En noviembre de 2005, Magaly Caicedo se convirtió en la gerenta general de Asia Shipping Ecuador, parte de un conglomerado multinacional de logística y transporte a escala global que en esa época comenzaba operaciones en el país.
Antes de llegar al cargo, ya había acumulado una trayectoria en la industria logística, y Asia Shipping Internacional, con sede en Brasil, buscó su liderazgo y experiencia para expandir la marca en Latinoamérica.
Casi 20 años después, Magaly Caicedo (54 años) habla con Forbes en las oficinas de la agencia, ubicadas en una de las zonas empresariales más exclusivas de Guayaquil. El año que crearon la compañía en el país, contrataron a cuatro personas, ahora tiene una nómina de 50 colaboradores. En 2024, facturó más de US$ 6 millones y está ubicada en el puesto 10 del ranking de empresas consolidadoras de carga en Ecuador, por movimiento de contenedores, de una lista de 174 agencias en esta categoría.
Desde que se graduó del Colegio Fiscal 28 de Mayo en Guayaquil, con apenas 17 años, Magaly comenzó a trabajar en empresas de comercio exterior. En más de 30 años consolidó una experiencia en la logística del transporte de carga y tuvo la oportunidad de conocer de cerca la planificación, estrategia y flujos en la operación en más de 25 países, que la convierten en una de las empresarias de la industria logística con mayor trayectoria.
"Me formé en la educación pública y soy muy orgullosa de mis raíces, mi padre era pescador y mi madre costurera. Dentro de mi familia, no había empresarios, fui la primera empresaria, y ese ejemplo fue abriendo camino para que otros hermanos también emprendieran en sus propias empresas". De padre guayaquileño y madre colombiana, nació en Playas (Guayas), pero toda su vida ha vivido en Guayaquil.
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En 1996, Asia Shipping Internacional (AS) comenzó operaciones con un intercambio comercial entre Brasil y China, y contrataba agenciamiento en Ecuador a través de otras empresas. Hasta que decidió operar en el país con nombre propio, con una inversión de capitales chinos, brasileños y ecuatorianos, y le propusieron el puesto. Actualmente, la empresa tiene presencia en 45 ciudades en 12 países y opera en otros 60, a través de terceros, y tiene más de1.000 empleados.
¿Qué significó asumir ese liderazgo en su carrera? "Realmente no lo notaba, no pensaba ver lo grande de este grupo, que ahora tiene oficinas en India, Vietnam, Dubái, Alemania, Corea, Taiwán, Estados Unidos, Chile, y otros países. En ese momento no lo veía como un gran logro, simplemente dije: vamos a trabajar, era una máquina de trabajo, y no me paraba a analizar mucho".
En 2024, la multinacional se ubicó en el puesto 31 del TOP 100 Logistics de los mejores agentes de carga marítima, con 477.184 contenedores movilizados. Es la única latinoamericana ubicada en el Top 50 del mismo ranking.
Magaly dice que una consolidadora de carga es como una agencia de viajes, se encarga de comprar los pasajes, del itinerario, de lidiar con las aerolíneas y de los hospedajes para los clientes. "Tal vez es un poco diferente porque lo que hacemos es unir todas las cargas que tenemos como grupo y hacemos una proyección del espacio necesario, buscamos los clientes, ofrecemos los servicios y ayudamos a que la negociación con las navieras sea más ágil, y consigan mejores tarifas".
"Mi mayor logro ha sido introducir la marca Asia Shipping en Ecuador hace 20 años. Este fue el primer país en el que AS se posicionó después de los gigantes AS Brasil y AS China, quienes ya tenían presencia en el mercado internacional desde algunos años antes. A partir de este hito, comenzó la expansión de la marca a nivel mundial".
