La búsqueda de la salud y el bienestar está tomando un rumbo más integral y personalizado. Las personas ya no solo se preocupan por tratar enfermedades, sino que buscan prevenirlas y mejorar su calidad de vida. En este contexto, el 85 % de los consumidores en la región muestran apertura hacia nuevas formas de cuidado de la salud, integrando avances científicos y tecnológicos, pero sin descuidar el bienestar mental y emocional.
De acuerdo con un estudio de Kantar, el replanteamiento del concepto de salud es una de las tendencias más relevantes. Ahora se reconoce que lo nutritivo no siempre es saludable y que perder peso no garantiza bienestar. La tecnología y el acceso a la información han convertido a los consumidores en expertos en su propio cuidado, adoptando hábitos informados y personalizados.
Las diferencias generacionales en salud y bienestar son notables:
- Generación Z: prioriza la salud mental, utilizando herramientas digitales para gestionar la ansiedad y la depresión. Buscan métodos rápidos y accesibles para mantenerse en equilibrio.
- Millennials: adoptan un enfoque holístico, combinando alimentación, ejercicio, bienestar emocional y tecnología para monitorear su salud.
- Generación X y Baby Boomers: se enfocan en la prevención de enfermedades enfermedades crónicas, buscando una longevidad activa con hábitos sostenibles.
La tendencia de "cuidarse es divertido" también cobra relevancia. Las personas buscan disfrutar del proceso de bienestar sin verlo como un sacrificio. Esto impulsa la demanda de productos y servicios que hagan de la salud un proceso más disfrutable.
Otra tendencia clave es la suplementación práctica. Estos productos ya no son solo una necesidad, sino una manera conveniente de mantener un estilo de vida saludable. Se buscan productos fáciles de consumir y portátiles, como gomitas o cápsulas, que se adapten a la rutina diaria. Los retos incluyen costos elevados y la necesidad de garantizar su calidad y eficacia.
En el sector de la belleza, el uso de productos con menos químicos ha crecido significativamente. Cada vez más consumidores eligen productos naturales que beneficien su piel y reduzcan el impacto ambiental. Como respuesta, las marcas han comenzado a reformular sus productos, priorizando ingredientes sostenibles y saludables.
La tecnología, por su parte, promueve la salud en el hogar, con dispositivos inteligentes que permiten monitorear el bienestar sin necesidad de acudir a un centro médico. Además, la búsqueda de energía portátil llevó a la aparición de nuevas opciones más allá del café y el té, como productos que aumentan los niveles de oxígeno y mejoran el rendimiento físico.
El panorama de la salud está evolucionando rápidamente y las marcas deben adaptarse a estas nuevas exigencias. La transparencia, autenticidad y personalización son claves para conectar con consumidores que buscan no solo soluciones efectivas, sino también productos alineados con su estilo de vida y valores. (I)