Tres pasos para combatir el aumento constante de los costos de la nube
Scott Sellers Integrante de Forbes Technology Council
Scott Sellers Integrante de Forbes Technology Council
Los costos de la nube siguen aumentando en el mundo a pesar de que casi todas las empresas toman medidas para optimizar sus gastos y son conscientes del impacto negativo que la factura del servicio tiene en su cuenta de resultados.
Como prueba de ello, el índice de inflación del gobierno estadounidense registró recientemente la lectura más alta de la historia para una categoría tecnológica que incluye la computación en nube. Estos costos crecientes de la nube están provocando que empresas y servicios como IBM Cloud, Salesforce, ServiceNow, entre muchas otras, anuncien aumentos de precio.
AWS incluso está presionando para que los procesos sean más conscientes de los costos, sugiriendo que analizar el rendimiento del código de las aplicaciones y perfilar el uso de los recursos en la nube puede ayudar a descubrir optimizaciones incrementales que pueden suponer grandes ahorros a escala... y estoy de acuerdo.
Una encuesta e informe de la firma Azul sobre el estado de Java mostraron que el 95% de las empresas que utilizan Java tomaron medidas para reducir los costos de la nube en el último año, incluida la drástica acción de repatriar algunas aplicaciones de la nube pública de vuelta a los despliegues in situ. La posibilidad de que los costos de la nube consuman un billón de dólares de capitalización bursátil resultó más que suficiente para llamar la atención de los líderes empresariales.
Muchas empresas siguen sobre contratando recursos de la nube, pagando por una capacidad que no se utiliza. Según la encuesta, casi el 70% de las empresas afirman que están pagando por una capacidad en la nube que no están utilizando, y más del 40% dicen que utilizan menos del 60% del cómputo de la nube pública por el que están pagando.
Encontrar ese punto óptimo entre tomar medidas para controlar los costos y eliminar los recursos de la nube que no se utilizan, llama a una estrategia específica antes de que las cosas se salgan demasiado de control. Acá tiene tres formas específicas en que las empresas pueden gestionar su factura de la nube sin afectar el rendimiento de las aplicaciones y la experiencia del cliente.
Maximizar la velocidad y el rendimiento de las aplicaciones manteniendo a raya los costos de la infraestructura informática es clave. Existen enfoques tanto de software como de hardware para optimizar la infraestructura. En el ámbito del software, una ejecución más rápida del código se traduce en una menor necesidad de potencia informática, lo que se traduce en una menor necesidad de infraestructura y una factura de nube más reducida.
Las empresas deberían comenzar el proceso de optimización planteándose las siguientes preguntas:
- ¿Estamos sobre aprovisionando para atender las necesidades del negocio?
- ¿Estamos ejecutando código más lento de lo que podría ir con una arquitectura nueva o utilizando tiempos de ejecución más rápidos?
- ¿La inconsistencia de la carga de trabajo significa que necesitamos aprovisionar más margen?
- ¿Los servicios comunes de nuestra plataforma de aplicaciones y desarrollo no son rentables?
- ¿Están aumentando los costos de los servicios más rápidamente que el crecimiento de nuestro negocio?
- ¿No estamos utilizando eficientemente aquello por lo que pagamos (es decir, cuáles son nuestros niveles de utilización)?
Según Gartner, las empresas que adopten una estrategia de desarrollo de software que abarque la ingeniería de rendimiento (un enfoque sistemático para la mejora continua del rendimiento de las aplicaciones) tendrán más éxito a la hora de identificar y abordar los problemas de eficiencia y rendimiento.
Gartner sugiere equilibrar tres enfoques como parte de una estrategia de ingeniería del rendimiento: garantizar la continuidad del negocio, mejorar la experiencia del usuario y controlar los costos de infraestructura.
Vigilar el uso de pilas de software optimizadas permite a los equipos eliminar los recursos no utilizados en la nube. La clave está en ajustar continuamente el tamaño de la infraestructura informática en la nube sin sacrificar los SLA de rendimiento.
Acá tiene cinco áreas clave en las que centrarse:
1. Desarrollar aplicaciones centrándose en mantener un código ágil y eficiente.
2. Reducir las compensaciones entre rendimiento y eficiencia.
3. Reduciendo el uso de la CPU con una ejecución del código más rápida y eficiente.
4. Reducir el número de instancias de cálculo con una mayor coherencia (es decir, evitar la necesidad de sobre aprovisionamiento).
5. Mantener los niveles de servicio con cargas más elevadas o un rendimiento mejorado con umbrales de CPU iguales o inferiores.
Las operaciones financieras (FinOps) son más que una práctica operativa o de gestión que comparte la responsabilidad de la infraestructura de computación en nube en toda la organización. Es un verdadero cambio de cultura en la forma en que los equipos toman decisiones, que va más allá del recorte de costos para hacer que el gasto en la nube sea más visible y predecible.
Las empresas deben implementar puntos de contacto regulares entre ingeniería, finanzas y operaciones para revisar los presupuestos y el gasto, con la vista puesta en identificar oportunidades de optimización. Fomente un espíritu de propiedad compartida haciendo que el uso y los costos de la nube sean visibles en toda la empresa y estableciendo objetivos e incentivos compartidos en torno a la eficiencia de la nube.
En el mejor de los casos, con la supervisión adecuada y paneles de control actualizados periódicamente, los desarrolladores del departamento de ingeniería saben cómo repercuten los cambios en una aplicación en el coste de la nube. Del mismo modo, su equipo de operaciones comprende mejor el impacto en los costos de los cambios continuos en el despliegue. Se trata de proporcionar información granular, precisa y actualizada desde finanzas a los equipos de ingeniería y operaciones para mantener los costos bajo control.
Al eliminar los silos de las finanzas, la ingeniería y las operaciones, los equipos pueden trabajar juntos para mejorar la visibilidad de los costos de servir una aplicación o servicio determinado, mejorar la experiencia del cliente y lograr mejores márgenes. Existe una agradable armonía entre la determinación de cuánto cuesta hacer funcionar cada aplicación y la gestión y optimización de su rendimiento.
Ahora que la nube forma parte integral de las estrategias de modernización y transformación de tantas empresas, la demanda de computación en la nube aumentará inevitablemente. Sin embargo, unos pocos pasos centrados y proactivos pueden proporcionar un camino para que las organizaciones obtengan un gran valor de las implantaciones de la nube sin gastos excesivos innecesarios.