Antes de recibir la propuesta para liderar Asia Shipping Ecuador, su vida personal tuvo un quiebre. Su segundo hijo, Josué, de 4 años entones, fue diagnosticado con una leucemia y tuvo que renunciar a otra empresa en la que laboraba para atenderlo. Su hijo superó el problema de salud y actualmente estudia para médico. Diana, su hija mayor, estudió siete años en China Comercio Exterior, y se especializó en Londres. Pero actualmente trabaja para la empresa desde San Francisco, y Emilio, su último hijo, de 13 años, "quiere ser Messi", dice Magaly, mientras suelta una sonrisa.
Recuerda que recién cuando tenía 32 años pudo comenzar una carrera universitaria; entonces ya tenía dos hijos. "Primero, por temas económicos, mis padres no podían pagarme una universidad privada, ya que no existía Comercio Exterior en la Universidad de Guayaquil, así que tuve que esperar la oportunidad para poder pagarme los estudios en una universidad privada".
La Universidad Tecnológica de Guayaquil (UTEG) abrió un programa para estudiar los fines de semana y se inscribió para sacar una ingeniera en Comercio Exterior, con especialización en comercio internacional, cuando "tuve los medios". Para ella, era asistir a clases para formalizar lo que ya conocía en la práctica.
"Siempre he estado estudiando, luego me dediqué a la lectura, y sí es importante seguirse preparando porque cuando tú lideras a más personas tienes que enseñarles. Obviamente, que aprendes de todo, pero si eres la cabeza de la empresa, tu equipo debe tener un referente que cuente con el conocimiento, que admiren a su jefe y a su gestor".
También cuenta con un diplomado en Logística Internacional por la ESPAE. Cursó en el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE) el Programa para Alta Gerencia (PAG) durante un año, y obtuvo un máster en Dirección de Empresas por el IDE Business School, por dos años.
Industria de hombres
En 1998, tuvo su primer trabajo en Agmaresa, que ahora se llama Pormar, una agencia naviera que en esa época movía solamente la carga de banano de Dole. "Ahí aprendí la base de todo el conocimiento que después obtuve sobre el transporte internacional de carga. El trabajo era como auxiliar de todo, hacía manifiestos de carga, conocimiento de embarques, roles del personal de buques, coordinaba la compra del mercado para los barcos, hacía de todo lo que sea necesario y eso me ayudó mucho a aprender, a ver, a tener una visión sumamente amplia del transporte de carga".
En el primer trabajo estuvo más de cuatro años. Después se fue a una agencia más grande, que entonces se llamaba Anglo, que operaba con más navieras, y que, a más de banano, transportaba camarones, mangos y otros productos. La situación ahí se complicó y recién se dio cuenta de que se había metido en una industria dominada por hombres.
Recuerda que había una política que señalaba que las mujeres no podían trabajar en ventas, un área en la que ella quería asumir más responsabilidades y hacer una cartera de clientes. "Las mujeres no podíamos hacer ventas, solamente los hombres. En esa época era una tarea ligada al hombre. A la mujer no se la tomaba en cuenta para que hiciera ventas directas. Era la secretaria del departamento comercial, donde todos eran hombres y salían todos los días a vender, y yo me quedaba en la parte operativa, para reservas de embarques y otros temas".
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En 1995, decidió cambiarse a la agencia naviera Transec, la competencia de Anglo, que era gerenciada por un alemán. Ahí encontró la oportunidad de trabajar en ventas. "Pude salir a consolidadora de carga, con un progreso salarial y con mejores expectativas, pero era algo nuevo para mí, que no se veía mucho en el país".
En esa época, la operación logística era distinta, las navieras traían buques con carga combinada, en contenedores y sueltas en bodegas. "No había el concepto de consolidadora de carga. Una de las primeras agencias que operó así en el país fue Panalpina, la conocí como cliente, pero no trabajé ahí".
En 1999, un colega quiteño le propuso asociarse en una agencia consolidadora de carga llamada Provexcar para que operara desde Guayaquil. A los tres meses estalló la crisis y el congelamiento bancarios golpeó el negocio. "Nos quedamos con una mano atrás y otra adelante. Felizmente, el banco donde teníamos el dinero no cerró y pudimos recuperarlo, pero con un tipo de cambio de 25.000 sucres por cada dólar, cuando depositamos estaba en alrededor de 4.000 sucres, y creo que no sabíamos ni calcular". Como las empresas navieras ya la conocían pudo trabajar durante un año con créditos hasta que recuperaron todos los fondos.
