A la hora de gestionar a sus empleados, ¿qué importa más, el proceso o el resultado? La respuesta es "depende". Aunque sin duda hay circunstancias en las que es necesario seguir un conjunto específico de procesos para lograr los resultados deseados, una investigación sugiere que los campos basados en el conocimiento dependen en gran medida del talento inherente de cada empleado. En consecuencia, el criterio de la dirección debería centrarse en los resultados, en lugar de prescribir procesos.
Para las organizaciones que estén indecisas acerca de hacer el cambio y centrarse en los resultados, consideren las siguientes razones que ilustran cómo este enfoque puede mejorar su trabajo en su conjunto.
1. Una mayor autonomía fomenta la responsabilidad
Una de las mayores ventajas de centrarse en los resultados es que concede verdadera autonomía a su equipo. Como líder, usted sigue siendo responsable de proporcionar un marco para lo que hacen: parámetros, directrices, objetivos, etcétera. Pero ellos son libres de determinar cuál consideran que es la mejor manera de alcanzar esos objetivos.
A pesar de su propia cuota de fallos recientes, Southwest Airlines es desde hace tiempo un buen ejemplo de este tipo de autonomía en acción. Como describe Jennifer Robison en un artículo para Gallup, "la dirección de Southwest cree que los pasajeros deben pasárselo bien en un vuelo de Southwest, por eso los auxiliares de vuelo son famosos por ser divertidos. Pero la dirección no proporciona una lista de bromas y juegos obligatorios, sino que deja que los empleados hagan que los vuelos sean agradables de la forma que les parezca más adecuada. La diversión es el resultado exigido, pero el proceso depende del individuo".
Con esa mayor autonomía viene también un mayor sentido de la responsabilidad. Cada individuo es responsable de garantizar que el proceso que ha elegido conduce a los objetivos deseados. No existe la opción de pasar la responsabilidad a otra persona.
2. Implique a su equipo
No debería sorprender, por tanto, que con un mayor sentido de autonomía y responsabilidad, los miembros del equipo se comprometan más con su trabajo de forma natural. En un estudio, el 33% de los profesionales citaron el aburrimiento y la necesidad de nuevos retos como principal factor de motivación para buscar un nuevo empleo.
La gestión basada en los resultados puede contrarrestar directamente esto, ya que da a los empleados una mayor propiedad sobre lo que hacen. Se anima a los empleados a utilizar sus puntos fuertes y sus talentos. Esto puede aumentar enormemente la satisfacción en el trabajo, ayudando a los miembros del equipo a sentirse obligados a dar lo mejor de sí mismos y a permanecer en su empresa a largo plazo.
Esto se hizo especialmente evidente durante una conversación reciente con Cole Gordon, fundador de Closers.io. Explicó: "Una ventaja clave de centrarse en los resultados es que su tiempo como líder se dedica a entrenar, en lugar de a 'vigilar' a su equipo para que haga las cosas de una determinada manera. Con este modelo, su atención se centra más en ayudar a cada individuo a liberar todo su potencial, lo que les hace sentirse mucho más como una parte valiosa del equipo. A medida que los líderes adoptan más un papel de entrenador que se adapta a cada individuo, el potencial de compromiso total se hace aún mayor."
3. La innovación aumenta a través de la experimentación y la iteración
El nivel de libertad que proporciona la gestión basada en los resultados fomenta de forma natural una mayor experimentación e iteración de lo que se encontraría de otro modo. Y esto puede permitir que tanto los resultados individuales como los colectivos mejoren significativamente con el tiempo.
Las organizaciones que adoptan un proceso iterativo son capaces de mejorar constantemente aprendiendo mediante el método de ensayo y error, recogiendo opiniones y evaluando los resultados. Todo esto se ve reforzado bajo una gestión basada en los resultados, ya que la cultura general promueve este enfoque en la iteración en las propias tareas.
Con el tiempo, los empleados son capaces de aprender de forma natural lo que funciona mejor para lograr los resultados deseados, lo que impulsará la productividad y la rentabilidad.
Cómo crear con éxito un sistema de gestión por resultados
Aunque la gestión basada en resultados puede transformar drásticamente el trabajo de su equipo, no se puede negar que el cambio de enfoque puede suponer un reto, sobre todo si su organización se ha centrado anteriormente en la gestión de procesos.
En otro artículo para Gallup, Jennifer Robison señala que los gestores de éxito basados en los resultados deben centrarse en los empleados. Deben llegar a conocer las capacidades y los puntos fuertes de cada uno de los empleados, al tiempo que se esfuerzan por descubrir qué les motiva. Esto les permite adecuar mejor el talento adecuado a la tarea correcta - y luego dejar que el empleado determine el mejor proceso.
Esto requiere un alto nivel de confianza en los miembros de su equipo y en sus capacidades. Un líder que desarrolla un alto nivel de confianza en sus empleados actúa como un entrenador que ofrece orientación cuando es necesario. No dictan procesos individuales ni microgestionan. Se mantienen firmes y claros con respecto a las expectativas y las normas, pero por lo demás están dispuestos a quitarse de en medio para que los empleados puedan ofrecer su mejor trabajo.
Aplicar con éxito este estilo de liderazgo requiere, en última instancia, reevaluar su propia mentalidad y enfoque de la gestión. Centrarse en la contratación de los mejores talentos en los que realmente pueda confiar sus responsabilidades asignadas es también una necesidad para mantener este enfoque a largo plazo.
Impulsar mejores resultados
Dependiendo de las necesidades de su equipo -o incluso de cada empleado-, utilizar un estilo de gestión centrado en los resultados puede transformar drásticamente sus resultados para mejor. Conceder autonomía puede conducir a un mayor compromiso que ayude a los empleados a experimentar e iterar para encontrar las mejores soluciones posibles. Con el tiempo, esto puede conducir a resultados realmente sorprendentes.
Aunque la transición a este tipo de cultura laboral requiere bastante trabajo en sí misma, los resultados a largo plazo pueden ser realmente gratificantes para usted y su equipo, así como para el balance final de su empresa.