Aún no ha terminado julio de 2023 y se prevé que sea el mes más caluroso que haya vivido la humanidad. Y la culpa la tiene la actividad humana, en particular la quema de combustibles fósiles.
El jueves, científicos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y de la Universidad alemana de Leipzig anunciaron por separado que la temperatura media mundial del mes sería 0,2 Celsius (0,4 Fahrenheit) más cálida que la del anterior mes más cálido, julio de 2019.
Los datos del Servicio de Cambio Climático Copernicus mostraron que las tres primeras semanas del mes habían sido el período de tres semanas más cálido registrado. El mismo día, el análisis de Karsten Haustein, científico del clima de la Universidad de Leipzig, indicó que el planeta no había visto temperaturas tan altas en 120.000 años. Pero el récord no ha sorprendido a los observadores del clima, dado que el 4 de julio fue el día más caluroso de la Tierra en al menos 100.000 años (la OMM señala que, posteriormente, el 6 de julio fue aún más caluroso).
Haustein declaró a los medios: "Basándonos en los datos preliminares, incluidas las temperaturas previstas hasta finales de mes, es prácticamente seguro que julio de 2023 va a ser el julio más cálido por un amplio margen, con ~0,2 grados centígrados [con un margen de error de +/-0,1 grados centígrados] por encima del récord anterior. No sólo será el julio más cálido, sino el mes más cálido de la historia en términos de temperatura media global absoluta. Puede que tengamos que remontarnos miles si no decenas de miles de años atrás para encontrar condiciones cálidas similares en nuestro planeta".
Carlo Buontempo, Director del Servicio de Cambio Climático de Copérnico (C3S) en el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Plazo Medio, declaró: "Las temperaturas récord forman parte de la tendencia al aumento drástico de las temperaturas globales. Las emisiones antropogénicas son, en última instancia, el principal motor de este aumento de las temperaturas".
Buontempo añadió que había más por venir.
"Es inesperado que el récord de julio se mantenga aislado este año: Las previsiones estacionales del C3S indican que, sobre las zonas terrestres, es probable que las temperaturas se sitúen muy por encima de la media, superando el percentil 80 de la climatología para la época del año."
La noticia llega en un momento en que los mortíferos incendios forestales siguen propagándose por el sur de Europa y el norte de África, con incendios incontrolados en Italia, Croacia, Argelia, Túnez, Portugal, España y Grecia. Hasta ahora se sabe que al menos 40 personas han muerto a causa de los incendios. En Canadá siguen ardiendo incendios forestales sin control que cubren de humo gran parte de Norteamérica.
En respuesta a los incendios griegos, Guillermo Rein, catedrático de Ciencias del Fuego del Imperial College de Londres, explicó: "Siempre ha habido incendios forestales en el Sur, pero el cambio climático los está haciendo más grandes, más rápidos y más difíciles de detener.
"El intenso calor del verano seca la vegetación y la hace muy inflamable, más fácil de prender. Una ola de calor o un verano inusualmente caluroso provoca bosques aún más inflamables".
Mientras tanto, en la Antártida, los niveles de hielo marino han alcanzado su nivel invernal más bajo jamás registrado, durante una fase en la que se supone que el hielo crece. También esta semana, frente a la costa de Florida, los investigadores registraron la temperatura del mar más alta jamás vista en la región, comparable a los niveles de una bañera de hidromasaje.
World Weather Attribution, una red de científicos que analizan las causas de los fenómenos meteorológicos, anunció el martes que el cambio climático provocado por el hombre había hecho mucho más probables las temperaturas extremas de julio. La investigadora Friederike Otto, profesora titular de Ciencias del Clima en el Instituto Grantham de Cambio Climático y Medio Ambiente del Imperial College de Londres, publicó en las redes sociales que el hallazgo era "totalmente nada sorprendente", pero que "tenemos que adaptarnos, tenemos que dejar de hacerlo peor".
En respuesta a las noticias de Leipzig, Gareth Redmond-King, Jefe del Programa Internacional de la Unidad de Inteligencia sobre Energía y Clima, con sede en el Reino Unido, declaró: "El año pasado fue el más caluroso en el Reino Unido. Acabamos de tener el mes de junio más caluroso, una sucesión de los días más calurosos del mundo y las temperaturas superficiales del mar más altas. Los récords de calor caen, los incendios forestales hacen estragos, el hielo marino de la Antártida está en su punto más bajo desde hace mucho tiempo y peligrosas tormentas están inundando pueblos y ciudades en muchas partes del mundo. Y ahora julio es el mes más caluroso jamás experimentado por los humanos modernos".
Y prosiguió: "Estos son recordatorios cada vez más urgentes de que si no reducimos las emisiones a cero neto, estos extremos seguirán empeorando. Para ello, necesitamos reductores de calor y eficiencia energética en nuestros hogares, vehículos eléctricos en nuestras carreteras y más energía eólica y solar para alimentarlo todo".
Por su parte, Sir David King, ex Consejero Científico Jefe británico y director del Grupo Asesor sobre la Crisis Climática, afirmó: "No basta con adaptarse a las elevadas temperaturas actuales, sino que éstas seguirán aumentando y el camino se está agotando. Debemos hacer mucho más. Debemos reconocer que ésta es la crisis más grave a la que ha tenido que hacer frente nuestra civilización y decidir las medidas necesarias para alcanzar las emisiones netas cero lo antes posible.
La única manera de hacer frente a esta situación es mediante una reducción profunda y rápida de las emisiones, la eliminación del exceso de gases de efecto invernadero ya emitidos y la adopción de medidas para reparar la región ártica, al tiempo que se refuerza la capacidad de recuperación de todas las partes del sistema climático. Sólo así tendremos la mejor oportunidad de un futuro seguro y manejable para la humanidad".