¿La industria logística da más oportunidades? "Cada vez veo más mujeres integrarse en la parte logística, eso me gusta muchísimo porque realmente le da otro tinte a la logística de carga. ¿Qué es lo que sucede? El hombre tiene muy buenas cualidades, pero son más macro, y la mujer es un poco más al detalle, y en logística eso es sumamente importante porque cualquier cosa que te pases por alto puede ocasionar un atraso en un embarque o hasta que se vaya a un destino que no es".
Liderazgo y gremio
Este jueves 13 de marzo de 2025, Magaly Caicedo asumirá un nuevo desafío. Se convertirá en la nueva presidenta de la Cámara de Comercio Ecuatoriano-China, y en la primera mujer en asumir ese cargo en 28 años de historia del gremio.
Es socia de la Cámara por más de 20 años e integró el directorio durante dos periodos consecutivos. Mañana a partir de las 19:00, durante la Asamblea General de Socios se realizará la elección y renovación de la Junta Directiva 2025-2027. Magaly Caicedo encabeza la única lista gremial, por lo tanto, presidirá el gremio para los próximos dos años. Gustavo Cáceres dejará la presidencia de la Cámara, luego de cinco años de liderazgo.
¿Qué significa asumir la presidencia de la Cámara?
Es un reto grande porque las mujeres tenemos que hacer todo bien desde el inicio, no tenemos espacio para equivocarnos. Y eso es lo que yo creo que hace que las mujeres siempre nos estemos preparando para poder enfrentar estos desafíos de la mejor forma. Obviamente, voy a tener un equipo, un directorio, está mi directora ejecutiva, y voy a tener la ayuda de todos ellos. Pero sí es un reto. Sí he estado empapándome de cómo queda la Cámara, Gustavo ha hecho una labor excelente. Pero la idea es siempre mejorar las acciones de los directorios anteriores.
La Cámara adquirió protagonismo a raíz del TLC con China, ¿qué significa eso?
Estuve en el TLC trabajando como parte del directorio, y estoy muy empapada de todo el proceso que se hizo, las protecciones que tenemos que son muy positivas. El TLC va a ayudar siempre y cuando encontremos como empresa privada los nichos. Es decir, no es algo de que está allí, y que China antes del acuerdo con Ecuador no tenía los productos, China los ha tenido.
Tenemos que empezar a ver dónde están los nichos, los espacios dónde podemos entrar, porque ya hay empresas o países que tenían TLC antes que nosotros y no se van a dejar quitar así de fácil. Esto es una competencia, esto es gestión.
¿Cómo ve esta guerra comercial China - Estados Unidos?
Nada positiva, porque al final del día quedamos la empresa privada que es la que da el trabajo, que es la que hace el dinero en el medio. Se nos encarecen los productos, y el que termina sufriendo siempre es el consumidor final. Porque suben impuestos, pero así suban, si tú analizas el valor del salario en Estados Unidos es cinco veces más que en China. Entonces, así le suba un impuesto, algo 20 %, no cubre.
Pero también esto va a empujar a un incremento de los fletes navieros, ¿no? Estados Unidos anunció tarifas para los barcos de origen chino que recalen en sus puertos o los aranceles también.
Sí, pero hay buques que no son de bandera china. Hay buques que son de Singapur, de Taiwán. Taiwán tiene una muy buena relación con Estados Unidos y lleva carga de China. Porque el buque o la naviera no pueden sobrevivir solamente sacando carga de Taiwán. Tiene que sacar carga en esa misma nave. ¿Qué va a hacer Estados Unidos? Le va a imponer esa tasa a un buque de bandera taiwanesa que entrega carga y que lleva carga China. Realmente aquí hay muchas cosas que tendrían que analizarse. (I)