Los días en los que un título prestigioso garantizaba el éxito profesional quedaron atrás. Una de las siete tendencias laborales en 2025 consiste en que las habilidades están a punto de eclipsar a los títulos como impulso en la carrera profesional.
Las empresas que contratan basándose en las competencias más que en las credenciales observan mejoras espectaculares en su personal. Según ADP, el 90% de las compañías afirma cometer menos errores de contratación y el 94% considera que las contrataciones basadas en las aptitudes superan a las basadas en títulos, certificaciones o años de experiencia. Se trata de una gran alerta tanto para los empresarios como para quienes buscan empleo.
El cambio a una contratación basada en competencias es una necesidad económica
El cambio a una economía basada en las competencias representa una transformación fundamental en la forma en que las empresas y las personas piensan sobre el valor y el éxito profesional. En lugar de centrarse en las credenciales tradicionales, las empresas se fijan cada vez más en lo que los empleados pueden hacer realmente. Esto significa evaluar las capacidades específicas y la experiencia práctica por encima de las cualificaciones académicas o los títulos laborales anteriores.
Para ser claros, los datos de una encuesta reciente del McKinsey Global Institute sugieren que este cambio es algo más que una tendencia temporal en la contratación: es una necesidad económica, ya que el 87% de las empresas se enfrentan a lagunas de cualificación ahora o las esperan dentro de cinco años.
El cambio tecnológico se está acelerando, provocando que los requisitos de cualificación de los empleadores evolucionen más rápidamente que nunca.
El trabajo a distancia acelera la demanda de competencias prácticas
El auge del trabajo a distancia y distribuido puede acelerar aún más el paso a la contratación basada en competencias. El trabajo a distancia (incluso cuando un trabajador vive en una ciudad diferente a la de su jefe) creció significativamente en los últimos años, creando un mercado de talentos que abarca diferentes zonas horarias e incluso países.
Trabajar en diferentes ciudades y husos horarios exige que los empleados dominen nuevas habilidades prácticas: la capacidad de trabajar de forma independiente, la comodidad con las herramientas digitales y la tecnología y sólidas habilidades de comunicación cuando se trabaja con equipos remotos o híbridos.
También requiere que los directivos desarrollen nuevas capacidades: aprender a generar confianza a distancia, medir los resultados en lugar del tiempo de trabajo y crear entornos virtuales productivos en los que todos los miembros del equipo puedan contribuir eficazmente.
El impacto de la IA en las competencias y el desarrollo del talento
Esta transformación basada en las habilidades también se está produciendo junto con otro cambio importante: el auge de la IA en el lugar de trabajo. Aunque ADP informa de que el 85% de los trabajadores saben que la IA tendrá un impacto en sus puestos de trabajo dentro de tres años, ¿se están preparando la mayoría de los trabajadores para ello actualizando sus competencias por su cuenta? Eso aún está por verse.
Mientras tanto, el 79% de los líderes reconocen que la adopción de la IA es crucial para seguir siendo competitivos, pero el 60% admite que carece de una estrategia de implementación clara, según el Informe Anual del Índice de Tendencias Laborales 2024 de Microsoft y LinkedIn.
Estas brechas entre el reconocimiento del impacto de la IA y la preparación para ella crean dos oportunidades: los individuos pueden desarrollar proactivamente habilidades relevantes para la IA, mientras que las organizaciones pueden reconfigurar su enfoque de la evaluación y el desarrollo del talento.
Los modernos sistemas de gestión del talento impulsados por la IA también pueden optimizar la forma en que las organizaciones identifican y desarrollan las habilidades dentro de su personal. Con la tecnología y las herramientas de IA adecuadas, las empresas pueden hacer un mejor seguimiento y actualizar su conocimiento de las habilidades que tienen sus empleados y de las que necesitan.
Estas plataformas podrían realizar auditorías de habilidades, identificar oportunidades de aprendizaje y crecimiento y asignar a los empleados a proyectos en función de sus capacidades y no de su cargo. A su vez, los directivos pueden determinar qué empleados están preparados para asumir nuevas funciones o proyectos, incluso si trabajan en una parte diferente de la empresa.
Las herramientas impulsadas por IA pueden ayudar a los equipos de Recursos Humanos a ahorrar mucho tiempo en las evaluaciones basadas en las capacidades y a identificar a los candidatos que pueden realizar las tareas necesarias, incluidos los empleados internos que buscan oportunidades de crecimiento.
Por qué las organizaciones deben replantearse la gestión del talento
Las empresas necesitan cambiar su enfoque en las personas y en los puestos de trabajo a uno centrado en las tareas precisas que deben realizarse y en las habilidades necesarias para llevarlas a cabo. Esta visión de la gestión del talento permitirá a las organizaciones ser más ágiles y responder mejor a los cambios del mercado (especialmente importante en tiempos de volatilidad), desplegando el talento de forma dinámica para satisfacer las necesidades de la organización, independientemente de las funciones y responsabilidades rígidas.
Aunque esta transición requiere una inversión inicial en nuevos sistemas y procesos, las organizaciones que creen un mayor rigor en torno a la gestión de las competencias superarán a sus competidoras en rentabilidad, eficacia operativa, retención de empleados y reconocimiento de marca.
Pasos de acción para un futuro laboral basado en las competencias
Para las organizaciones, el mandato es claro. El éxito en 2025 requiere:
- Elaborar inventarios exhaustivos de competencias para las necesidades actuales y futuras.
- Crear redes internas de talento que permitan la movilidad entre equipos y departamentos.
- Cultivar las capacidades tanto técnicas como interpersonales de su personal.
- Poner en marcha programas específicos de mejora de las cualificaciones para desarrollar el talento existente, reduciendo la necesidad de contratar personal externo cuando se necesiten nuevas cualificaciones.
Las consecuencias para los profesionales son igualmente claras: el éxito en el mercado laboral del futuro depende de las capacidades demostrables y no solo de las credenciales. Preparate y sé capaz de mostrar (no solo decir) lo que podés hacer por tu empleador mediante evaluaciones de competencias, muestras de trabajo o portfolios. A medida que avanzamos hacia 2025, la cuestión no es dónde estudiaste, sino qué podés aportar.
Nota publicada en Forbes US.