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Tres preguntas que todo líder debería hacerse antes y después de tomar una decisión

Amy Blaschka

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Una decisión es el punto de partida; la iteración de esa decisión es el viaje interminable hacia el éxito. Recuerda: estás a solo una decisión de una vida totalmente diferente. Y haciéndote estas tres preguntas, vas a elegir sabiamente.

18 Octubre de 2022 09.46

Hay una frase popular que circula por Internet: “Estás a solo una decisión de una vida totalmente diferente”. Si estás buscando progresar profesionalmente, esto puede ser un grito de guerra y un posible punto de inflexión en tu carrera.

Porque si quieres algo que nunca tuviste, tienes que hacer algo que nunca hiciste. Y eso comienza con una decisión. La buena noticia es que tenés el poder de cambiar tu vida.

¿Las malas noticias? Es posible que no sepas cuál es la elección correcta. Para ayudar a reducir el campo, hazte estas dos preguntas antes de decidir:

Decisiones
Una simple decisión puede cambiar por completo el rumbo de la vida.

1. ¿Qué es lo que puedo hacer hoy que tendrá el mayor impacto?

Muy a menudo, podemos quedar envueltos en nuestros futuros imaginados, abrumados por posibilidades aparentemente ilimitadas. O tal vez una decisión que estamos considerando no tenga mucho empuje para mover la aguja.

Cuando se te presenten múltiples opciones, un consejo útil es preguntarte qué es lo único que puedes hacer ahora mismo que producirá el mayor impacto para acercarte a tu meta.

Es importante tener en cuenta que esta decisión no tiene por qué ser un gesto grandioso y radical (aunque si estás listo para hacerlo, más poder para ti). En cambio, los cambios más grandes a menudo comienzan con un pequeño paso en una nueva dirección. Y cuando esa decisión implica algo que puedes hacer de inmediato, te da el impulso que tanto necesitas para seguir adelante.

Ilustración De Signo De Interrogación
Es importante realizarse preguntas antes de tomar decisiones.

2. ¿Mi entorno apoya mi decisión?

Tu entorno, que incluye a tus amigos, colegas, ubicación, hábitos y estilo de vida, te impacta mucho más, para bien o para mal, de lo que crees. Es probable que hayas crecido y evolucionado, y lo que alguna vez funcionó para ti probablemente haya cambiado. Como resultado, no puedes realizar un cambio significativo y duradero sin alterar algunos elementos de tu entorno.

Si no lo estás cambiando, lo estás eligiendo. Tendrás mayores posibilidades de éxito si tu entorno respalda tu decisión. Entonces, si un aspecto de tu entorno te impide lograr lo que necesitas hacer, déjalo ir y reemplázalo con algo o alguien alineado con tus objetivos.

El poder de decir no a las personas y cosas que ya no te sirven es que puedes decir sí a las que sí te sirven.

Y una tercera pregunta que debes hacerte después de decidir:

olvidar
Para tener una vida plena, hay que tomar decisiones.

3. ¿Cómo puedo optimizar mi decisión?

Alerta de spoiler: la toma de decisiones no termina una vez que hayas elegido. Una vez que hayas decidido, todavía tienes la oportunidad de optimizar esa decisión haciendo ajustes.

Quizás las circunstancias han cambiado, o el mercado ha cambiado, y permanecer en el mismo camino no tiene sentido. O tal vez se ha presentado una nueva oportunidad, que requiere un pivote para aprovecharla.

En lugar de negarse obstinadamente a desviarte de tu decisión original, sé flexible y adáptate a las condiciones actuales. Si tu decisión ya no funciona para ti, o sientes que tomaste una decisión equivocada, puedes remediarlo tomando una nueva.

Una decisión es el punto de partida; la iteración de esa decisión es el viaje interminable hacia el éxito. Recuerda: estás a solo una decisión de una vida totalmente diferente. Y haciéndote estas tres preguntas, vas a elegir sabiamente.

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