Tres razones por las que demasiada libertad por parte de tu jefe es una señal de alerta
Si bien es común identificar el control excesivo como principal defecto de los supervisores, la falta de orientación y el desinterés también pueden perjudicar la motivación y productividad.

Muchos empleados se quejan del exceso de control de sus jefes o supervisores. Una encuesta reciente de Monster reveló que el 73% de los encuestados afirman que la microgestión es la mayor señal de alarma o red flag en el lugar de trabajo, y el 46% admite que sería un motivo para marcharse.

Sin embargo, demasiada libertad también puede afectar negativamente a los empleados y a la empresa. Aunque podría ser emocionante analizar cosas nuevas y aplicar prácticas poco convencionales para ver si funcionan, demasiada independencia y falta de orientación también puede tener resultados adversos. 

Acá hay tres razones por las que demasiada libertad en el trabajo es tan mala como la microgestión:

 

 

1- Demuestra que a tu jefe no le importa

 

Ser capaz de trabajar de forma independiente es uno de los rasgos que los jefes buscan en sus nuevos colaboradores para poder confiar partes de la operación a los miembros de su equipo. Sin embargo, demasiada libertad para trabajar en tareas de forma independiente conduce a una escasa o nula colaboración, lo que termina provocando un doble esfuerzo y falta de sinergia.

Esto también demuestra que tu jefe sólo se centra en sus proyectos y en cumplir únicamente sus propios indicadores clave de rendimiento en lugar de vigilar a los miembros del equipo y debatir los esfuerzos del grupo para lograr un objetivo común. Un estudio del Pew Research Center muestra que los empleados que califican a sus jefes como excelentes o muy buenos para trabajar con ellos son aquellos que establecen normas estrictas pero que también les ayudan a crecer en sus trabajos o carreras.

Así que, en lugar de optar por un jefe que podría tirarte debajo del colectivo cuando un proyecto fracasa porque sólo te deja trabajar por su cuenta, es mejor buscar jefes que consigan un equilibrio entre la atención y la apertura y flexibilidad a las nuevas ideas.

 


2- Falta la retroalimentación

 

Casi todos los empleados (un 96%) afirman que recibir feedback con regularidad es algo positivo. Especialmente cuando estás empezando en un nuevo trabajo, recibir retroalimentación de tu jefe puede ayudarte a desenvolverte mejor en la vida corporativa y a mejorar tu rendimiento. 

La retroalimentación puede ser una discusión individual, revisión del rendimiento o simplemente ponerse al día; así como revisiones semanales del equipo para discutir lo que estuvo haciendo, lo que quiere o en qué va a trabajar.

 

No recibir una retroalimentación adecuada puede llevar a los empleados a cometer los mismos errores o a mostrar comportamientos que no se alinean con los objetivos de la empresa. 

Los jefes desempeñan un papel fundamental a la hora de proporcionar a los miembros de su equipo una retroalimentación oportuna y constructiva para que prosperen y crezcan profesionalmente hacia el camino que desean seguir en lugar de alejarse de él.

Si tu jefe no reserva tiempo para darte su opinión, deberías hablarlo con él para llegar a un compromiso o buscar el consejo de otras personas en puestos directivos para que te ayuden a mejorar tu trabajo.

 

 

3- No serás recompensado por tu buen trabajo

 

Si trabajás en un entorno con demasiada libertad, es probable que tu buen trabajo también pase desapercibido. Sin una comunicación constante con tu jefe, será difícil para la dirección seguir tus progresos y recompensar tu trabajo.

Un estudio de Deloitte demostró que el compromiso, la productividad y el rendimiento son un 14% mejores en las empresas que reconocen el trabajo de sus empleados que en las que no lo hacen. Por tanto, es importante situarte en un entorno en el que se reconozca tu trabajo para seguir persiguiendo tu crecimiento.

Además, para sobresalir en tu carrera y subir en la escala empresarial, necesitás un jefe que responda por vos. Si tu jefe no sabe (o no le importa) lo que hace o los proyectos en los que trabaja, eso es sin duda una señal de alarma. Entonces, deberías intentar encontrar a otras personas con funciones directivas que te orienten o contar con un mentor que te apoye.

Aunque cierto grado de autonomía es importante para fomentar la creatividad y la innovación en el lugar de trabajo, una mayor libertad con expectativas y comunicación clara puede ayudar a tu crecimiento profesional. Encontrar el equilibrio adecuado entre libertad y responsabilidad garantiza que tus esfuerzos sean guiados, reconocidos y recompensados adecuadamente.

Nota publicada en Forbes US.