de los conciertos -también se utiliza en aerolíneas, hoteles y servicios como Uber-, su implementación en eventos masivos ha sido fuertemente criticada por ser excluyente.

Empresas como Ticketmaster, propiedad de Live Nation, afirman que el sistema permite a los artistas y promotores ajustar los precios para reflejar el valor de mercado de las entradas. Según la compañía, "los artistas o promotores son quienes determinan el número de entradas y fijan los precios base, y pueden optar por el modelo dinámico si lo desean". Sin embargo, esta explicación no ha sido suficiente para calmar la indignación de los fans.

En 2023, el líder de The Cure, Robert Smith, calificó esta práctica como una "estafa codiciosa". Otros artistas como Crowded House también han denunciado públicamente que Ticketmaster ha implementado precios dinámicos sin su consentimiento, lo que llevó a la banda a solicitar reembolsos para sus seguidores.

 

El éxito de Taylor Swift con The Eras Tour es un claro ejemplo del impacto de estas prácticas. En 2022, el proceso de venta de entradas colapsó debido a una "demanda históricamente sin precedentes", según reconoció Ticketmaster. Fans que habían calificado para la preventa esperaron horas en línea sólo para descubrir que los tickets habían desaparecido, mientras que las entradas restantes aparecían en la misma plataforma a precios inflados en su mercado de reventa.

Este incidente llevó a Swift a criticar públicamente a Ticketmaster, afirmando que había solicitado "varias veces que garantizaran que podían manejar este nivel de demanda". La controversia escaló hasta el Senado de los Estados Unidos, donde se llevó a cabo una audiencia sobre la concentración de poder en la industria de la boletería.

Live Nation y Ticketmaster enfrentan múltiples demandas por abuso de monopolio y fijación de precios. En mayo de 2024, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos presentó una demanda antimonopolio con el objetivo de dividir ambas empresas, argumentando que su dominio en el mercado limita la competencia y perjudica a los consumidores.

Además, los fans de Swift, agrupados en una acción colectiva, presentaron una denuncia en California alegando que Ticketmaster y Live Nation actuaron como un "cartel" para inflar los precios de las entradas. La denuncia incluso incluyó acusaciones bajo la ley RICO (Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen Organizado), que se utilizó en el pasado para desmantelar mafias.

"Creemos que estas empresas operan como parte de un monopolio", afirmó Jennifer Kinder, abogada que representa a los demandantes. "Esto priva a los consumidores de un mercado justo y accesible".

 

La venta de entradas para la gira de Oasis generó respuestas inmediatas por parte de las autoridades británicas e irlandesas. David Baines, miembro del Parlamento por el Partido Laborista, calificó el dynamic pricing como "un abuso flagrante" que perjudica a los fans. Por su parte, la diputada europea Regina Doherty solicitó una investigación formal en Irlanda sobre las prácticas de Ticketmaster.

Incluso figuras como Lucy Powell, líder de la Cámara de los Comunes, reconocieron haber pagado más del doble del precio original para adquirir tickets oficiales. La Secretaria de Cultura, Lisa Nandy, lamentó los "precios inflados de manera exorbitante" en plataformas autorizadas.

El impacto del aumento en los precios de los tickets va más allá del costo económico; afecta la capacidad de los fans para participar en experiencias culturales que históricamente han sido accesibles para el público general. "Es injusto que solo los ricos puedan acceder al arte y la música", opinó Kinder.

 

Artistas como Harry Styles, Coldplay y Blackpink han utilizado el modelo de precios dinámicos, y algunos, como Bruce Springsteen, enfrentaron fuertes críticas por implementarlo -el precio dinámico para "The Boss" hizo que los precios de las entradas se dispararan en 2022 a US$ 5.000 o más cuando había una gran demanda para su tour, pero Ticketmaster dijo en ese momento que la gran mayoría de los fans de Springsteen pudieron comprar entradas a su valor nominal, que promedió US$ 202.

En mayo de 2024, se aprobó en Minnesota un proyecto de ley conocido como "Ley Taylor Swift", cuyo propósito es mejorar la transparencia y la protección de los consumidores que adquieren entradas en línea para conciertos, eventos deportivos y otros espectáculos en el estado. La iniciativa surgió a raíz de la frustración de un legislador que no logró conseguir entradas para el concierto de Taylor Swift en Minneapolis en 2023. La ley exige que los revendedores de entradas informen todos los cargos adicionales de manera anticipada y prohíbe la reventa de entradas duplicadas, entre otras medidas. 

Con demandas legales en curso, investigaciones gubernamentales y un creciente descontento entre los fans, el debate sobre los precios de las entradas está lejos de terminar. Mientras que plataformas como Ticketmaster justifican el dynamic pricing como una herramienta para ajustar los precios al mercado, críticos argumentan que se trata de una estrategia que profundiza las desigualdades y aleja a los seguidores de las experiencias culturales que valoran, o, como escribió Robert Smith: "Es una estafa codiciosa. Si ningún artista participara, dejaría de existir".